El relato de una taxista, recogido por La FM de RCN, describe los momentos en que Claudia Giovanna Rodríguez Altuzarra se dirige al centro comercial Santafé, en el norte de Bogotá, donde posteriormente su expareja, identificado como Julio Alberto Reyes, la tomó como rehén y le quitó la vida.
De acuerdo con el testimonio, la conductora reservó la carrera de Claudia y, cuando la recogió, ella se despidió de su hija. “La niña le gritaba que la amaba, luego de eso notamos que nos empezó a seguir el tipo que la mató, quien iba a bordo de un vehículo vinotinto. Ella se acostó en las sillas para que no la viera y me contaba que se había regresado de Medellín porque él le dio una fuetera muy horrible y que había pedido varias veces ayuda, pero su vida no le importó a nadie”. (LEA: Feminicidio, un fenómeno que no para)
Claudia Giovanna le decía que tenía miedo. La conductora intentó esquivarlo tres veces y “por todos los medios”, pero no lo logró. Sobre la Autopista Norte, encontraron una patrulla y les pidieron auxilio a los uniformados, pero -según dijo- no recibieron ayuda. “El policía dijo: ‘ya le llamo al cuadrante’, pero nadie hizo nada (…) Lo que no hice fue tomarle una foto al número de la patrulla que supuestamente la iba a ayudar. El tipo se sonrió y no la ayudó”. (LEA: De la cárcel al cambio cultural)
Posteriormente, llamó al número telefónico del cuadrante desde el celular de la taxista, pero al parecer no obtuvieron una respuesta satisfactoria. (LEA: A Claudia nunca le parestaron atención, ni antes ni después del crimen: familia)
La conductora se bajó con Claudia Giovanna, de 41 años, y ella no podía caminar del miedo. Reyes Andrade estaba cerca. “Yo quería pegarle al tipo, yo quería ahuyentarlo. Pero no pude ayudarla más”, dijo entre lágrimas.
Según datos de la Policía Nacional, durante el primer trimestre del año, 225 mujeres fueron asesinadas. La Fiscalía, por su parte, reportó 52 feminicidios (asesinatos por su condición de ser mujer) en 2017 y 345 en los últimos cinco años.