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Opinión: Retrocesos en el derecho a la salud

La Constitución de 1991 hizo de la salud un derecho inalienable, colocando en cabeza de cada ciudadano un monto per cápita o UPC para garantizar la financiación de los servicios que requiriera, algo que este gobierno quiere eliminar para entregarle de nuevo estos recursos a los hospitales.

Luis Gonzalo Morales Sánchez
18 de mayo de 2023 - 06:00 p. m.
Existen servicios como las emergencias o ciertos servicios esenciales que se debe garantizar su disponibilidad, así nunca sean utilizados
Existen servicios como las emergencias o ciertos servicios esenciales que se debe garantizar su disponibilidad, así nunca sean utilizados
Foto: Jose Vargas

La seguridad social o los “seguros sociales” son una creación reciente de la humanidad que data de comienzos del siglo XX con el nacimiento de la Organización Internacional del Trabajo. A partir de allí se establecieron en casi todo el mundo los seguros sociales para proteger al trabajador en caso de enfermarse, encargándose de pagar por él los servicios que requiriera. Anteriormente, debía hacerlo por su propia cuenta que por los elevados costos era casi siempre imposible que pudiese asumirlo.

El artículo 48 de la Constitución colombiana de 1991 definió la seguridad social como un “derecho irrenunciable” de todos los colombianos. Antes de esta, únicamente se beneficiaban al 25% de los ciudadanos que tenían un trabajo formal o lograban pagarla de sus bolsillos. El 75% restante, trabajadores informales y personas pobres, debían acudir a los hospitales públicos o a la caridad en entidades privadas para ser atendidos.

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Con la creación del Ministerio de Salud y los hospitales públicos, en 1953 nació el denominado “sector oficial” que se encargaría de atender a quienes no cubriría el seguro social. Esta labor se complementaría con instituciones privadas que costeaban parte de su operación mediante “auxilios” que les entregaba el gobierno. Con la Constitución de 1991, los hospitales públicos y privados derivarían sus ingresos de las atenciones prestadas, mientras que los pagos no atados a una contraprestación o auxilios fueron proscritos.

Al entrar en vigor la Ley 100 de 1993, todo colombiano tendría derecho a un monto per cápita de recursos o UPC destinado a cubrir el costo de sus servicios de salud. Esto hacía que la atención integral en salud pasara a ser un derecho ciudadano y una responsabilidad del seguro social, y ya no de los hospitales y el presupuesto estatal, entidades que se financiarían en función de las personas atendidas y no en sus costos de operación.

Existen servicios como las emergencias o ciertos servicios esenciales que se debe garantizar su disponibilidad, así nunca sean utilizados, en los que se justifica, sean financiados con base en sus costos y no en las atenciones. Financiar a las instituciones que prestan los servicios y no a los ciudadanos que los demandan es un retroceso y una contradicción con la Constitución de 1991. El derecho fundamental a la salud es del ciudadano, no de las instituciones que lo prestan ni de quienes las manejan.

La reforma a la salud del actual gobierno quiere eliminar el pago per cápita al que tiene derecho cada ciudadano para revivir el pago directo a los hospitales en función de cuanto gasten y no de cuantos pacientes atiendan, obligándolos a inscribirse en ellos como condición para ser atendidos. Esto busca cooptar a los trabajadores del sector para consolidar el control político del sector y sus recursos bajo la idea de convertir la salud en una cuestionable herramienta de lucha política. La percepción de los ciudadanos sobre la disponibilidad, calidad, y oportunidad del servicio ya no cuentan.

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A(31678)18 de mayo de 2023 - 09:10 p. m.
Qué escrito tan malo. Claramente el gobierno del cambio quiere que los recursos no se queden en mano de los esquilmadores y politiqueros de la salud. Esa ley 100 empujada por el mediocre de Uribe ha causado muchas muertes. El retroceso viene desde esa ley. Decir que le quitan el derecho a la gente por pagar su salud es una gran mentira. Yo he pagado durante muchos años y no pocos pesos y la atención no ha sido buena. Esos recursos se están quedando en unos negociantes, la salud se volvió negocio
Larsen(kw2m3)18 de mayo de 2023 - 08:25 p. m.
Se tergiversa acá el verdadero propósito de la reforma, omitiendo las falencias y el fracaso de este modelo que en décadas no mejora, al contrario, empeora, con las continuas liquidaciones de las Eps, de 120 que iniciaron, solo 20 apenas sobreviven con las billonarias perdidas acompañadas de corrupción, recapitalizando algunas que son de los mismos dueños de las liquidadas dicen más del verdadero afán de mantener esa figura (…), razones que dan fe de la imperativa necesidad de cambio...
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