Para José Malaver, un peluquero que trabaja en el centro de la ciudad, el cambio en el sistema de manejo de residuos con riesgo biológico (los que van en la bolsa roja), conlleva incertidumbre. Hasta el año pasado, Ecocapital era el operador exclusivo en la ciudad para prestar el servicio. Ahora, con un esquema de libre competencia, se les dio autorización a 34 nuevos operadores, que podrán ofrecer sus servicios.
En un mes, una peluquería pequeña, como en la que trabaja Malaver, puede producir entre diez y treinta kilos de residuos como pelos y cuchillas. Hasta el año pasado pagaba una cuota fija por la disposición de estos desechos, que en el caso del pelo, es incinerado. Sin embargo, como aseguran otros pequeños generadores que consultó este diario, las cosas cambiaron y el operador habitual incrementó sus tarifas, por lo que no ven por ahora el beneficio que promete este cambio.
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Aún así, no son solo los generadores de residuos los que se están ajustando al cambio. También los nuevos operadores habilitados por el Distrito, que bajo el modelo de libre competencia tendrán que optimizar con inversiones su servicio, para competir por cada cliente, y Ecocapital, que fue el único operador en la ciudad por casi 17 años, ahora está en proceso de reducir en 50 % su planta, con eliminación de puestos de trabajo, para asegurar su rentabilidad y los costos del servicio.
No obstante, al ser un sector especializado se estima que esta mano de obra será espera que esta mano de obra será reintegrada por las nuevas empresas que empezaran a operar en la ciudad.
De concesión a libre competencia
El nuevo sistema, que entró en operación el pasado 1.° de febrero, propone que cada una de las 47.000 empresas o personas generadoras de “residuos peligrosos” contrate su recolección con uno o varios de los operadores, que tienen licencia ambiental para el transporte, manejo y aprovechamiento de estos materiales infecciosos, cortopunzantes, residuos químicos y fármacos, entre otros.
Uno de los principales y aparentes beneficios del cambio es que con el aumento de la oferta se abre la posibilidad de que los pequeños generadores puedan barajar entre las propuestas que mejor se adapten a la cantidad de residuos generados y su capacidad económica.
En este sentido, la entrada de nuevos competidores en la capital ha impulsado a varios operadores a aportar nuevas dinámicas y tecnologías servicios para atraer a nuevos potenciales clientes y mejorar el servicio que se vienen aplicando otras ciudades del país, donde desde hace varios años se desarrolla el modelo de libre competencia.
Por su parte, existe el temor de que la lógica de las ganancias junto con la necesidad económica de los generadores vaya en contra de la calidad del servicio. “Algo que estamos viendo es que los nuevos operadores se han enfrascado en una competencia por el precio. Esto para el generador puede sea una reducción en las tarifas, pero se cuestiona si solo la reducción va a traer un servicio de calidad”, asegura Juan Carlos Villaveces, gerente de Ecocapital.
No obstante algunos de los nuevos operadores reconocen las bondades del cambio, pero han señalado que representa varios retos para el Distrito: por un lado, asegurar que todos los prestadores del servicio cumplan con los requisitos y, de paso, promover entre los generadores de residuos su adecuada disposición, ya que algunos están desinformados o no se han enterado del cambio.
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Destacarse en el mercado
La libre competencia en el mercado de la recolección de residuos biológicos busca también impulsar a los operadores a ofrecer un mejor servicio, para ser elegidos y contratados por los generadores. La disputa por los nuevos clientes parece concentrarse tanto en el sector salud que genera el 70% de este tipo de residuos en la ciudad, pero también en los miles de veterinarias, farmacias, peluquerías, centros de tatuado y piercing, entre otros, que representan alrededor del 30% restante de los desechos con riesgo biológico.
“Hemos hecho un gran esfuerzo por digitalizar el servicio, desde las solicitudes de nuestros clientes, el pago, la trazabilidad y finalmente la certificación. Trabajamos permanentemente para cumplir con todas las rutas de recolección de manera más eficiente y llegar a todos los rincones de la capital con el mejor precio de mercado”, dice Mauricio Abondano, gerente de Ecoentorno, uno de los nuevos operadores en la capital, que ahora maneja el 16% de los residuos hospitalarios de la ciudad.
Por su parte, el tratamiento de residuos peligrosos o con riesgo biológico, requiere equipos especializados, que en ocasiones presentan daños o entran en mantenimiento, por lo que entre las empresas de la ciudad existen lazos para respaldarse y asegurar la cobertura en la ciudad y reducir el riesgo del manejo de estos residuos.
Un proceso en marcha
Algo en lo que parecen coincidir tanto los generadores como los operadores es en que el proceso se irá afinando con el tiempo. Por su parte, algunas pequeñas empresas aseguran que este mes almacenarán sus residuos en sus instalaciones, mientras deciden con cuál operador contratar.
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Por otra parte, los nuevos operadores deberán también determinar la nueva asignación de responsabilidades para enfrentar problemáticas como el abandono de bolsas rojas o materiales infecciosos, que puede ser un peligro para los transeúntes de la ciudad.
Así las cosas, todo apunta a que los próximos meses serán un período de ajuste para el manejo de residuos en la capital, con lo que se espera fortalecer la economía circular con una atención personalizada, y quizá más costosa, para los generadores de residuos de riesgo biológico, pero con mejor servicio.
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Por Fernán Fortich
