Vivir con la eterna pregunta de, ¿dónde está? Así transcurren sus días miles de familias en Bogotá que este año nunca pensaron iniciar un tortuoso camino de incertidumbre y tristeza, en una época donde el plato vacío en la mesa se hace más hondo. Para no olvidarlos y saber en qué va su investigación, recopilamos algunos casos de personas que desaparecieron en Bogotá este 2025 y a la fecha aún siguen sin retornar a casa.
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Este año, a las crisis de inseguridad y de basuras, se sumó con fuerza el fenómeno de las desapariciones. El patrón se volvió recurrente: rostros de mujeres, jóvenes y niños apareciendo en diarios y redes sociales bajo el rótulo de “Se busca”, acompañados de descripciones físicas, prendas de vestir, fechas y el relato desgarrador de un familiar que narra la última vez que los vio.
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No en vano el Concejo de Bogotá realizó distintos debates para exponer con cifras este grave problema de inseguridad y la urgencia de acciones inmediatas. Según datos de Medicina Legal y la Sijin con corte a julio de 2025, 882 personas estaban desaparecidas, lo que representa el 42% de los casos del país. “No es aceptable que en Bogotá haya familias que no reciban respuestas ni acompañamiento. Cada día que pasa sin acción se pierde la oportunidad de salvar vidas”, resaltó el concejal David Saavedra.
Datos más recientes de Medicina Legal a octubre de este año, revelan que se reportaron 1.780 casos de desaparecidos en la capital, de los cuales 888 no se sabe nada de su paradero, 842 aparecieron vivos y 50 fueron hallados muertos. Una evidente baja que no se veía desde pandemia (895 desaparecidos), pero que desde 2021 fue aumentando en la ciudad con 1.069 casos; 1.276 desaparecidos en 2022; 1.176 en 2023; y 1.172 personas desaparecidas en 2024.
Concentrados en este 2025, el Instituto consignó que de los 888 desaparecidos, 553 son hombres y 335 mujeres. El pico con mayores casos se reportó en mayo (109) y el sábado el día donde más desaparecieron (163). Asimismo, de acuerdo con el ciclo vital, 315 desaparecidos están entre los 29 a 59 años; 250 son adolescentes entre los 12 y 17 años; 202 son jóvenes entre los 18 a 28 años; 88 adultos mayores de más de 60 años; 18 en la primera infancia entre 0 a 5 años; y 15 entre los 6 y 11 años.
“Hemos identificado que muchos jóvenes son contactados por redes sociales para supuestos empleos, pero terminan reclutados por grupos armados o, en el caso de las mujeres, víctimas de trata con fines de explotación sexual. También es frecuente que huyan de sus hogares por violencia o acoso sexual intrafamiliar; en estos casos es difícil seguirles el rastro porque ellos mismos buscan esconderse”, analiza Lina Tabares, defensora de Derechos Humanos de la Fundación Territorios de Paz (Fundertepaz).
No los olvidemos
A partir de una búsqueda filtrada en Google, la red social X (antes Twitter), archivos de prensa y alertas de Interpol entre el 1 de enero al 22 de diciembre de 2025, se logró verificar los casos de personas que aún siguen desaparecidas en Bogotá.
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En este espacio, usted verá fotografías y en algunos casos cortos relatos de familiares que humanizan los datos y nos recuerdan que todavía hay alguien esperándolos en casa.
Andrés Felipe Castillo Montes, 27 años.
El paradero de Andrés Castillo es desconocido desde el pasado 15 de febrero, cuando salió de su residencia en Bogotá. Su caso ya cuenta con una circular amarilla de Interpol, lo que activa protocolos de búsqueda en fronteras y autoridades migratorias.
Andrés mide 1.70 metros y es de tez trigueña, con cabello y ojos negros. Como señas particulares, destacan varios tatuajes: el escudo del Unión Magdalena, un crucifijo, un rostro masculino y la bandera del barrio 7 de agosto de Santa Marta en su pecho izquierdo.
