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En medio de los retrasos, afectaciones a los comerciantes, y los procesos jurídicos en curso, el tramo de la calle 72, correspondiente a las obras del Metro de Bogotá, al fin entregó una noticia positiva. Durante la madrugada de este lunes, 17 de febrero, el consorcio Metro Línea habilitó el intercambiador vial de la calle 72.
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Este es uno de los componentes de obra más importantes del tramo, si no el que más, ya que permite la circulación de tráfico mixto en el sentido oriente - occidente, por debajo del corredor vial de la Caracas. Esta obra ayudará a mejorar la movilidad de este relevante sector empresarial de la ciudad, puesto que elimina tres cruces semafóricos y agiliza el tránsito por la zona. Asimismo, esta obra permitirá, en el futuro, la conexión de la primera línea del metro con la segunda, que será subterránea e irá hasta Suba.
Para hacer realidad este intercambiador vial fue necesaria la construcción de 215 muros pantalla para reforzar toda el área que tiene una profundidad hasta de 16 metros, se utilizaron 10.916 m³ de concreto, 1´664.490 kilos de hierro y se tuvieron que remover cerca de 27.000 m³ de tierra. De hecho, gran parte de la dificultad para entregar el intercambiador residió en el control de humedad y el hallazgo de objetos con valor arqueológico.
La estructura tiene una longitud total de 380 metros y los vehículos de tráfico mixto circularán 5,50 metros por debajo de la avenida Caracas. Se estima que cada hora circularán 2.500 vehículos aproximadamente. Sin embargo, a pesar de que el intercambiador habilita el paso de vehículos en sentido oriente - occidente y viceversa, el tramo mantendrá algunos desvíos mientras se completan las demás obras del tramo.
Sobre los componentes de espacio público que todavía faltan, el gerente de la empresa Metro, Leonidas Narváez, aseguró que el consorcio las entregaría a finales de marzo. Del mismo modo, Narváez confirmó la existencia de los procesos jurídicos contra el contratista por los retrasos que se extendieron más allá de noviembre, cuando se tenía prevista la entrega total del tramo.
Ese último punto es esencial, ya que un grupo amplio de comerciantes de la zona se encuentra afectado por el impacto de las obras en su actividad. Algunos de ellos, están al borde de la quiebra, y todavía no tienen claridad sobre cuando los obstáculos y polisombras serán removidos para lograr el acceso de los peatones a sus establecimientos.
Incluso, durante el acto de inauguración del intercambiador, los comerciantes bloquearon el paso de la Caracas e insistieron en su llamado al alcalde para resolver su situación.
Bajo esta misma línea, además del intercambiador, el contratista ya finalizó la intervención de 7.780 m² de espacio público nuevo y renovado, y en la adecuación de andenes, iluminación y plantación de árboles y zonas verdes. En relación con las vías del paso a desnivel de la calle 72, se encuentran estructuralmente terminadas, pavimentadas y señalizadas.
Incumplimientos en la calle 72
Hay una piedra en el zapato de la obra del Metro de Bogotá y continúa incomodando a sus desarrolladores y generando incertidumbre sobre la fecha real de entrega. Se trata del intercambiador vial de la calle 72, obra clave para la continuidad de las obras en la Caracas y que, por más de un año, ha atravesado toda clase de tropiezos técnicos.
Aunque el tramo de la 72 no afecta la construcción del viaducto, cuyo proceso va a toda marcha, lo cierto es que un proceso por incumplimiento sería el peor de los escenarios. La obra debía entregarse el 8 de enero de 2023, pero el concesionario no cumplió y desde entonces ha comprado tiempo y fijado nuevas fechas que siguen acumulándose. En ese sentido, la concejala Heidy Sánchez recordó que el 25 de enero de este año se configuró el 5.º incumplimiento con respecto a la entrega del Deprimido de la Calle 72.
El equipo que construye este intercambiador, inicialmente lo integraban 90 personas. En la pasada administración, el consorcio Metro Línea 1 tercerizó la obra, pero el subcontratista no cumplió con los tiempos; fue negligente con el suministro de materiales, y además, se topó con toda clase de tropiezos, debido a lo que se escondía bajo los suelos de la calle 72. Esto llevó a que la nueva administración intercediera y el consorcio chino tomara en mayo las riendas de la obra.
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Por Redacción Bogotá
