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Un grupo de científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) pulverizó fragmentos de un meteorito. Su objetivo era crear ladrillos Lego como parte de una investigación sobre técnicas de construcción espacial.
El motivo es que la ESA lleva varios años estudiando formas de construir en la Luna, pues las misiones espaciales en ese satélite natural esperan poder contar con una base para aterrizajes y lugares adecuados para los astronautas.
Sin embargo, reconoce la ESA en un comunicado sobre el proyecto, transportar materiales de construcción desde la Tierra hasta la Luna sería una tarea complicada, demorada y costosa. “Nadie ha construido nunca una estructura en la Luna, así que tenemos que decidir no solo cómo las construimos, sino también con qué materiales las construimos, ya que no podemos llevarnos ningún material”, dijo Aidan Cowley, responsable científico de la ESA para el sitio web de los fabricantes de Lego.
Por esto, la idea en la que más se ha trabajado es en la de construir a partir de los mismos materiales que ya se encuentran allí. Los científicos creen que pueden hacerlo a partir de regolito, el material que cubre gran parte de la superficie de la Luna.
Según la NASA, “el regolito fue creado por el incesante bombardeo de micrometeoritos que rompieron las rocas lunares en pedacitos pequeñitos”. De ese material hay pocas muestras en la Tierra, que se conservan desde que fueron recolectadas por las misiones Apolo.
Aunque ha sido un buen insumo para las investigaciones que buscan aprender más sobre la Luna, no es suficiente como para estudiar sus propiedades como material de construcción. Entonces, los científicos de la ESA tuvieron una idea: el material más similar al regolito que se conserva en la Tierra son los restos de meteoritos.
Tomaron un fragmento de un meteorito recolectado hace 24 años en África y que, se estima, tiene unos 4.500 millones de años. Lo pulverizaron y utilizaron ese material para imprimir ladrillos con estructuras similares a los de la empresa Lego.
“A mi equipo y a mí nos encanta la construcción creativa y tuvimos la idea de explorar si el polvo espacial podía transformarse en un ladrillo similar a un ladrillo Lego, para poder probar diferentes técnicas de construcción. El resultado es asombroso y, aunque los ladrillos pueden parecer un poco más ásperos de lo habitual, lo más importante es que el poder de agarre sigue funcionando, lo que nos permite jugar y probar nuestros diseños”, aseguró Cowley para la empresa.
El hecho de que los ladrillos encajen como lo hacen en los kits de construcción que vende la empresa es fundamental, porque, como destaca el científico, les permite explorar las posibilidades para construir en el futuro en la Luna.
Esas figuras, además de servir para la investigación, estarán en exhibición en varias tiendas de Lego en Estados Unidos, para que las personas puedan apreciarlas y jugar con ellas.
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