Kevin Andrés Díaz Panteviz, 27 años
Este padre de familia desapareció el 29 de marzo luego de salir de su trabajo en Teusaquillo. Su esposa, Ingrid Caicedo, cuenta que ese día recibió lo que sería la última llamada sobre la 1:00 p. m. En la conversación le avisó que ya se dirigía a recogerla a ella y a su hija, pues iban a empezar a buscar una nueva vivienda. Sin embargo, el encuentro nunca ocurrió. Hoy, su búsqueda es una prioridad internacional tras la emisión de una circular amarilla de Interpol.
Al momento de su desaparición, Kevin vestía pantalón de drill negro, camisa blanca y chaqueta gris. Mide 1,67 metros, tiene ojos castaños y cabello negro. Como señas particulares, sus familiares destacan un lunar al lado derecho del mentón y una cicatriz de apendicitis.
Luis Eduardo Espinosa Cotrino, 80 años
El rastro de Luis Espinosa se perdió el pasado 16 de abril en el barrio 20 de Julio. Las cámaras de seguridad del sector captaron sus últimos pasos tras salir de su hogar para realizar su rutina habitual de ejercicio. Sin embargo, la preocupación de su familia crece cada minuto, pues Luis padece de hipertensión y requiere medicación diaria. “Él siempre volvía a la una de la tarde. Lo hemos buscado hasta en San Bernardo sin éxito”, relató su esposa, Rosalba González.
Con una circular amarilla de Interpol vigente, su búsqueda se extiende por todo el mundo. Luis mide 1,63 metros, tiene el cabello blanco y ojos azules. Como seña particular, presenta una cicatriz en uno de sus dedos.
Yuliet Natalia Quintero Celis, 15 años
El mediodía del 29 de mayo fue la última vez que se tuvo noticias de Yuliet Quintero. La menor salió de su casa en el barrio Danubio Azul, en la localidad de Usme, rumbo a su colegio, Fabio Lozano Simonelli. Ante el riesgo que representa su desaparición, Interpol ya emitió una circular amarilla para activar su búsqueda internacional.
Yuliet, de 1,55 metros de estatura, es de contextura mediana, piel clara, ojos castaños y cabello ondulado castaño claro. El día de su desaparición vestía el uniforme escolar: sudadera y chaqueta negra con franjas blancas y rojas, camiseta blanca, tenis blancos y una maleta gris.
Juan Pablo Icabuco Mora, 23 años
Fue visto por última vez el 8 de junio sobre las 4:00 a. m., cerca a la iglesia del barrio Chuniza en Usme, mientras se dirigía a un encuentro con un amigo. Su padre, Pablo Icabuco, contó que la investigación judicial avanza a paso lento y el caso ya está tipificado como desaparición forzada. “Han cambiado cuatro veces de fiscal. Nos dicen que hay que tener paciencia, que hay casos más importantes y que llevan más tiempo. Eso duele y parte el alma”.
Juan Pablo es técnico en programación del Sena y trabajaba como conductor de un camión turbo. Soñaba con estudiar mecánica automotriz y comprar su propio vehículo a finales de año. Su padre lo describe como un joven alegre, trabajador y sin enemigos. Hoy, mientras reciben apoyo psicológico de la Cruz Roja, exigen respuestas reales de la justicia: “Es una época dura porque su mamá cumplió años el 24 y es muy triste no tener noticias de él. Queremos información, sin evasivas. O que nos digan que lo busquemos por nuestros medios”.
De acuerdo con la circular amarilla de Interpol, Juan Pablo Icabuco mide 1.70 metros de altura, tiene ojos color castaño y cabello negro. Como señas particulares, tiene expansiones en ambas orejas y un tatuaje del escudo de Millonarios (de 7 cm) en su cuerpo.
