Los detalles de la acusación contra tres policías por secuestro y hurto

Se trata de dos patrulleros y un mayor señalados por la Fiscalía General de la Nación de haber robado, mediante engaños e intimidación, la suma de $753 millones a un comerciante de San Andresito en enero de este año. Esta será la hoja de ruta de la justicia contra los uniformados destituidos.

Camilo Acosta Villada
03 de septiembre de 2021 - 02:00 a. m.
El martes, un mayor y dos patrulleros de la Policía comparecerán ante un juez.
El martes, un mayor y dos patrulleros de la Policía comparecerán ante un juez.
Foto: Captura de Video

Una mentira respaldada por un escudo y un uniforme fue la que llevó a obedecer, con desespero, al comerciante Mario Gutiérrez* las órdenes que le dieron tres miembros de la Policía Metropolitana de Bogotá y un civil, quienes lo retuvieron ilegalmente, lo transportaron por la ciudad y, al final, lo asaltaron. Esa es la conclusión que plantea el escrito de acusación que presentó la fiscal María Teresa Polanía en el proceso por secuestro simple y hurto calificado contra los patrulleros Fabián Mauricio Castillo Bernal y Erwin Stid Quintero Acosta, y el mayor Andrés Alberto Salazar Barreto.

Según el documento, conocido por El Espectador, los uniformados (que luego fueron destituidos de la institución) amedrentaron en repetidas ocasiones a su víctima, afirmando que el dinero que llevaba en una maleta de ruedas era producto del narcotráfico; acusación que les sirvió de excusa para llevarlo al límite.

Cronología de los hechos

El escrito de acusación señala que Gutiérrez transportaba en dicha maleta la suma de $753 millones en efectivo, luego de que un amigo suyo se la hiciera llegar por medio de una mujer, para que luego él la entregara a otro sujeto, como pago de una hipoteca. La transacción se llevaría a cabo en San Andresito de San José (calle 10 con carrera 20).

Sin embargo, pasadas las 12:30 de la tarde, tras recibir el dinero, el comerciante fue abordado en el centro comercial por los patrulleros Fabián Castillo y Erwin Quintero, quienes le preguntaron cuál era el contenido del maletín y, luego, tras recibir como respuesta un “no sé”, afirmaron que su contenido “era dinero producto del narcotráfico”.

En contexto: Video: Así fue como tres policías le robaron $753 millones a un comerciante, según la Fiscalía

Con temor, relata el documento, Mario llamó a su amigo para ponerlo al tanto de la situación y lo puso al teléfono con uno de los agentes, quien le preguntó “cómo iban a arreglar”. Aun así, la persona al otro lado de la línea intentó calmarlo, asegurándole que la plata era lícita. Pero esa solo sería la primera estación de un largo viacrucis delincuencial.

Los patrulleros lograron su cometido de sacarlo del lugar, diciéndole que “estaban dando mucha boleta”, y se dirigieron a una cafetería a la que llegó Edwin Jovanny Cardona Ramírez, quien se presentó como capitán de la Sijín de la Policía, vistiendo un jean y un saco blanco (los oficiales de esa seccional de investigación ejercen sus funciones de civil). El supuesto capitán no duró mucho tiempo en el lugar, ya que salió de allí avisando que traería una patrulla para trasladar al ciudadano a la Sijín.

De ahí en adelante, Mario Gutiérrez fue conducido por los policías a cuatro lugares en dos taxis y una camioneta: a la carrera 6 con calle 18, una panadería en la calle 3 con carrera 24, una estación de servicio en la calle 26 con avenida Rojas y un sector cercano al aeropuerto.

El rol que jugó el mayor

De acuerdo con el escrito, en la estación, cuando eran las 4:27 de la tarde, entró en juego el mayor Andrés Alberto Salazar Barrero, pero con una identidad distinta, dado que se presentó ante Rodríguez como el “mayor Nelson Ríos, de enriquecimiento ilícito y narcotráfico”, presentación que aprovechó para insistir en la tesis de que el contenido de la maleta era dinero ilícito.

