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Proceso de restauración en la reserva Van der Hammen: a una firma de su renovación

En el predio Las Mercedes se lleva a cabo hace 11 años un exitoso proceso de restauración ecológica, gracias a un comodato entre el Jardín Botánico y el IDU. Sin embargo, el convenio está próximo a expirar y, de no renovarse, todos los avances hasta el momento estarían en riesgo. Pese a la preocupación, Distrito dice que el proceso se mantendrá.

Camilo Tovar Puentes

18 de agosto de 2025 - 07:00 p. m.
Fragmento del bosque Las Mercedes en la Reserva Thomas van der Hammen.
Foto: Gustavo Torrijos Zuluaga
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Hablar de la reserva Thomas Van der Hammen es referirse, tal vez, a la ventana más importante que tiene Bogotá para asegurarse un futuro más amable en términos ambientales. Junto con los 17 humedales de la ciudad, los cerros orientales, los páramos y los pulmones citadinos (los parques Simón Bolívar y Entrenubes), la reserva cumple un papel clave en la regulación hídrica y climática de la capital.

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Con una extensión de 1.395 hectáreas y una ubicación estratégica que integra ecosistemas de Suba y Usaquén, como los humedales de La Conejera y Torca - Guaymaral; los bosques Las Mercedes (declarado santuario de fauna y flora) y Las Lechuzas, así como el Parque Ecológico Distrital de Montaña Cerro La Conejera, la importancia de la reserva se resume en que es la principal conexión entre los cerros orientales y el río Bogotá.

De ahí el valor de cualquier esfuerzo por su conservación, como el que desarrolla el Jardín Botánico hace 11 años en uno de los predios de la reserva: Las Mercedes, ubicado en la parte de la reserva que corresponde a Suba. La labor ha sido ejemplar, pues, según la concejala Heidy Sánchez (Pacto Histórico), ha permitido el incremento de la diversidad de aves endémicas y migratorias; la siembra de 61.890 individuos vegetales, y la reducción de la fragmentación ecosistémica de ‘media’ a ‘baja’, fortaleciendo la conectividad ecológica.

El problema es que este trabajo se realiza gracias a un comodato entre el Jardín Botánico y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), dueño del predio. Pero podría verse comprometido, ya que dicho contrato vence el 27 de agosto y, de no renovarse, los avances estarían en riesgo. Según los documentos que respaldan el proceso, el Jardín presentó el 18 de julio la propuesta para continuar el comodato (IDU-1188-2020), pero hasta el 15 de agosto, el IDU aseguró no haber recibido ninguna solicitud.

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“Esta contradicción genera incertidumbre sobre el trámite y pone en riesgo la continuidad de la ocupación y uso del predio, que hace parte estratégica de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá. De no resolverse, podría perderse un trabajo ambiental de años, por falta de celeridad y aparente omisión en la gestión de la solicitud”, advierte la concejala.

Proceso exitoso

El proceso de restauración Las Mercedes abarca una fracción del bosque que lleva el mismo nombre y el cual se considera uno de los pocos relictos de bosque que subsisten desde la época en que la zona formaba parte de una gran laguna. “El proceso arrancó en el 2014 con una estrategia llamada ‘Nodos de Biodiversidad’ que, a grandes rasgos, buscaba ampliar el bosque Las Mercedes, para garantizar la conectividad con el humedal La Conejera. Es decir, desde hace 11 años empezamos la investigación y los procesos en torno a la recuperación ecológica en ese punto de la reserva Van der Hammen”, advierte Germán Darío Álvarez, director técnico operativo del Jardín Botánico de Bogotá.

Especies como arrayanes, robles, cedros y mangles forman parte del paisaje. “El proceso de restauración pretende imitar el ciclo natural, pero recortando los tiempos a través de diferentes etapas de plantación. La primera busca recuperar el suelo y generar una dinámica de regeneración. Luego, una vez el suelo recobra sus características, vienen las plantas intermedias, que generaran condiciones de adaptación. Finalmente, las plantas medias empiezan su desarrollo y generan los nutrientes y las condiciones para que plantas más longevas, como el cedro o el arrayán, puedan desarrollarse”, señala Álvarez.

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Los buenos resultados han sido tales, que actualmente están retornando varias especies de aves, entre las que se cuentan las rapaces, hecho que da cuenta de la eficacia del proceso. “Por la vegetación nativa, la población de curíes crece en la zona y con ellos llegan las aves rapaces que los cazan, hecho que tomamos como un buen augurio y síntoma de que el equilibrio natural se está recuperando”, advierte el director operativo del Jardín Botánico.

Por otro lado, respecto al comodato, advierte que su continuación es un hecho. “El primer comodato terminó en 2019 y se renovó en 2020 con una vigencia de cinco años, que se terminan el próximo 27 de agosto. Los trámites para continuar con el tercer comodato, también para una vigencia de cinco años, ya están en curso. Entendemos la preocupación por el futuro de la restauración ecológica en la Reserva Van der Hammen y podemos decir, con toda franqueza, que el proceso seguirá tal y como se viene desarrollado”, añade.

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¿Qué dice el IDU?

El Espectador se contactó con el Instituto de Desarrollo Urbano para conocer la situación actual de la solicitud de continuación del contrato de comodato. Señalan, en primera medida, que “el contrato No. 1188 está vigente hasta el 27 de agosto de 2025 y, actualmente, se está gestionando la prórroga con el Jardín Botánico, la cual saldrá antes de la finalización del contrato”. Señalan, además, que la razón por la que la entidad afirmó que no había recibido la solicitud tiene que ver con que la radicación del documento, la cual se reflejó dos días después de esta última fecha en el sistema de gestión documental de la entidad.

“Actualmente, el trámite para la prórroga se encuentra dentro de los plazos establecidos y el IDU reitera su disposición para trabajar de manera articulada con el Jardín Botánico, en reconocimiento a la importancia ambiental, científica y social de las acciones que allí se desarrollan”, señala la entidad.

Sin embargo, las suspicacias persisten. María Mercedes Maldonado, representante del gobierno nacional en la mesa directiva de la CAR y experta en urbanismo, señala que “la Secretaría de Ambiente informó que el Jardín Botánico continuaría con el comodato y fortalecería la restauración, la investigación científica y la educación ambiental. Pero nos dicen que el Jardín ya no está en el predio y se acabaron las visitas ciudadanas”.

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Ante este punto, el Jardín Botánico indica que, si bien se permite el ingreso de personas, por las características y la importancia del lugar, solamente se hacen recorridos programados. “Con un proceso de inscripción previa, las personas pueden recorrer la reserva y empaparse del proceso de restauración. Hay que recordar que estamos hablando de un pequeño relicto, de 27 hectáreas, que debe mantenerse controlado. Por eso, el ingreso no es libre ni está habilitado de forma continua”, señala Álvarez.

Así las cosas, se espera que el proceso de solicitud de la prórroga del comodato siga su curso y llegue a buen puerto en los próximos días. Entre tanto, la investigación en Las Mercedes sigue, e incluso su proceso se ha entendido como un laboratorio para el desarrollo de iniciativas de recuperación y protección ambiental en proyectos tan importantes como la ALO Norte y Lagos de Torca.

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