Charol Saray Rojas Yate, 8 años
El 15 de junio, un domingo que comenzó como un juego, terminó en tragedia para la familia de Charol Rojas. Sobre las 10:00 de la mañana, la menor salió de su conjunto residencial en Usme junto a su hermano de 9 años y su primo de 10 hacia la quebrada Chuniza. En las inmediaciones del cuerpo de agua, Charol cayó accidentalmente a la corriente. En un acto de valentía, su hermano intentó rescatarla, pero el golpe de un tronco arrastrado por el agua le impidió ponerla a salvo.
Desde aquel momento, el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá desplegó equipos técnicos de salvamento y rescate acuático. Sin embargo, a pesar de las intensas jornadas de búsqueda río abajo, el paradero de Charol sigue siendo desconocido.
Hilver Orlando Rodríguez Pineda, 33 años
Una imagen de cámara de seguridad es lo último que conserva la familia de Hilver Rodríguez. El 12 de julio, el hombre terminó su jornada en una ferretería del barrio Comuneros en la calle 6 con carrera 30 y desapareció al mediodía sin dejar rastro. De acuerdo con su hermano Orlando Rodríguez, a la fecha no han sabido nada de su paradero. “La simcard aparece como si la hubieran desactivado. Hemos estado en hospitales y Medicina Legal, pero nada. Desde Fiscalía tampoco nos dan razón. Hemos estado bastante tristes”.
Hilver mide 1,65 metros de estatura, utiliza gafas de marco redondo y dorado. Su cabello y barba son de color negro.
Mathias Parra Briceño, 1 año
Fue reportado como desaparecido el 4 de agosto. Interpol emitió alerta amarilla por este caso, detallando que uno de los países probablemente visitados fue Venezuela.
Ayelen Sofía Páez Oliveros, 16 años
Cuatro meses completa la desaparición de Sofía Páez, luego de ser vista saliendo de su casa el 9 de agosto en la localidad de Chapinero. El último rastro que tiene su familia es un día después, cuando cámaras de seguridad de la Avenida Primera de Mayo, donde se adelantan las obra del Metro, la captaron caminando a las 3:00 a. m.
Su mamá, Claudia Oliveros, contó que las líneas de hipótesis sobre la desaparición son varias, pero una de ellas podría ser que un tercero la pudo haber engañado por redes sociales. El caso ya está reportado como desaparición forzada y las únicas pruebas que se tienen son el video de esa madrugada.
“Nos han cambiado el fiscal dos veces, pero no sentimos que haya avances. Necesitamos celeridad y que nos digan en que va la investigación. Por ahora, seguimos recorriendo hospitales y entregando carteles en los límites de Bosa y Kennedy donde fue la última vez que la vieron”, detalló Oliveros.
Sofía cursaba grado once y en sus proyectos está estudiar medicina en la Universidad Nacional. “Es una persona muy alegre, inteligente, amorosa y ama mucho a los animales. Para mí ha sido muy difícil vivir con esta incertidumbre, necesitamos que nos ayuden”, pidió su mamá.
Sofía Páez mide 1.47 cm, tiene ojos color miel-castaño y cabello castaño rizado a la altura del hombro con rayos rubios. Como señal distintiva está una cicatriz en su nariz por un piercing y un lunar en su hombro izquierdo. El día que desapareció iba vestida con una chaqueta negra, jean azul, bolso negro pequeño y zapatos beige. Interpol ya emitió alerta amarilla por este caso.
Gabriel Eduardo Cano Díaz, 18 años
El 12 de agosto, la rutina de Gabriel Cano quedó registrada en cámaras, pero su paradero se convirtió en un enigma. Tras asistir a una cita de ortodoncia en Kennedy, Gabriel fue visto cruzando la Avenida Primero de Mayo a las 11:15 a. m. Luego ingresó a un supermercado Olímpica, donde permaneció 30 minutos, revisó su celular y retiró COP 30.000 de un cajero. Al salir de ese establecimiento, se perdió todo rastro de él.
