Ciencia y tecnología: otra hoja de ruta sin presupuesto (por ahora)

El Gobierno presentó el borrador de un documento Conpes, en el que traza una política de ciencia, tecnología e innovación para la próxima década. Sin embargo, varios expertos creen que es apenas un pálido reflejo de lo propuesto en la Misión de Sabios.

Pablo Correa
17 de septiembre de 2020 - 03:00 a. m.
En el borrador de la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2030 no hay una cifra sobre el presupuesto para cumplir las metas.
En el borrador de la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2030 no hay una cifra sobre el presupuesto para cumplir las metas.
Foto: Getty Images

Lo primero que llama la atención al leer el borrador de la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2030, plasmada en un documento Conpes que ha sido puesto a consideración de los colombianos para que den sus opiniones, es que no hay una cifra sobre el presupuesto que se necesita para cumplir los objetivos trazados. En una de las primeras páginas se lee, en letras rojas, las únicas de todo el documento: “La política se implementará en el período 2021 a 2030, requerirá un valor aproximado para su ejecución de XXXX millones de pesos”. Las equis, incluidas en el documento original, simbolizan muy bien el eterno problema de la ciencia y tecnología en el país: los presupuestos. (Lea: Esto propone la Academia de Ciencias para superar la “crítica situación” del ministerio de Ciencia)

Quien siga buscando a lo largo de las 91 páginas del documento, elaborado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias) y el Departamento Nacional de Planeación, no encontrará ninguna cifra de lo que puede costar dejar de ser el país de la OCDE que menos invierte en ciencia y tecnología o subir del puesto 67, entre 126 países, en el Índice Global de Innovación. En cambio sufrirá otra decepción al llegar a la página 76. En media página se despacha el problema de la financiación, en contraste con las 25 páginas dedicadas al diagnóstico de los problemas. La tabla titulada “Financiamiento de la política” aparece vacía a pesar de que en las mismas oficinas y pasillos de las entidades públicas suele escucharse como un mantra burocrático: “La política se hace con presupuesto”.

Juan Sebastián Robledo, director de desarrollo empresarial de Planeación Nacional y quien está al frente de la coordinación de este Conpes, aclara que antes de poner cifras es importante estar de acuerdo en los objetivos y las acciones que se requieren: “Lograr canalizar más recursos es uno de los retos del documento, pero hay que ir por partes. Una vez tengamos un consenso le metemos en la ecuación la plata”. Pide paciencia: “Estamos haciendo cálculos para negociar con diferentes entidades, eso es parte del proceso”.

El objetivo que se propone esta política en un horizonte de 10 años es el de “incrementar la contribución de la ciencia, la tecnología y la innovación al desarrollo social, económico, ambiental y sostenible del país, con un enfoque incluyente y diferencial”. Dolly Montoya, rectora de la U. Nacional, le dedicó su última columna en El Espectador haciendo un llamado a participar en la discusión “como una oportunidad para poner en el centro de la agenda nacional la construcción de un gran acuerdo por la ciencia, la tecnología y la innovación”.

El senador Iván Darío Agudelo, quien impulsó desde el Congreso la creación del Ministerio de Ciencia, comparte el optimismo de la rectora: “Es la hoja de ruta para la ciencia, es una oportunidad de establecer una política pública que fortalezca los avances que se tienen, como la creación del Ministerio de Ciencias y la inversión de regalías de reciente aprobación en el Congreso”. (Puede leer: Siete senadores le piden a Duque un cambio en MinCiencias)

Sin embargo, el optimismo de la rectora Montoya y del senador Agudelo contrastan con el escepticismo entre otros actores del sistema. Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, se pregunta por qué si la Misión de Sabios concluyó el año pasado con tantas recomendaciones no se ven reflejadas en este Conpes. “Por ejemplo, en el documento de la Misión se hizo énfasis en la necesidad de mejorar la educación y en que haya un vínculo estrecho entre ciencia y educación. Eso no se ve en el documento. Nos da la impresión de que es más de lo mismo, no tiene una proyección de futuro”.

Para Silvia Restrepo, vicerrectora de Investigación de la U. de los Andes, el documento vuelve a hacer un diagnóstico de problemas “que hemos visto muchas veces” y, al igual que Forero, cree que se queda corto ante lo planteado por la Misión de Sabios. En vez de una apuesta por los cambios profundos que se necesitan, el Conpes “se enfoca en cerrar brechas pequeñas, en vez de pensar en estrategias coherentes, en un sistema con una gobernanza clara y articulación con otros sistemas”. La falta de financiación, al menos en el documento que se hizo público, es otro punto débil. “No se aprovecha al máximo lo que se escribió en la Misión de Sabios”, dice.

Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional y miembro de la Misión de Sabios, resaltó la buena disposición del Departamento de Planeación Nacional para escuchar opiniones, pero, como muchos de sus colegas, se sintió decepcionado en el nivel de ambición del documento: “Esperaba un giro, una propuesta para hacer las cosas diferente, pero creo que la propuesta es mucho más modesta, es un documento bastante rutinario”. También le preocupa que sea un documento “retórico” en la medida que no está respaldado por nuevos mecanismos financieros que sustenten los cambios necesarios.

Mónica Salazar, consultora y exdirectora del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, considera que si en algo están de acuerdo todos los que trabajan por impulsar la ciencia y la tecnología en el país, es “que la razón por la que tenemos tan pobres resultados es porque nunca se ha invertido lo suficiente, y aquí no hay una propuesta de cambio más allá de lo que ya dice el Plan de Desarrollo. De hecho, el documento parece minimizar que esa es una de las causas de la debilidad del sistema”. (Puede leer: El debate por la creación del Ministerio de Ciencia)

Juan Sebastián Robledo, de Planeación Nacional, aclara que en octubre se presentará otro borrador del documento que están enriqueciendo con las opiniones de varios sectores, incluyendo a los miembros de la Misión de Sabios.: “Nos reunimos y ellos nos expresaron que querían ver algo más ambicioso. Por eso estamos escuchando para fortalecer este documento”.

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Leonardo(69374)17 de septiembre de 2020 - 01:48 p. m.
Volvimos a la discusión de la primera misión de sabios. Habrá que recordarle al DNP lo que insiste el Dr. Llinas: la educación es la madre de la ciencia y la tecnología su hija y agregaría que la innovación es la nieta. Mientrás no se aborde una ´política seria y rigurosa en especial para las IES que permita tener el talento humano que se requiere, el documento CONPES es pensar con el deseo.
Luis(22669)17 de septiembre de 2020 - 09:40 a. m.
Con la ministra que tenemos, el documento debe tener el mismo rigor científico de las investigaciones de ganoderma y el cancer. Mientras los que buscamos recursos para innovación, educación simulada y demás a trabajar pero con las uñas.
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