Hasta ahora, los científicos no sabían que las serpientes tienen clítoris

En la investigación participó la bióloga colombiana Patricia Brennan que se ha dedicado a estudiar los penes y vaginas de algunos animales.

14 de diciembre de 2022 - 05:59 p. m.
Tras investigar algunas células subyacentes, explica una de las investigadoras, “encontramos glóbulos rojos y nervios que coinciden con el tejido eréctil: todas las características del clítoris”.
Tras investigar algunas células subyacentes, explica una de las investigadoras, “encontramos glóbulos rojos y nervios que coinciden con el tejido eréctil: todas las características del clítoris”.
Foto: Universidad de La Trobe

Jenna Crowe-Riddell es una investigadora postdoctoral en Neuroecología de la Universidad de La Trobe, ubicada en Victoria, Australia. Recuerda que hace un par de meses, Megan Folwell, estudiante de doctorado en la misma universidad, se preguntó si las serpientes tenían clítoris. (Puede leer: La científica que estudia la evolución de penes y vaginas en los patos)

“Cuando Megan Folwell hizo la pregunta, se nos ocurrió que a los científicos nunca se les había ocurrido hacer esto”, recuerda ahora Crowe-Riddell. Después de esto, la investigadora, la estudiante y un par de investigadoras más, entre ellas la colombiana Patricia Brennan, se dieron a la tarea de responder a la pregunta.

“Los genitales femeninos son notablemente ignorados en comparación con los masculinos, lo que limita nuestra comprensión de la reproducción sexual en todos los linajes de vertebrados”, escribieron las cuatro científicas en un estudio que acaba de ser publicado en la revista académica de The Royal Society. (Le puede interesar: ¿Perdido aún con el anuncio de la fusión nuclear? Aquí le explicamos qué es)

“Cuando abres un libro de texto de anatomía, e imaginas que tienes un dibujo detallado de los genitales masculinos, para los genitales femeninos falta una parte entera, esencialmente”, agregó Crowe-Riddell, coautora de la investigación titulada ‘Primera evidencia de hemiclitores en serpientes’.

Para determinar si las serpientes tenían o no clítoris, el equipo examinó los genitales femeninos de diez especímenes correspondientes a nueve especies. Tras investigar algunas células subyacentes, explica Crowe-Riddell, “encontramos glóbulos rojos y nervios que coinciden con el tejido eréctil: todas las características del clítoris”. (También puede leer: La Nasa logró grabar el sonido de un remolino de polvo en Marte)

Uno de los efectos más importantes de esta investigación, apuntas las autoras del estudio, es el vacío de información que están ayudando a llenar respecto a los clítoris en las serpientes. Pero, agrega la investigadora de la Universidad de La Trobe, “ahora que tenemos esta anatomía, podemos dar la vuelta a la hipótesis de la coerción (en el apareamiento) y decir, bueno, podría ser la seducción y que en realidad no se ha considerado tanto para las serpientes”.

Tras este hallazgo, el siguiente paso es estudiar otras especies de serpientes, tanto para determinar si se pueden aparear mediante la seducción, como para analizar la evolución de los genitales que, según Crowe-Riddell, se da “superrápidamente”.

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