La noche de Halloween volvió a ser sinónimo de tragedia en Bogotá. Quince años atrás, la ciudad apenas lidiaba con la conmoción que suscitó la muerte de Luis Andrés Colmenares, un joven estudiante de ingeniería de la Universidad de los Andes tras una fiesta de Halloween. Hoy la historia parece no haber cambiado. Con la muerte de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, estudiante también de ingeniería, muerto a golpes en un hecho que por poco cruza los límites de la ultraviolencia, y con el hallazgo, horas después, del cuerpo de un egresado de la Universidad Nacional en extrañas circunstancias, regresa una preocupación que la capital parecía haber superado.
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Halloween sigue siendo una fecha crítica. En 2024 la ciudad registró seis homicidios y más de 3.500 llamadas a la línea 123 durante la noche de las celebraciones. Este año, pese a una reducción del 75 % en fatalidades y del 39 % en siniestros, la violencia volvió a cobrar una víctima emblemática. Según la Policía, más de 4.500 uniformados fueron desplegados en toda la ciudad, especialmente en zonas de rumba como Chapinero, Suba y Teusaquillo. Aun así, la muerte de Moreno revela que, más allá de los operativos, el espejo de violencia producto del alcohol y la intolerancia, continúa inserto en la realidad capitalina.
¿Ultraviolencia?
La “ultraviolencia” es un término que se refiere a actos de violencia extrema, a menudo sin propósito aparente y ejecutados con crueldad. La definición parece encajar con lo que ocurrió a las afueras del bar Before Club, ubicado sobre la avenida Caracas con calle 63, en la localidad de Chapinero.
Durante la legalización de captura de Juan Carlos Suárez, procesado por la muerte de Jaime Moreno, la fiscal relató que la captura ocurrió hacia las 3:35 a.m., luego de una riña en la calle 64 con carrera 20, cuando la víctima fue hallada inconsciente, con hematomas en el rostro y un charco de sangre a su alrededor. El testigo Juan David Cárdenas Ortiz, amigo de Moreno, contó que ambos salían de la discoteca cuando fueron atacados por cuatro personas: dos hombres y dos mujeres. Uno de ellos, Suárez, tenía la cara pintada de rojo y negro y vestía solo un pantalón negro.
“El vigilante de la zona me ayudó a llamar a la Policía mientras yo auxiliaba a mi amigo, que se encontraba ahogándose”, relató el testigo durante la diligencia. Moreno fue trasladado al Cami de Chapinero, donde ingresó con trauma craneoencefálico severo y sangrado abundante. Falleció a las 6:58 p.m. del mismo día. Medicina Legal confirmó lesiones contundentes en cráneo, pulmones y órganos vitales.
Cabe aclarar que, aunque inicialmente fueron detenidas junto a Juan Carlos Suárez Ortiz, las dos mujeres capturadas, Kaleidymar Paola Fernández Sulbarán y Bertha Parra Torres, no están siendo procesadas. La Fiscalía explicó durante la audiencia que, por ahora, no existen elementos materiales probatorios suficientes para vincularlas formalmente al caso. Ambas quedaron en libertad mientras continúan las investigaciones, pese a que una de ellas fue mencionada por el testigo como posible instigadora de la agresión.
Y es que en un nuevo video divulgado que muestra con crudeza los segundos finales de la agresión que sufrió el estudiante de la Universidad de los Andes, deja en evidencia la presencia de dos hombres que golpean al joven, sin evidenciar a las mujeres participando de la agresión. En las imágenes, grabadas por un testigo, se observa cómo dos hombres golpean repetidamente al joven mientras yace en el suelo, sin posibilidad de defenderse. La golpiza, que duró menos de un minuto. El metraje también respalda una de las versiones centrales del proceso: un segundo agresor aún no identificado habría participado directamente en el ataque, incluso propinando el golpe que resultó letal.
Durante la audiencia se conoció, además, una declaración de los capturados ante la Policía en la que afirmaron haber intervenido en la riña porque uno de los hombres intentó abusar sexualmente de su amiga, Berta Joana Parra Torres, dentro de la discoteca. El Ministerio Público advirtió que esta versión provino de un interrogatorio irregular, mientras que la Fiscalía explicó que en ese momento “no se hablaba de homicidio, sino de lesiones”.
“No podemos aceptar que se dé por válida una excusa de abuso cuando lo que hubo fue un homicidio brutal”, dijo el abogado de víctimas.
El juez finalmente legalizó la captura de Suárez Ortiz y programó para el miércoles 5 de noviembre la audiencia de imputación, donde se definirán las medidas de aseguramiento.
¿Qué viene en el caso de Jaime Moreno?
El abogado penalista Rafael Quintero explicó que, según lo ocurrido durante la audiencia de legalización de captura, Juan Carlos Suárez Ortiz tendría una responsabilidad directa en el homicidio de Jaime Esteban Moreno, estudiante de la Universidad de los Andes. Las pruebas en video, presentadas por la Fiscalía, lo ubican como uno de los agresores principales, acompañado de otra persona que aún no ha sido identificada. “Podríamos establecer que es un autor directo, porque es quien dominó la acción delictiva para llevarla a cabo”, precisó Quintero.
El abogado agregó que las siguientes audiencias de imputación y medida de aseguramiento serán determinantes para definir si Suárez continuará detenido, dado que el juez deberá evaluar causales como el peligro para la sociedad, la familia de la víctima o la posibilidad de obstrucción a la justicia. “Los cargos podrían ser por homicidio agravado y calificado, con penas que rondan los 20 años de prisión”, advirtió.
En cuanto al segundo hombre implicado, cuya identidad aún se desconoce, Quintero señaló que será clave la colaboración de Suárez Ortiz, los testimonios y las cámaras de seguridad para determinar su responsabilidad. Sobre las dos mujeres que fueron dejadas en libertad, el penalista aclaró que su situación no está cerrada: la Fiscalía podría vincularlas más adelante si surgen nuevos elementos probatorios que demuestren participación o instigación. “En esta etapa se evalúa la inferencia razonable —explicó—, que es la conclusión lógica que permite a la Fiscalía vincular a alguien sin necesidad de certeza absoluta, siempre que haya indicios suficientes para hacerlo”.
Entre tanto, las autoridades aún investigan las circunstancias de la muerte del egresado de la Universidad Nacional, hallado sin vida en el arboretum del campus la madrugada del 1 de noviembre. El caso está en manos del CTI de la Fiscalía y Medicina Legal.
El hermano de Luis Andrés Colmenares, Jorge Colmenares, reaccionó al caso de Jaime Moreno. “Muchos me han enviado la noticia del fallecimiento del joven Jaime, y créanme que también nos trajo ese recorderis de hace 15 años”. En su reflexión, advirtió que “detrás de una noche de fiesta no solo quedan anécdotas y risas, también pueden quedar historias trágicas que afectan familias”. Colmenares expresó su solidaridad con los allegados del estudiante y aseguró que la Fundación Luis Andrés Colmenares Escobar está dispuesta a brindar acompañamiento. “Sabemos el sufrimiento que se siente cuando se pierde un joven con sueños e ilusiones, y esperamos que este caso no quede en la impunidad”.
Mientras avanza la investigación, la comunidad universitaria permanece en duelo y Bogotá vuelve a confrontarse con el eco de una noche de Halloween marcada por la tragedia.
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