Los retos para comenzar semestre en la Universidad Distrital

Luego de más de dos meses de paro estudiantil, la Universidad Distrital intenta volver hoy a la normalidad, tras acordar la conformación de la Asamblea Universitaria con la que se busca darle mayor participación a maestros y estudiantes, así como con un nuevo cronograma académico para terminar el segundo semestre de 2019, que fue suspendido en medio de las protestas del Paro Nacional.

La Universidad Distrital vuelve a clases

Los retos son varios, pues además de proponerse acabar dicho semestre en ocho semanas, desde ya se comienza a pensar en los próximos dos ciclos, pues el consejo académico deberá definir si se va de largo, con cortas vacaciones, para terminarlos en diciembre de este año, o si sigue el ejemplo de la Universidad Pedagógica y extiende los horarios hasta febrero del 2021.

Lo cierto es que la decisión debe fundamentarse en un punto clave que son los recursos. Es bien sabido que desde hace un par de años, con la desaparición del tributo CREE (impuesto sobre la renta para la equidad), del que era beneficiado la universidad, y la modificación a la estampilla, que desde el 2017, incluye a la Nacional, la Universidad Distrital ha tenido que salir a pedir más recursos para evitar un estancamiento en sus perspectivas de crecimiento.

“Las condiciones actuales afectan sensiblemente los recursos y toca proceder a conseguirlos con la ciudad y la nación. La estampilla tiene una limitación y es que es solo para inversión y tiene rubros fijos. En cambio el mayor gasto cuando hay anormalidad académica es de funcionamiento, para pagarle a los docentes, por eso toca con una adición presupuestal, pero lo bueno es que hay buena voluntad en el Distrito”, señaló a este medio Ricardo García Duarte, rector de la Distrital.

Junto a esto, la mira estará puesta en la conformación de la Asamblea estudiantil. El consejo directivo de la universidad dejó claro que este será el máximo órgano de participación de la comunidad universitaria, no de decisión; se encargará de analizar, proyectar, presentar y recomendar políticas institucionales; presentará insumos para la formulación de Planes de Desarrollo, y planteará reformas en la universidad.

El resto se ha ido y se seguirá conociendo en el camino. Por ejemplo, ya se avanza en la definición de como serán las elecciones de los delegados (40 estudiantes, 40 profesores -20 de cátedra y 20 de planta-, 10 servidores públicos y 10 egresados), quienes de acuerdo con García Duarte se escogerán en elecciones, en las cuales se harán nominaciones uninominales y no por listas, así como se elegirá a los que obtengan las más altas votaciones.

“Después de la elección, el primer gran tema que probablemente va a tener que discutir la asamblea es la reforma a los estatutos de la universidad. Cómo sería el esquema de las carreras, las escuelas y las facultades. Tendrán un peso muy grande que el consejo directivo deberá tener en cuenta”, argumentó García.

Esto no solo es importante en la medida que representa una gran transformación para la universidad, sino porque también ha sido un ambicioso proyecto que no ha podido prosperar en los últimos años y que ha estado marcado por paros e inconformismo de diferentes sectores.

Por último, la Universidad tiene en juego su crecimiento. Si bien se espera que a mediados de este año se entregue la nueva sede del Ensueño, en la que habrá dos nuevos edificios para reforzar la sede tecnológica en Candelaria La Nueva, en Ciudad Bolívar, también está la conformación de nuevos programas académicos.

“Lo más inmediato es montar Física, Química y Biología como ciencias, no como licenciaturas, así como empezar a montar la facultad de salud, para la que ya estamos en estudios. Esperamos que cuando terminen podamos montar enfermería”, aseguró García.

Para lograr esto será necesario el compromiso de todas las partes en el mejoramiento de la Universidad Distrital, que si bien es una de las más grandes del país, es también una de las que mayor atención ha solicitado, pues con recursos limitados y luego del escándalo de corrupción en el Instituto de Extensión, hoy busca dar un paso adelante, por lo menos en cuanto a participación de sus miembros se refiere.