Para su familia, la desaparición es inexplicable: Gabriel estaba entusiasmado con la apertura de una barbería junto a sus amigos; incluso, el mismo día de su ausencia, llegaron a su casa los implementos de trabajo que había pedido. Interpol ya emitió alerta amarilla por este caso.
Gabriel Cano mide 1.70 metros, tiene ojos color castaño oscuro y pelo negro. Como distintivos particulares es el uso de braquets, un tatuaje de alas de ángel en su clavícula izquierda de color negro, una cicatriz en el pómulo derecho y en sus orejas dos perforaciones de aretes. El día de su desaparición llevaba unos jeans color gris, una chaqueta negra, tenis color blanco y un carril negro con rayas blancas.
Alexander Celestino Lobo, 18 años
Oriundo de Tierra Alta Córdoba, familiares del joven no saben nada de su paradero desde el pasado 24 de agosto luego de viajar de Medellín a Bogotá y llegar al sector de La Gaitana, en la localidad de Suba. La denuncia ya fue interpuesta ante la Fiscalía e Interpol ya emitió alerta amarilla.
Alexander Celestino mide 1.80 centímetros, tiene ojos color castaño y pelo de color negro. Sus signos distintivos son una mancha café al costado derecho de su cintura y en el dedo índice de la mano izquierda le falta una falange.
- Gerardo Iván Arbelaez Castaño, 38 años
Hijo de un funcionario de la Aeronáutica Civil, Gerardo desapareció el 11 de octubre en el barrio Lisboa, localidad de Suba, luego de comunicarse sobre las 10:00 p. m. e informar vía telefónica que estaba consumiendo bebidas embriagantes en una tienda. Desde entonces se desconoce su paradero. Ese día vestía un buzo con capota color gris oscuro, pantalón azul y gorra beige.
Gerardo mide 1,70 metros de estatura. Es de contextura mediana, color de cabello trigueño, ojos color café, cicatriz en el cuello y utiliza gafas de marco negro.
Jimena María Mendoza, 53 años
Oriunda de Ibagué, Tolima, esta madre de dos niños desapareció el pasado 7 de noviembre en el barrio Eduardo Santos, localidad de Los Mártires cuando se comunicó por última vez vía telefónica sobre la 1 de la tarde. De acuerdo con su hermana Marcela Mendoza, la pérdida de uno de sus hijos año y medio tuvo consecuencia en su salud mental. “Le envío un mensaje a su otro hijo advirtiendo que quería suicidarse, pero no hemos encontrado el cuerpo (...) La Fiscalía no nos ha dicho nada”, aseveró.
Jimena mide 1,56 metros de altura, es de piel trigueña, ojos oscuros con lentes de contacto verdes y su color de cabello es rojizo tinturado. Como rasgos distintivos tiene en la espalda un tatuaje de espiga de diente de león. El día de su desaparición llevaba un jean color azul, blusa y bolso color gris.
Nicolás Bernarte, 21 años
La angustia para la familia Bernarte Cárdenas no ha menguado desde el 27 de noviembre, último día en que supieron de Nicolás tras salir en la noche a trabajar como conductor de plataformas digitales por sectores de las localidades de Bosa y Kennedy.
Según relató su papá, Álvaro Bernarte, su esposa le escribió sobre las 12:30 de la madrugada para saber cómo estaba, pero no respondió. Tan solo minutos después, Nicolás le envío un mensaje de texto a su novia. Esa fue la última comunicación que supieron de él
Ya sobre las 7 de la mañana del 28 de noviembre, el padre de Nicolás rastreó el GPS del vehículo, el cual fue arrojado en inmediaciones de la Terminal del Sur, lejos del conjunto residencial donde Nicolás usualmente parqueaba. Al consultar la información del dispositivo, encontraron que el recorrido incluyó zonas boscosas de difícil acceso.
