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En una vereda de San Juan de Sumapaz, un niño pequeño vistiendo un sacó rojo convirtió su patio escolar en un campo de juego improbable: no contra otros niños, sino con su oveja. La criatura lo sigue con ternura mientras él patea el balón, una escena que rápidamente se viralizó en redes sociales bajo el nombre de “Fútbol y amistad”.
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La grabación refleja algo más profundo que un momento simpático: habla de la libertad, de la imaginación y de la pureza del vínculo entre un niño y un animal criado en el campo. Para muchos usuarios, esa oveja parece jugar con más entrega que varios equipos profesionales, y algunos bromean diciendo que “podría superar a futbolistas de renombre”.
Más allá de los memes y los comentarios divertidos, el video también revela la realidad de la vida rural en Sumapaz: un lugar donde el fútbol no se juega en estadios de concreto, sino en canchas sencillas, rodeadas de paisaje, tierra y silencio.
En esa vereda, un balón y una oveja se vuelven compañeros de sueños, y ese juego se convierte en una metáfora de resiliencia y esperanza.
🟥El tierno video de un niño jugando fútbol con su oveja se toma las redes sociales. El adorable momento fue captado en la escuela de San Juan de #Sumapaz, en #Bogotá pic.twitter.com/bA4GkxXjzT
— cartagoaldia (@cartagoaldia) November 17, 2025
Este momento ha tocado a muchos: la espontaneidad del niño, la nobleza del animal y la naturalidad con la que interactúan han generado miles de reacciones.
En tiempos donde las redes a menudo exponen la fricción social, esta escena recuerda que en lo pequeño también emerge la alegría, el afecto y la magia de la inocencia.
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