Pareciera mentira, pero un estudio aplicado a moscas de la fruta acaba de poner en jaque una verdad científica: aquella que afirmaba que el sueño es esencial para vivir. Esa fue la conclusión a la que llegaron investigadores del Imperial College de Londres tras vigilar a este especie, conocida en los libros de ciencia como Drosophila melanogaster, y darse cuenta de que algunas de ellas casi nunca duermen. Esto significa que, al menos para algunos animales, dormir no es tan necesario. (Lea: Caballos disfrazados ayudan a resolver el misterio de las rayas de cebras)
El estudio, publicado recientemente en Science Advances, utilizó entre su metodología un aparato especial para detectar los micromovimientos de estos animales, ya que los sistemas comunes suelen confundir la quietud de estos insectos con el estado de sueño. Gracias a esa precisión, los científicos pudieron registrar que las mil moscas estudiadas, entre machos y hembras, registraron grandes diferencias entre la duración de sus sueños.
Estas distinciones indicaron que la mayoría de los animales durmió entre 300 minutos y 600 minutos por día. Sin embargo, el 6 % de las hembras registraron una disminución del sueño menor a 72 minutos por día. Mientras que otros tres individuos, especialmente inquietas, solo descansaron 15, 14 o 4 minutos por día, respectivamente.
El resultado, que tomó por sorpresa a los autores, sugiere que la falta de sueño parece no afectar la salud de las moscas de la fruta. De hecho, aquellos individuos que no durmieron vivieron tanto como las moscas que sí registraron lapso de sueño. Esa realidad, sostienen los científicos, puede indicar que probablemente el sueño no sea indispensable para vivir, sino, indispensable para reaccionar de la mejor manera a ciertas situaciones cotidianas.