Tras la denuncia a la Policía, el vehículo fue ubicado sobre las cinco de la tarde en el sector de Bosa San José (Bosa). De esta manera, uniformados interceptaron el automotor donde un hombre y una mujer intentaron escapar, pero fueron capturados. “Ya les legalizaron la captura. Les imputaron los delitos de receptación y secuestro agravado. No han dicho nada del paradero de mi hijo. E intentado ir a la cárcel y hablar con ellos, pero no ha sido posible”, sentenció Álvaro Bernarte
Nicolás David Bernate Cárdenas es de contextura delgada, mide aproximadamente 177 centímetros, tiene piel blanca, una cicatriz en la ceja izquierda y usa un piercing en la nariz. El día de su desaparición vestía un buzo beige y un pantalón claro.
Luis Antonio Gutiérrez Cuervo, 59 años
Luis Antonio fue visto por última vez el 1 de diciembre en la calle 80 con carrera 89, el barrio Florencia, localidad de Engativá. Sobre el mediodía salió rumbo a la casa de su hermano en el barrio Bonanza, pero se perdió todo rastro.
De acuerdo con su sobrino, Yeison Cuevas, personas les han mencionado que lo han visto por el sector de Corabastos, Castilla, Las Ferias y Bonanza. “En carro o en moto, les hemos preguntado a habitantes de calle, vendedores ambulantes, recicladores y transeúntes”.
Luis trabaja independiente en un puesto de tamales en Villa Luz y es padre de una hija. “Es doloroso y más por esta época que todo el mundo está pensando en familia”, agregó su sobrino.
El día de su desaparición vestía una camiseta polo azul, jean oscuro y chaqueta roja. Luis Antonio mide 1,65 metros de altura. Su cabello es color negro y sus ojos color oscuro. Perdió uno de sus dientes, como rasgo físico distintivo.
¿Cómo reporto a una persona desaparecida?
Según Medicina Legal, cuando se presume la desaparición de una persona, lo primero, es iniciar la búsqueda con su círculo más cercano con familiares, amigos, vecinos o conocidos. De igual forma, tratar de recorrer los sectores aledaños a donde la persona fue vista por última vez, indagar en estaciones de Policía, centros médicos, ICBF y, finalmente, Fiscalía. Las tres primeras horas son las más decisivas para lograr una localización efectiva.
Si la búsqueda ha sido infructuosa, recuerde que no debe esperar 72 horas para denunciar a las autoridades, de acuerdo con el Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU) de la Fiscalía General de la Nación (Ley 971 de 2005). Para activar este mecanismo, puede solicitarlo ante un fiscal o un juez de manera gratuita, suministrando todos los datos que permitan la identificación de la persona desaparecida, como prendas de vestir, características físicas, lugar de residencia y rasgos, entre otros.
Dentro de los derechos de los familiares que activen este mecanismo están: ser informado y conocer las diligencias realizadas para la búsqueda; escoger el funcionario que tramitará el mecanismo y solicitar el cambio del funcionario judicial de ser necesario. Así mismo, tendrá derecho a solicitar la activación del mecanismo cuantas veces desee. Eso si es importante tener en cuenta que luego de dos meses, las autoridades reportan el estado de desaparición, sino ha sido posible ubicarla, el proceso continúa.
Desde la Secretaría de Seguridad tienen dispuesto el programa AIDE (Asistencia Integral a la Denuncia), donde profesionales especializados acompañan y activan la ruta:
- Orientan sobre el reporte inmediato a la Línea de Emergencias 123, canal que permite activar la respuesta policial y articular acciones en el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4).
- Apoyan en la formalización del reporte ante la Fiscalía General de la Nación, instancia competente para la activación del Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU).
- Orientan sobre la importancia de realizar el diligenciamiento del reporte en el SIRDEC (Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres), plataforma del Instituto Nacional de Medicina Legal que permite registrar, cruzar y hacer seguimiento a la información relacionada con personas desaparecidas a nivel nacional.
Para contactarse con la Fiscalía, la ciudadanía puede llamar al 01 8000 9197 48. En Bogotá al (601) 570 2000, opción 7, o también puede marcar desde su celular al 122.
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