“Ni el maestro ni su obra están en el olvido”: directora de la Casa Grau

“Desde aquí irradiamos cultura. Este no es un museo estático”. Así describe Mónika Hartmann a la Casa Grau, que dirige desde hace 11 años, tiempo en el que ha buscado mantener viva la memoria del maestro Enrique Grau en Bogotá y en el país.

A pesar de que la escultura Rita 5:30, ubicada cerca al Parque Nacional, está deteriorada (según el Instituto de Patrimonio será restaurada entre esta y la otra semana), y de que el plafón del teatro Heredia de Cartagena pide un urgente mantenimiento, Hartmann señala que ha hecho los llamados correspondientes a las instituciones gubernamentales para su reestructuración, y que desde la fundación no han parado de trabajar por la mantener viva la memoria del artista ni por el sostenimiento del museo.

Lea: Enrique Grau, a 10 años de su muerte

“Comenzamos a hacer de esto una casa museo, un centro cultural, porque el maestro no quería un museo quieto, sino un lugar dinámico, y eso es lo que estamos haciendo, con exposiciones de artistas jóvenes, connotados, nacionales y extranjeros, todo el año; conciertos de música clásica, clases de arte, de historia, charlas y tertulias. Según su testamento, él no quería un museo estático. La cultura y la educación tienen que ir de la mano”, señaló la directora de la Casa Grau. 

Pero la recuperación de este espacio no ha sido gratuita. Según Hartmann, después de la restauración de la casa, que estuvo a cargo del Ministerio de Cultura en 2007, el costo mensual de mantenimiento es de alrededor de $20 millones, sin recibir ninguna ayuda estatal. Por ello han creado diferentes fuentes de ingreso para poder sostener su funcionamiento, como prestar parte de la casa para eventos sociales, hacer réplicas certificadas de las obras principales de Grau intervenidas por otros artistas, pues tienen los derechos de autor del pintor, así como una tienda en la cual venden café colombiano, vino tinto español, agendas, platos y vasos, con el fin de rescatar la obra del artista y hacerla más cercana a la gente por precios asequibles y que a la vez permitan el mantenimiento del lugar.

Lea: Por el rescate de la obra del artista Enrique Grau desde Bogotá

“La obra del maestro Grau es patrimonio de la Nación y la casa es bien de interés cultural, pero desafortunadamente nosotros no recibimos ni un peso, pagamos todos los impuestos, pagamos prediales, pagamos absolutamente todo siendo una fundación sin ánimo de lucro que además está haciendo cosas reconocidas, pero no recibimos ni un peso del Gobierno ni de la Alcaldía”, rescata Hartmann.

Para este año, la apuesta de la fundación está en la tercera edición de la Bienal Premio Grau, que será entregado en julio de este año; así como en la apertura de una exposición que estará hasta el próximo 8 de junio en la Fundación Santa Fe de Bogotá, y la programación cultural y académica que caracteriza a la casa.

Lea: Enrique Grau: un artista del Caribe

Para el 2020, año en el que se celebraría el centenario del nacimiento del artista, la fundación planea una gira por Costa Rica, Puerto Rico y Miami, a través de la cual se buscará proyectar su obra en escenarios internacionales.

“Esto hay que manejarlo con pasión porque plata no hay, pero si te enamoras del tema y de verdad te gusta hacer algo, no necesitas decir que te tienen que pagar tantos millones para estar en esto. Vivo hace muchos años en Colombia, tengo acá a mis hijos, a mis nietos, soy feliz aquí, soy feliz en casa Grau”,  recalcó por último Hartmann, una boliviana con nacionalidad alemana.

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El Espectador Bogotá

“Desde aquí irradiamos cultura. Este no es un museo estático”. Así describe Mónika Hartmann a la Casa Grau, que dirige desde hace 11 años, tiempo en el que ha buscado mantener viva la memoria del maestro Enrique Grau en Bogotá y en el país.

A pesar de que la escultura Rita 5:30, ubicada cerca al Parque Nacional, está deteriorada (según el Instituto de Patrimonio será restaurada entre esta y la otra semana), y de que el plafón del teatro Heredia de Cartagena pide un urgente mantenimiento, Hartmann señala que ha hecho los llamados correspondientes a las instituciones gubernamentales para su reestructuración, y que desde la fundación no han parado de trabajar por la mantener viva la memoria del artista ni por el sostenimiento del museo.

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“Comenzamos a hacer de esto una casa museo, un centro cultural, porque el maestro no quería un museo quieto, sino un lugar dinámico, y eso es lo que estamos haciendo, con exposiciones de artistas jóvenes, connotados, nacionales y extranjeros, todo el año; conciertos de música clásica, clases de arte, de historia, charlas y tertulias. Según su testamento, él no quería un museo estático. La cultura y la educación tienen que ir de la mano”, señaló la directora de la Casa Grau. 

Pero la recuperación de este espacio no ha sido gratuita. Según Hartmann, después de la restauración de la casa, que estuvo a cargo del Ministerio de Cultura en 2007, el costo mensual de mantenimiento es de alrededor de $20 millones, sin recibir ninguna ayuda estatal. Por ello han creado diferentes fuentes de ingreso para poder sostener su funcionamiento, como prestar parte de la casa para eventos sociales, hacer réplicas certificadas de las obras principales de Grau intervenidas por otros artistas, pues tienen los derechos de autor del pintor, así como una tienda en la cual venden café colombiano, vino tinto español, agendas, platos y vasos, con el fin de rescatar la obra del artista y hacerla más cercana a la gente por precios asequibles y que a la vez permitan el mantenimiento del lugar.

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“La obra del maestro Grau es patrimonio de la Nación y la casa es bien de interés cultural, pero desafortunadamente nosotros no recibimos ni un peso, pagamos todos los impuestos, pagamos prediales, pagamos absolutamente todo siendo una fundación sin ánimo de lucro que además está haciendo cosas reconocidas, pero no recibimos ni un peso del Gobierno ni de la Alcaldía”, rescata Hartmann.

Para este año, la apuesta de la fundación está en la tercera edición de la Bienal Premio Grau, que será entregado en julio de este año; así como en la apertura de una exposición que estará hasta el próximo 8 de junio en la Fundación Santa Fe de Bogotá, y la programación cultural y académica que caracteriza a la casa.

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Para el 2020, año en el que se celebraría el centenario del nacimiento del artista, la fundación planea una gira por Costa Rica, Puerto Rico y Miami, a través de la cual se buscará proyectar su obra en escenarios internacionales.

“Esto hay que manejarlo con pasión porque plata no hay, pero si te enamoras del tema y de verdad te gusta hacer algo, no necesitas decir que te tienen que pagar tantos millones para estar en esto. Vivo hace muchos años en Colombia, tengo acá a mis hijos, a mis nietos, soy feliz aquí, soy feliz en casa Grau”,  recalcó por último Hartmann, una boliviana con nacionalidad alemana.

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