Investigan extraña muerte de una estudiante hallada en la Av. 68 con calle 80 en Bogotá

Poco se sabe del caso de Ana María Rojas Castro, la joven que fue encontrada el pasado miércoles 4 de marzo, en la avenida 68 con calle 80. A pesar de que ya han surgido varias hipótesis, las autoridades no han esclarecido el caso. Las grabaciones de una de las cámaras del lugar son clave para la investigación. 

En la noche del 4 de marzo, la Policía Metropolitana de Bogotá fue alertada sobre una mujer malherida en la avenido 68. Rápidamente las autoridades auxiliaron a la víctima y la llevaron hasta el hospital Simón Bolívar, ubicado en la localidad de Usaquén, pero los esfuerzos médicos no fueron suficientes para salvarle la vida. 

Según contó a Rcn Radio Aura Rojas, hermana de la joven, Ana María salió de su casa a las 4:30 p.m., pero antes le comunicó a su mamá los planes que tenía: “mamá voy a salir con Paul Naranjo. No me voy a demorar porque tengo que estudiar mañana”. A las 9:30 p.m. la joven llamó nuevamente a su mamá y habló con ella por última vez. 

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“Mi mamá después le empezó a marcar hacia la media noche y jamás respondió. Ella le hizo 56 llamadas y jamás contestó. Así pasó toda la mañana yo entré a trabajar y hacia el mediodía mi mamá me llamó y me dijo: mire lo que le voy a mandar al Whatsapp”, agregó la hermana. Se trataba de una amiga de Ana María que le decía que un hombre llamado Mateo Reyes, las estaba buscando para comunicarles del accidente que había sufrido la joven.  

Reyes le comunicó a la mamá de Ana María que su hija estaba en el hospital Simón Bolívar y la mujer fue de inmediato hasta el centro hospitalario. Al llegar, le informaron que no había nadie registrado con ese nombre, pero que sí había llegado una mujer como NN. Ante ese panorama, la mamá de Ana María se vio obligada a reconocer si se trataba de su hija y así lo confirmó. 

Según la hermana, la primera versión que recibieron fue que Ana María se había golpeado la cabeza. “La Policía nos dijo que en una cámara se ve que ella había metido medio cuerpo en la camioneta de Paul, que él arranca y ella pierde el equilibrio. También, está la versión de que ella fue botada de la camioneta, ella tiene un golpe terrible en la cabeza”.

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La mujer añadió que “la patrullera nos dice que ella tenía el bolso en el brazo y que si hubiera sido arrollada este hubiese salido a volar". Asimismo, la familiar cree que “le pegaron y después la botaron. Medicina Legal dijo en el dictamen que fue una muerte violenta, así incluso lo pusieron en la historia clínica. La patrullera nos dijo que testigos vieron como la botaron, no que fue arrollada. Sin embargo, Mateo Reyes la auxilió, pero no dice qué pasó".

Según el relato de la hermana de Ana María, Reyes cambia constantemente la versión de los hechos, lo cual genera vacíos en la investigación. Pero encontraron las grabaciones de una cámara en la que se puede ver al joven intentando parar los autos para transportar a Ana María, pero ninguno se detuvo. Por el momento, los familiares de la víctima están a la espera de cómo avanza la investigación para tener certeza de qué fue lo que le pasó a la joven que estudiaba psicología en la Universidad Manuela Beltrán.

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Poco se sabe del caso de Ana María Rojas Castro, la joven que fue encontrada el pasado miércoles 4 de marzo, en la avenida 68 con calle 80. A pesar de que ya han surgido varias hipótesis, las autoridades no han esclarecido el caso. Las grabaciones de una de las cámaras del lugar son clave para la investigación. 

En la noche del 4 de marzo, la Policía Metropolitana de Bogotá fue alertada sobre una mujer malherida en la avenido 68. Rápidamente las autoridades auxiliaron a la víctima y la llevaron hasta el hospital Simón Bolívar, ubicado en la localidad de Usaquén, pero los esfuerzos médicos no fueron suficientes para salvarle la vida. 

Según contó a Rcn Radio Aura Rojas, hermana de la joven, Ana María salió de su casa a las 4:30 p.m., pero antes le comunicó a su mamá los planes que tenía: “mamá voy a salir con Paul Naranjo. No me voy a demorar porque tengo que estudiar mañana”. A las 9:30 p.m. la joven llamó nuevamente a su mamá y habló con ella por última vez. 

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“Mi mamá después le empezó a marcar hacia la media noche y jamás respondió. Ella le hizo 56 llamadas y jamás contestó. Así pasó toda la mañana yo entré a trabajar y hacia el mediodía mi mamá me llamó y me dijo: mire lo que le voy a mandar al Whatsapp”, agregó la hermana. Se trataba de una amiga de Ana María que le decía que un hombre llamado Mateo Reyes, las estaba buscando para comunicarles del accidente que había sufrido la joven.  

Reyes le comunicó a la mamá de Ana María que su hija estaba en el hospital Simón Bolívar y la mujer fue de inmediato hasta el centro hospitalario. Al llegar, le informaron que no había nadie registrado con ese nombre, pero que sí había llegado una mujer como NN. Ante ese panorama, la mamá de Ana María se vio obligada a reconocer si se trataba de su hija y así lo confirmó. 

Según la hermana, la primera versión que recibieron fue que Ana María se había golpeado la cabeza. “La Policía nos dijo que en una cámara se ve que ella había metido medio cuerpo en la camioneta de Paul, que él arranca y ella pierde el equilibrio. También, está la versión de que ella fue botada de la camioneta, ella tiene un golpe terrible en la cabeza”.

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La mujer añadió que “la patrullera nos dice que ella tenía el bolso en el brazo y que si hubiera sido arrollada este hubiese salido a volar". Asimismo, la familiar cree que “le pegaron y después la botaron. Medicina Legal dijo en el dictamen que fue una muerte violenta, así incluso lo pusieron en la historia clínica. La patrullera nos dijo que testigos vieron como la botaron, no que fue arrollada. Sin embargo, Mateo Reyes la auxilió, pero no dice qué pasó".

Según el relato de la hermana de Ana María, Reyes cambia constantemente la versión de los hechos, lo cual genera vacíos en la investigación. Pero encontraron las grabaciones de una cámara en la que se puede ver al joven intentando parar los autos para transportar a Ana María, pero ninguno se detuvo. Por el momento, los familiares de la víctima están a la espera de cómo avanza la investigación para tener certeza de qué fue lo que le pasó a la joven que estudiaba psicología en la Universidad Manuela Beltrán.

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