En el marco del Día Mundial de las Ciudades, que se celebra esta semana en Bogotá, un grupo de ciudadanos se reunió este viernes 31 de octubre en las afueras del Ágora Bogotá para expresar su desacuerdo con el modelo de ciudad promovido por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán.
En contexto: Las ciudades no solo se construyen con ladrillos, sino con confianza
El encuentro coincidió con la entrega del premio Shanghái, un reconocimiento internacional que destaca a las ciudades por su desarrollo sostenible y la implementación de la Nueva Agenda Urbana, la guía de la ONU que orienta políticas y acciones urbanas sostenibles.
Según la Red por el Derecho a la Ciudad, que agrupa organizaciones políticas y procesos barriales, el plantón se realiza “por la forma en que se está diseñando, pensando y renovando la ciudad, que deja bastante que desear”.
Los manifestantes criticaron que los reconocimientos que se le han hecho a la ciudad durante el evento, no reflejan la realidad de ciertos sectores. “A la administración de Galán la están premiando por varias acciones, como la construcción de Viviendas de Interés Social, por su alto número de construcciones. Pero viendo cómo funciona ese negocio, es evidente que los recursos públicos para vivienda se canalizan hacia créditos a las inmobiliarias, endeudando a las personas, que terminan pagando créditos de por vida por espacios de hasta 29 metros cuadrados”, afirmó una de las participantes.
Otro participante añadió: “La agenda urbana y modelos como las ‘Smart Cities’ reflejan una visión que limita a las comunidades en su derecho a la gobernanza y al autogobierno, una perspectiva tecnocrática con decisiones tomadas desde un escritorio sin considerar nuestras realidades”.
Los manifestantes también denunciaron que la administración funciona como “una fachada para legitimar una supuesta democratización del arte y discursos sobre desarrollo o revitalización urbana como la única forma de construir la ciudad”. Aseguraron que se ignora la existencia de modelos populares que se oponen a la destrucción y expulsión de los barrios. “En Bogotá persisten lógicas de acumulación mediante despojos”, señaló otro participante.
La movilidad, los trancones diarios, los bloqueos por manifestaciones en Transmilenio y SITP, y la falta de transporte público en las periferias fueron otros motivos de la protesta.
Revocatoria
Además, el plantón apoyó el proceso de revocatoria contra el alcalde Galán, que avanza desde hace unas semanas a través de la recolección de firmas. “Estamos a favor de la revocatoria porque necesitamos una renovación de la ciudad que tenga en cuenta a quienes ya han contribuido a su desarrollo, a las periferias y a las necesidades de transporte de los barrios populares, sin expulsar a sus residentes ni aumentar el número de policías mientras la inseguridad sigue en ascenso”, dijo uno de los participantes.
Entre tanto, dentro del Ágora Bogotá se realizan debates sobre desarrollo sostenible y perspectivas urbanas para las próximas décadas, mientras el plantón continuaba en la parte exterior.
El reto, según expertos y manifestantes, es lograr que los frentes de obra y renovaciones urbanas que atraviesa la ciudad respondan a las necesidades de los sectores periféricos y populares, garantizando que los cambios beneficien a los sectores históricamente olvidados y estigmatizados.
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