Científicos de la Universidad de Pekín, en China, encontraron que una abolladura en el campo magnético de la Tierra estaría afectando las auroras australes -también conocidas como “luces del sur”-, que pueden observarse en la Antártida y otras regiones del mundo, como Australia y Nueva Zelanda, durante diferentes épocas del año.
De manera más específica, los investigadores afirmaron que las auroras australes podrían verse afectadas por la Anomalía del Atlántico Sur, una zona entre América del Sur y el océano Atlántico sur, donde el campo magnético de la Tierra es más débil sin que se conozca por qué, según lo describen en el estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters.
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Para sustentar su afirmación, los investigadores recopilaron datos de diversas fuentes: en primer lugar, acudieron al satélite FengYun-3E, que fue lanzado en 2021 con la tarea de medir las variaciones del campo magnético de nuestro planeta. Tras observar dos años de información recolectada, se confirmó el debilitamiento de las auroras australes, específicamente en el sitio donde se encuentra la Anomalía del Atlántico Sur.
Luego, en un intento por reconfirmar lo observado por el satélite, el equipo, liderado por Zhi-Yang Liu, del Instituto de Física Espacial de Pekín, analizó la luz ultravioleta de esa región, que mostró también un debilitamiento en la misma área, sobre todo en sus fluctuaciones magnéticas, que pueden definirse como las variaciones temporales en la intensidad, dirección o estructura del campo magnético en un área determinada.
Los científicos afirmaron que no existe una fecha exacta del inicio del debilitamiento en las luces del sur. Además, aunque la Anomalía del Atlántico Sur ha sido estudiada durante varias décadas, su impacto en las auroras es un área de investigación más reciente, que ha sido facilitada por el desarrollo de tecnologías con capacidades de observación más avanzadas.
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Aunque pueda definirse como un proceso natural, y de explicación parcialmente desconocida, el hecho de que las auroras australes se debiliten, dice Liu, puede dificultar el desarrollo de investigaciones que intentan comprender cómo interactúa el campo magnético terrestre con la atmósfera. Para explicarlo un poco mejor, esa interacción es crucial porque afecta las comunicaciones satelitales, la navegación por satélite y otros sistemas de tecnología espacial. Un debilitamiento de las auroras australes podría implicar una menor generación de corrientes eléctricas y, por lo tanto, un impacto potencialmente menor en la tecnología espacial.
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