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En la vereda La Unión, del municipio de Beltrán (Cundinamarca), un hombre fue sorprendido mientras talaba ilegalmente 22 árboles en el corazón del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) del bosque seco de la vertiente oriental del río Magdalena, una zona estratégica destinada a la conservación de la biodiversidad.
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El operativo, liderado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), a través de su Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA), contó con el respaldo del Ejército Nacional y de la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional (DICAR). Las autoridades hallaron al infractor en pleno proceso de corte, usando una motosierra de alta potencia, sin contar con ningún tipo de autorización ambiental.
El área afectada está bajo régimen de protección estricta. Allí, solo se permite el aprovechamiento no destructivo de productos del bosque, como frutos o semillas, más no la tala ni la alteración de su estructura ecológica. Según el informe técnico de la CAR, fueron taladas especies como diomate, doncello y chicalá, además de líquenes y bromelias —estas últimas bajo veda nacional y regional—, lo que constituye una infracción ambiental grave.
La directora jurídica de la CAR, Constanza Zúñiga, explicó que la afectación va más allá del arbolado: “Nuestros expertos constataron impactos sobre el bosque, el sotobosque y sobre la fauna que depende directamente de estos árboles para su ciclo de vida. La alteración de este hábitat tiene consecuencias en cadena para la biodiversidad local”.
El implicado afirmó que su intención era utilizar la madera para producir carbón vegetal. No obstante, en el momento del operativo no se evidenció ningún tipo de quema activa. Aun así, por haber sido sorprendido en flagrancia y no contar con permiso alguno, las autoridades procedieron con la suspensión de toda actividad de aprovechamiento y el decomiso preventivo de la motosierra, que quedó bajo custodia de la Dirección Regional Magdalena Centro de la CAR.
Este caso se suma a una serie de intervenciones que ha venido realizando la autoridad ambiental. A la fecha, la CAR ha ejecutado cerca de 60 operativos de alto impacto contra delitos ambientales en su jurisdicción, con el apoyo de la Fuerza Pública y de sus direcciones regionales.
El Distrito de Manejo Integrado del bosque seco del Magdalena es una de las pocas áreas de este ecosistema que aún se conservan en el país. Su protección es clave frente a la pérdida acelerada de cobertura vegetal, el cambio climático y la presión de actividades ilegales como la tala, la caza y el tráfico de fauna y flora.
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