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Así mismo, 33 minutos después, a las 5:00 p.m., volvió a escena el sujeto que se había presentado como capitán de la Sijín, cuando llegó al lugar a bordo de una camioneta Toyota Fortuner gris. En este vehículo fue realizado el último trayecto hacia el aeropuerto con Cardona Ramírez, el mayor Salazar, uno de los patrulleros —el otro se fue en moto escoltándolos— y el comerciante.

En una calle cercana al terminal aéreo, y tras intimidar a Gutiérrez sobre el problema en el que estaría inmerso, le pidieron que llamara al dueño del dinero desde una venta de minutos ambulante que estaba allí. Cuando descendió del vehículo, intentó ver la placa, pero fue amenazado con un ademán mostrando la pistola de dotación del uniformado en moto, y tuvo que hacer la llamada. En ese momento, la camioneta y la moto aceleraron con el botín en mano y el robo quedó consumado.

¿Quiénes son los implicados?

El mayor Salazar se desempeñó como comandante del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Metropolitana de Bogotá y tiene abiertas diez investigaciones disciplinarias (seis formales y cuatro preliminares) y dos penales por abuso de confianza y estafa.

Por su parte, Edwin Jovanny Cardona, quien no está vinculado con la Policía Nacional, tiene antecedentes penales por lesiones personales, estafa, hurto calificado y falsedad material en documento público. Está prófugo de la justicia por este caso, luego de huir del operativo en el que capturaron a sus cómplices. Por su parte, los patrulleros Fabián Castillo y Erwin Quintero hacían parte del esquema de seguridad de Juan Carlos Granados, magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.

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En caso de ser hallados culpables, los tres procesados podrían enfrentar penas de prisión de 16 a 30 años por secuestro y de 6 a 14 años por hurto calificado. Hasta que llegue ese momento, seguirán recluidos en la cárcel La Picota, mientras el comerciante espera que se esclarezca quién fue el informante de los uniformados, para que supieran lo que había en la maleta y que se capture a Edwin Cardona, pues “tiene información de quién planeó el atraco y es el que tiene el enlace con la persona que avisó del dinero”, como le contó a este diario Juan Manuel Sáenz, apoderado de Gutiérrez. “Mi cliente quiere recuperar el dinero, que los sindicados se beneficien, confiesen y que sea de la mejor manera, porque es un drama humano para todos”, dijo.

*Nombre cambiado por seguridad.

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Jorge(98559)03 de septiembre de 2021 - 02:41 p. m.
Más clara y evidente que esta historia para demostrar que en la policía hay muchos delincuentes uniformados que lo único que esperan en una buena oportunidad para delinquir. Para el país es una desgracia que lo más evidente de la reforma es el cambio de uniforme, porque la mentalidad y formación se mantienen, y sí alguien entra siendo bueno termina siendo contaminado por la plaga.
Dion Casio(66071)03 de septiembre de 2021 - 01:53 p. m.
La policía haciendo OPERACIONES ESPECIALES y que la víctima estuvo de buenas porque la policía es especializada en desaparecer gente , antes no lo llevaron a los cerras detrás de Monserrate a donde llevan a sus víctimas. Veremos al que sabemos vestido de secuestrador para felicitarlos?
Dion Casio(66071)03 de septiembre de 2021 - 01:48 p. m.
Una tragedia para los pobres policías dirá la vicepresidenta!
Conrado(19128)03 de septiembre de 2021 - 01:21 p. m.
Ahí tenemos a los mejores policías del mundo, una institución mas desprestigiada que ramera de pueblo. Los policías, ladrones, cuidadores de plazas de vicio y violadores de derechos humanos. y a la fiscal quien le dijo que era secuestro simple? parece que la calificación de la conducta la hicieron en la policía
Francisco(78033)03 de septiembre de 2021 - 11:29 a. m.
Más “manzanitas podridas”
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