Lamentablemente, el racismo y la discriminación siguen siendo una realidad latente en la cotidianidad de muchas regiones del país, circunstancias a las que, pese los esfuerzos, no escapa Bogotá, aun cuando una de sus riquezas, es precisamente la pluralidad y la multiplicidad étnica que la habita.
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Un nuevo hecho que deja en evidencia que las agresiones de esta naturaleza ocurren en cualquier contexto, fue denunciado la mañana de este jueves 17 de julio por Yajaira Perea, periodista del Sistema Público de Medios RTVC, quien fue víctima de agresiones verbales mientras realizaba un viaje en un bus del SITP en la localidad de Usaquén, en el norte de la ciudad.
¿Qué pasó?
De acuerdo con el testimonio de la víctima, los hechos ocurrieron mientras se desplazaba en el mencionado bus de servicio público. Señala que, pese a que el bus tenía más de 10 sillas vacías, otra pasajera se sentó a su lado “solo para decirme negra asquerosa, negra hijueputa”.
Señala, además, que, en un principio, hizo caso omiso a los insultos, y se cambió de silla. Sin embargo, la otra mujer siguió insultándola, incluso frente a varios pasajeros más.
“No es una opinión, es un delito”
Esa fue la frase que Perea uso para responder a la seguidilla de insultos que la otra pasajera empezó a proferir en su contra a propósito de su color de piel. Acto seguido, llamó a la línea 123 para poner en conocimiento de las autoridades la situación.
Entre tanto, el conductor del bus, que atestiguó los hechos, paró frente al CAI Lisboa y acompañó a Perea a denunciar los hechos ante los uniformados de turno. En medio de ese proceso, la señalada racista intentó escapar, pero finalmente no le quedó de otra que dar la cara.
“Sí, le dije negra hijueputa, esas fueron mis palabras y soy consciente que se lo dije. Acepto que cometí un error, yo no sabía que era un delito. Y así no fuera un delito, tengo que respetar. Le pido perdón a ella. Yo tengo amigas negras de la costa que son amigas mías. Yo no soy racista”, fueron las palabras de la mujer ante las autoridades.
Finalmente, se llegó a una conciliación y las declaraciones de la agresora, en las que ofrece disculpas y se compromete a no reincidir, quedaron consignadas en el libro de anotaciones del señalado CAI.
“Hago un llamado al alcalde Carlos Fernando Galán, a María Fernanda Ortíz (gerente de Transmilenio) y a ETIB SAS (operadora del SITP) a implementar protocolos contra el racismo en el Sistema de Transporte Público de Bogotá. El mío no fue el primer caso, ni será el último”, puntualizó la periodista.
Cabe mencionar que en este caso, si bien la conciliación evita que la situación escale y se agrave para la agresora, en Colombia el racismo y la discriminación racial están tipificados como delito en el Código Penal.
Quien incurra en hechos de esa naturaleza, podría enfrentar penas que van desde los 12 a 36 meses de prisión, hasta multas de 10 a 15 salarios mínimos mensuales vigentes.
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