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A mediados de abril, el Distrito anunció que prepara un nuevo decreto que modifica el horario de rumba en la ciudad y los horarios de funcionamiento de establecimientos cuya actividad económica involucra expendio y consumo de alcohol. El proyecto de norma, que ya fue publicado en la plataforma de la Secretaría Jurídica de Bogotá, para la recepción de comentarios, extendería el horario de los bares en la ciudad hasta las 5:00 a.m.
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La medida, argumentan desde las secretarías de Gobierno y de Seguridad, se da con el fin de unificar el horario de los establecimientos de ocio nocturno en la ciudad, ya que algunos, se rigen con la norma que les permite operar hasta las 3:00 A.M. y otros, con la reglamentación más reciente, que les permite ir hasta las 5:00 A.M.
Esto, según el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, permitiría a las autoridades concentrar todas sus capacidades a través de un único horario, y mantener una mayor gestión del orden.
Sin embargo, otra de las disposiciones del decreto, indica que los establecimientos que solo expendan bebidas embriagantes, como licorerías, tiendas de barrio, grandes y medianas superficies, etc., solo podrán vender este tipo de productos entre las 10:00 A.M. y las 11:00 P.M. del mismo día. Mientras tanto, los bares, discotecas y gastrobares, si tendrán la licencia de vender licor desde las 10:00 A.M., hasta las 5:00 A.M.
Desde el Concejo piden prorrogar expedición de decreto
Es en este último punto que el Distrito ha encontrado divergencias expresadas desde varios sectores, especialmente en los horarios de venta de alcohol.
A través de una carta, el concejal Rolando González le pidió al alcalde Carlos Fernando Galán, prorrogar la expedición del decreto que busca modificar los horarios de funcionamiento para actividades económicas que involucran el expendio y consumo de bebidas alcohólicas en el Distrito Capital.
Señala González que, tal y como está planeado el borrador del decreto, se podrían generar efectos negativos en la economía nocturna y en el modelo de ciudad 24 horas.
Según el concejal, “en Bogotá funcionan 383 tiendas de conveniencia (pequeños comercios de barrio), de las cuales el 93% operan 24 horas. Bajo las nuevas restricciones, el 36% dejarían de operar en el turno nocturno de 10:00 p.m. a 6:00 a.m., lo que representaría un retroceso en la oferta de servicios y generación de empleo durante la noche. La restricción implicaría una disminución de $450 mil mensuales en los ingresos de 2 mil personas que laboran en este horario”.
Esto implicaría, según señala, un desincentivo de inversión y la apertura a nuevas tiendas que vienen realizando este tipo de establecimientos, lo que representa una pérdida de expansión comercial para Bogotá, especialmente en zonas que necesitan este tipo de negocios.“cerrar las tiendas de conveniencia, ocasionaría que se pierda los avances en el expendio y consumo de licor, fomentando la demanda de licor proveniente de canales ilegales”, puntualiza el concejal.
Para llegar a una solución concertada, el cabildante propuso abrir espacios de diálogos a través de mesas intersectoriales que incluyan al comercio formal más allá de bares y discotecas.
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