A pesar del de casi dos años de espera de la entrega del intercambiador vial de la calle 72, una de las obras complementarias del proyecto de la primera línea del metro de Bogotá, el Distrito optó no cobrarle al concesionario chino una millonaria multa, como sanción por las demoras.
Aunque la administración asegura que sí aplicó descuentos al presupuesto por esta situación, estos habrían sido pocos frente al monto total de la deuda, que se calcula con base en los días de incumplimiento. Para la fecha del proceso, la cifra superaba los $6.405 millones, como parte de una sanción impuesta desde finales del año pasado.
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La primera fecha de entrega de la obra, que estaba para el 2023, fue incumplida por el concesionario, por lo que se fijó, durante la administración de Claudia López, una nueva para el 9 de octubre de 2024. Esta tampoco se cumplió y desde entonces la empresa china “compró” varios días que extendieron el plazo hasta el diciembre de 2024.
Llegada esta fecha, se le dio un periodo de cura de 45 días hasta el 23 de enero de 2025, en la que tampoco se logró la entrega que se dio, finalmente, hasta febrero de este año.
Tras este último incumplimiento, la Alcaldía de Bogotá decidió iniciar un proceso sancionatorio contra el concesionario chino. Sin embargo, a través de un derecho de petición que envió la concejal Heidy Sánchez y que le respondieron el 12 de junio, la Empresa Metro indicó que recientemente cerró el proceso en contra la empresa china.
“Una vez presentado el informe de la Interventoría dentro del trámite de un recurso de reposición, que presentó el concesionario, la entidad dio por terminado el procedimiento sancionatorio, al tener evidencia de la cesación de la situación de incumplimiento”, se lee en el documento.
De acuerdo con la concejal Sánchez, el Distrito no se detallaron las razones por las que se tomó la determinación de cerrar el proceso. “El alcalde y la Empresa Metro de Bogotá premiaron al concesionario por no cumplir con seis fechas de entrega. Vale recordar que esta obra estaba programada para enero de 2023 y se entregó hace unos meses″, sostiene la concejal del Pacto Histórico, quien indicó que el Distrito confirmó la decisión de no sancionar a la empresa, a través de una respuesta a un derecho de petición.
Desde la Empresa Metro de Bogotá dieron explicaciones e indicaron que, si bien se cerró el proceso, ya se habían descontado $1.281 millones al concesionario Metro Línea 1 de su retribución. Por su parte, la EMB informó que aún se avanza en el proceso para hacer la entrega formal de la obra, que ya tiene cuatro meses de estar operando en la ciudad.
“En el marco de lo contemplado en el contrato de concesión, la Empresa Metro había iniciado un proceso sancionatorio por el retraso. Sin embargo, en el desarrollo del mismo, la interventoría reportó como finalizada la obra, razón por la que, de acuerdo con el contrato, el Estatuto General de la Contratación y la ley 1474 de 2011 se suspendió cualquier tipo de sanción al no ser jurídicamente procedente”, indicó la EMB, a través de un comunicado.
Por su parte, fuentes del concesionario chino Metrolínea 1 le comentaron a El Espectador que luego de que se abrió el proceso sancionatorio, se interpuso un recurso en el que mencionaron los inconvenientes durante la ejecución de las obras. Tanto la interventoría como la Empresa Metro aceptaron los argumentos y determinaron que sí se cumplió con la obra y, por ende, se decidió no imponer la sanción.
“Como consecuencia de un incumplimiento parcial se adelantó el proceso administrativo sancionatorio, pero se resolvió el recurso de reposición a favor del contratista y se revocó la resolución que declaró el incumplimiento contractual”, indicó el concesionario a El Espectador.
En ese sentido, el constructor indicó que esto se logró gracias a los argumentos y a la documentación que aportaron, que evidenciaron el cumplimiento contractual. Entre las pruebas se destaca el informe de la interventoría, que señala expresamente: “las obras del Intercambiador de la Calle 72 se encuentran a la fecha terminadas”.
Vale señalar que este tipo de sanciones las determina la Ley 1474 de 2011, que indica que “la entidad podrá dar por terminado el procedimiento en cualquier momento, si por algún medio tiene conocimiento de la cesación de situación de incumplimiento”.
¿Por qué se habla de dos años de demoras?
Inicialmente, la construcción del intercambiador de la calle 72 hacía parte de las obras de la fase previa del proyecto Metro de Bogotá. Esta fase, de acuerdo con el contrato de la megrobra, debía terminar en enero de 2023, con todas las obligaciones que implicaba esa fase del proyecto.
No obstante, en el modificatorio del contrato #6, se tomó la decisión de que dejará de ser obligación de la fase previa y pasó a ser de la fase de construcción, otorgando 640 días para la construcción, que terminaban en septiembre del año pasado, obligación que, de nuevo, se incumplió. Por esta razón, se dice que fueron dos años para la entrega de esta obra.
¿A qué se debieron los retrasos?
En la pasada administración, el consorcio Metro Línea 1 tercerizó la obra, pero el subcontratista no cumplió con los tiempos; fue negligente con el suministro de materiales, y además, se topó con toda clase de tropiezos, debido a lo que se escondía bajo los suelos de la calle 72. Esto llevó a que la nueva administración intercediera y el consorcio chino tomara en mayo de 2024 las riendas de la obra.
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El primer retraso duró tres meses y fue luego encontrar las ‘traviesas’ del viejo tranvía, piezas de madera, que iban en medio de los rieles, y que encontraron cuando el consorcio comenzó a construir un carril, para implementar el Plan de Manejo de Tránsito y habilitar paso hacia la 72. Estas traviesas podrían tener más de un siglo y el ICANH (Instituto Colombiano de Antropología e Historia) pidió verificarlas.
Otro reto fue el terreno en la calle 72 que es un suelo lacustre, es decir, que tiene demasiada agua por debajo. Por ello, la zona aledaña se conoce como Unilago. Para realizar este proceso fue necesario hacer “muros pantalla”, para contener la tierra excavada.
En un principio el agua obligó a que la excavación no pudiese llegar más abajo de 3 metros para evitar inundaciones, ralentizando los procesos. El clima tampoco ayudó y cuando llovía en Bogotá, el grupo debe invertir hasta cuatro horas diarias bombeando agua, para que no se empozara el túnel, razón de más, para que se adquirieran máquinas de bombeo para optimizar las labores.
Según cifras oficiales de la EMB, el proyecto de la Línea 1 del Metro de Bogotá marcha según el cronograma y los líos no han sido financieros, según Adriana Padilla, gerente de Comunicaciones de la EMB. “La contraprestación económica al concesionario se realiza cada trimestre, según van terminando las Unidades de Ejecución (UE)”. De esta manera, a la fecha se han desembolsado casi $1,6 billones, que ha complementado con préstamos internacionales.
Los retos en las obras, según el concesionario, han estado en las deficiencias del inventario de redes; las restricciones horarias para los Planes de Manejo de Tráfico (PMT), así como los hallazgos imprevistos (como restos arqueológicos o condiciones geotécnicas).
“Actualmente, el cambio climático impactan los tiempos previstos”, agregó. Por su parte, la interventoría del proyecto, “el reto más importante, es continuar el paso para que a finales de este año lleguemos al 70 % de las obras. Con esto, en 2026 llegarán los primeros equipos ferroviarios para su montaje, clave para el proyecto”.
*Nota del editor: esta nota se modificó para explicar por qué se habla de dos años de incumplimientos en la entrega del deprimido de la calle 72.
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