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Este martes 29 de julio, en la península de Kamchatka, en Rusia, se reportó un terremoto de magnitud 8,8, uno de los más fuertes registrados en el mundo en los últimos años. El temblor encendió las alarmas en varias regiones: desde Hawái, América del Norte y Central, hasta las islas del Pacífico, Nueva Zelanda e incluso la costa del Pacífico colombiano. Además, las autoridades emitieron alertas de tsunami.
(Lea: Qué nos dice la ciencia sobre el sismo de Kamchatka, en Rusia)
El sismo, que se originó a una profundidad de 20 kilómetros, ya está siendo catalogado como el sexto más fuerte del que se tiene registro en la historia. Además, es el más potente desde el ocurrido en 2011 en Tohoku, Japón, que alcanzó una magnitud de 9,1 y provocó un tsunami que dejó miles de víctimas y un desastre nuclear.
Los terremotos más fuertes registrados en la historia
🌎 Biobío, Chile (1960): magnitud 9,5
En la región del Biobío, la tercera más poblada de Chile, ocurrió en 1960 el terremoto más fuerte jamás registrado en la historia. Conocido como el terremoto de Valdivia o el Gran Terremoto de Chile, registró una magnitud de 9,5.
Según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), se estima que murieron entre 490 y 5.700 personas como consecuencia del sismo y del tsunami que le siguió. El evento también causó víctimas en otros países: 61 personas fallecieron en Hawái, 21 en Filipinas y 122 en Japón. Además, miles resultaron heridas. Dos días después, el volcán Puyehue entró en erupción.
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🌎 Prince William Sound, Alaska (1964): magnitud 9,2
En 1964, en Prince William Sound, en Alaska, se registró un terremoto de magnitud 9,2 con una duración de cerca de cinco minutos, siendo el más grande reportado hasta el momento en la historia de Estados Unidos. También es conocido como el Gran Terremoto de Alaska.
Semanas después, se presentaron réplicas y tsunamis que, según la NOAA, provocaron la muerte de 139 personas. Además, se reportaron graves inundaciones y daños en varias zonas. Toda esta situación llevó al presidente de ese entonces, Lyndon B. Johnson, a declarar el estado como zona de desastre.
🌎 Sumatra, Indonesia (2004): magnitud 9,1
En 2004 se registró uno de los desastres naturales más mortíferos de la historia: un terremoto de magnitud 9,1 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, que desencadenó un tsunami con olas de hasta 30 metros, afectando zonas costeras de países como Indonesia, Tailandia y Sri Lanka.
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Según los registros oficiales, cerca de 230.000 personas murieron o fueron reportadas como desaparecidas. Solo en Indonesia se registraron más de 167.000 muertes, ya que comunidades enteras fueron arrasadas. Además, cientos de miles de personas fueron desplazadas y las pérdidas materiales en la región se estimaron en unos 10.000 millones de dólares.
🌎 Tohoku, Japón (2011): magnitud 9,1
En 2011, en la región de Tohoku, Japón, se registró un potente terremoto de magnitud 9,1 que desencadenó un devastador tsunami. El impacto fue tal que alcanzó la central nuclear de Fukushima, provocando la fusión de tres de sus reactores.
El desastre dejó más de 18.000 personas fallecidas, alrededor de 6.000 heridas y desplazó a decenas de miles. Muchos cuerpos nunca fueron recuperados.
🌎 Kamchatka, Rusia (1952): magnitud 9
En 1952, la península de Kamchatka, en Rusia, fue epicentro de un poderoso terremoto de magnitud 9,0 que causó graves afectaciones en la región. El sismo también provocó daños en Hawái y otras zonas del Pacífico.
Tras el evento, se generó un tsunami con olas de hasta siete metros que impactaron las costas de Kamchatka y las islas Kuriles, según la NOAA. A pesar de la magnitud del fenómeno, no se reportaron víctimas mortales.
¿Por qué en Kamchatka, Rusia, se producen terremotos tan fuertes?
El terremoto registrado este martes 29 de julio en la península de Kamchatka, Rusia, es el segundo más fuerte del que se tiene reporte en esa zona. Pero, ¿por qué allí suelen presentarse temblores tan fuertes?
Una de las claves está en la geografía del subsuelo. En esa región se encuentra la fosa Kuril-Kamchatka, un punto de encuentro entre dos placas tectónicas: la del Pacífico y la de Ojotsk. La primera está siendo empujada por debajo de la segunda, en un proceso geológico que ocurre de forma constante y que, con el tiempo, acumula una enorme cantidad de energía.
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Ese movimiento no es del todo fluido, porque las placas se rozan y, mientras tanto, la tensión sigue creciendo hasta que, en cualquier momento, puede liberarse y provocar un terremoto. Cuando la ruptura abarca un área extensa, tanto en longitud como en profundidad, las consecuencias pueden ser devastadoras.
Otro elemento que influye en la intensidad de estos sismos es la velocidad con la que se mueven las placas. En el caso de Kamchatka, la del Pacífico avanza unos 75 milímetros al año respecto a la de Ojotsk, una velocidad alta en términos geológicos. Esa rapidez hace que el riesgo sísmico en la región sea considerable y que, cada cierto tiempo, ocurran terremotos de gran magnitud como el reportado esta semana.
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