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Camila Espinosa, de 22 años, falleció tras ser víctima de un lamentable siniestro de tránsito propiciado por la imprudencia de una conductora de moto que la atropelló en el sur de Bogotá.
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Camila, quien caminaba en compañía de otra persona en la intersección de la Av. 1° de mayo con carrera 30, fue atropellada por una moto que se movilizaba a gran velocidad y la cual, según señalan testigos del accidente, se pasó un semáforo en amarillo y atropelló a la joven y a su acompañante, quienes se dirigían, precisamente, a recoger una moto para movilizarse a sus hogares.
Un video captado por una cámara de seguridad de la zona da cuenta del momento exacto del accidente y deja en evidencia la imprudencia de la conductora, pues otra moto que advierte la presencia de la joven fallecida y su acompañante frena y les da el paso, mientras que la moto involucrada en el accidente, creyendo que alcanzaba a pasar, aceleró y terminó propiciando el mortal choque.
Minutos después, las tres personas involucradas, los dos peatones y la conductora de la moto, fueron trasladados de urgencia a un centro médico. Camila, quien llevó la peor parte, permaneció en una Unidad de Cuidados Intensivos luchando por sobrevivir, pero la fuerza del impacto le generó lesiones graves que derivaron en su fallecimiento.
Entre tanto, su compañero ya fue dado de alta y la conductora permanece en un centro médico recuperándose de las heridas que sufrió.
“La imprudencia de esa velocidad no da para más. Ella (la conductora) pensó que alcanzaba a pasar y cuando se dio cuenta, no había nada más que hacer, se pasó el semáforo, y ocurrió lo que ocurrió”, declaró Óscar Rozo, tío de la víctima, a Noticias Caracol.
María Camila, según confirmó su familia, era instrumentadora quirúrgica recién gradada y estaba empezando si vida laboral prestando sus servicios en un centro médico ubicado en la localidad de Engativá.
Ahora su familia espera que con las pruebas en video y los testimonios de testigos que señalan la imprudencia de la conductora implicada, el desarrollo del proceso judicial se realice con la celeridad que necesita el caso y que la contraparte del proceso asuma su responsabilidad y dé la cara para esclarecer el lamentable desenlace.
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Por Redacción Bogotá