Luego de más de dos meses de paro estudiantil, la Universidad Distrital intenta volver hoy a la normalidad, tras acordar la conformación de la Asamblea Universitaria con la que se busca darle mayor participación a maestros y estudiantes, así como con un nuevo cronograma académico para terminar el segundo semestre de 2019, que fue suspendido en medio de las protestas del Paro Nacional.

La Universidad Distrital vuelve a clases

Los retos son varios, pues además de proponerse acabar dicho semestre en ocho semanas, desde ya se comienza a pensar en los próximos dos ciclos, pues el consejo académico deberá definir si se va de largo, con cortas vacaciones, para terminarlos en diciembre de este año, o si sigue el ejemplo de la Universidad Pedagógica y extiende los horarios hasta febrero del 2021.

Lo cierto es que la decisión debe fundamentarse en un punto clave que son los recursos. Es bien sabido que desde hace un par de años, con la desaparición del tributo CREE (impuesto sobre la renta para la equidad), del que era beneficiado la universidad, y la modificación a la estampilla, que desde el 2017, incluye a la Nacional, la Universidad Distrital ha tenido que salir a pedir más recursos para evitar un estancamiento en sus perspectivas de crecimiento.

“Las condiciones actuales afectan sensiblemente los recursos y toca proceder a conseguirlos con la ciudad y la nación. La estampilla tiene una limitación y es que es solo para inversión y tiene rubros fijos. En cambio el mayor gasto cuando hay anormalidad académica es de funcionamiento, para pagarle a los docentes, por eso toca con una adición presupuestal, pero lo bueno es que hay buena voluntad en el Distrito”, señaló a este medio Ricardo García Duarte, rector de la Distrital.

Junto a esto, la mira estará puesta en la conformación de la Asamblea estudiantil. El consejo directivo de la universidad dejó claro que este será el máximo órgano de participación de la comunidad universitaria, no de decisión; se encargará de analizar, proyectar, presentar y recomendar políticas institucionales; presentará insumos para la formulación de Planes de Desarrollo, y planteará reformas en la universidad.

El resto se ha ido y se seguirá conociendo en el camino. Por ejemplo, ya se avanza en la definición de como serán las elecciones de los delegados (40 estudiantes, 40 profesores -20 de cátedra y 20 de planta-, 10 servidores públicos y 10 egresados), quienes de acuerdo con García Duarte se escogerán en elecciones, en las cuales se harán nominaciones uninominales y no por listas, así como se elegirá a los que obtengan las más altas votaciones.

“Después de la elección, el primer gran tema que probablemente va a tener que discutir la asamblea es la reforma a los estatutos de la universidad. Cómo sería el esquema de las carreras, las escuelas y las facultades. Tendrán un peso muy grande que el consejo directivo deberá tener en cuenta”, argumentó García.

Esto no solo es importante en la medida que representa una gran transformación para la universidad, sino porque también ha sido un ambicioso proyecto que no ha podido prosperar en los últimos años y que ha estado marcado por paros e inconformismo de diferentes sectores.

Por último, la Universidad tiene en juego su crecimiento. Si bien se espera que a mediados de este año se entregue la nueva sede del Ensueño, en la que habrá dos nuevos edificios para reforzar la sede tecnológica en Candelaria La Nueva, en Ciudad Bolívar, también está la conformación de nuevos programas académicos.

“Lo más inmediato es montar Física, Química y Biología como ciencias, no como licenciaturas, así como empezar a montar la facultad de salud, para la que ya estamos en estudios. Esperamos que cuando terminen podamos montar enfermería”, aseguró García.

Para lograr esto será necesario el compromiso de todas las partes en el mejoramiento de la Universidad Distrital, que si bien es una de las más grandes del país, es también una de las que mayor atención ha solicitado, pues con recursos limitados y luego del escándalo de corrupción en el Instituto de Extensión, hoy busca dar un paso adelante, por lo menos en cuanto a participación de sus miembros se refiere.