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Aunque ya hace varios años la pandemia por covid-19 dejó de ser noticia y preocupación entre las personas, los impactos y secuelas que dejo esta emergencia sanitaria siguen saliendo a la luz.
Si bien la mayoría de las investigaciones y los estudios se ha centrado en los impactos sobre la salud física y mental de los humanos, en los últimos años también han surgido trabajos sobre otras especies.
Un reciente estudio de dos investigadoras de universidades en Estados Unidos indagó por el impactó de la pandemia por covid-19 en el bienestar de los perros, los animales domésticos más numerosos en el mundo.
Para resolver esta inquietud, Courtney Sexton, investigadora posdoctoral de la Facultad de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland, y Yuhuan Li, de la Universidad de Washington, analizaron los datos proporcionados por los propietarios de más de 47.000 perros.
De los datos, recopilados entre 2020 y 2023, la idea era examinar las tendencias en cuanto al miedo, la atención y la excitabilidad, la agresividad, así como la capacidad de adiestramiento. Los resultados de su análisis fueron publicados recientemente en la revista académica PLOS One.
Al respecto, Sexton señaló que “lo más importante es que, con estos datos, ahora tenemos un punto de partida desde el que podemos seguir los cambios en el comportamiento de decenas de miles de perros a medida que envejecen, lo que en última instancia nos ayudará a comprender cómo se relacionan el comportamiento y la salud”.
Sobre los cambios de comportamiento, la investigadora señaló que “curiosamente” no se produjeron cambios sustanciales en los perfiles generales de los perros de un año a otro. Esto, a pesar de lo que cabría esperar, dados los cambios en el entorno y las rutinas que se generaron por cuenta de la emergencia sanitaria.
Sin embargo, el estudio sí reveló una pequeña pero notable excepción: la capacidad de adiestramiento. “Los perros inscritos en el estudio después de 2020 obtuvieron puntuaciones medias más bajas en cuanto a capacidad de adiestramiento. Esto contrastaba con los perros ya inscritos en 2020 como adultos, que probablemente se beneficiaron de la experiencia de adiestramiento previa a la pandemia”, apuntaron las investigadoras.
¿Qué pudo llevar a ese cambio? Las científicas son claras en advertir que todavía no tienen la respuesta, pero sí varias hipótesis. Entre las razones que pudieron influir, se encuentran la mayor adopción de perros, el mayor estrés de los propietarios y su menor capacidad para dedicar tiempo al adiestramiento.
Mientras las investigadoras esperan seguir adelantando estudios similares en el futuro, resaltaron que, de acuerdo con los datos, los perros y sus dueños parecen estar recuperándose de los tiempos de la pandemia.
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