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Después de muchos años de investigación, los científicos creen saber que la gran mayoría de las personas vemos los colores de manera bastante similar, porque compartimos la misma estructura en los ojos y el cerebro. Sin embargo, no pueden asegurar con total certeza que todos los percibamos exactamente igual. Existen pequeñas variaciones individuales que cambian la forma en que cada persona distingue los tonos. ¿Lo que una persona distingue como rojo, es exactamente el mismo rojo para otra persona? ¿O ese rojo podría ser azul?
En una nueva investigación publicada en The Journal of Neuroscience, un grupo de científicos se propuso ayudar a responder esa pregunta. Los científicos saben que la corteza visual del cerebro es la región encargada de procesar lo que vemos. Tradicionalmente se ha pensado que en ella existen áreas especializadas para distintas funciones: unas más enfocadas en el color, otras en las formas o en la ubicación espacial de los objetos. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que esas funciones no son compartimentos aislados. Por el contrario, el procesamiento del color y del espacio está profundamente entrelazado, y comprender esa relación abre nuevas preguntas sobre cómo el cerebro organiza la experiencia visual.
Los científicos quisieron averiguar si los patrones cerebrales que produce un mismo color son comparables entre diferentes personas. En otras palabras: ¿cuando dos personas ven el mismo color, sus cerebros responden de manera similar? Para probarlo, diseñaron un experimento muy interesante. Primero, observaron cómo respondían los cerebros de varias personas al mirar distintos colores. Luego, con esos datos, entrenaron un modelo matemático que aprendió a reconocer los patrones cerebrales de actividad de cada color. La parte interesante es que después aplicaron ese modelo al cerebro de persona nuevas, cuyo patrón nunca había sido visto por el sistema. (Vea: Nueva especie de cocodrilo que vivió hace 70 millones de años)
Es decir, el objetivo era comprobar si existe una especie de “lenguaje compartido” en el cerebro para percibir los colores. Si el modelo lograba identificar con éxito qué color veía una persona usando solo la información proveniente de otros cerebros, eso significaría que la representación neuronal del color no es completamente individual, sino que obedece a patrones universales.
El resultado fue sorprendente, escriben los autores en el estudio: el modelo sí pudo adivinar los colores que veía cada persona. ¿Por qué? Porque, aunque cada cerebro es único, todos comparten una especie de “mapa común” para procesar los colores. En zonas del cerebro especializadas en la visión (como V1-V3, hV4 y LO1), los colores no solo activan neuronas al azar, sino que lo hacen siguiendo patrones ordenados y repetidos. Allí, los colores no solo despiertan actividad neuronal, sino que generan sesgos espaciales sistemáticos: patrones de respuesta que se repiten a gran escala, con ligeras variaciones propias de cada área específica.
“Ahora sabemos que cuando ves rojo, verde o cualquier color, tu cerebro se activa de forma muy similar a como lo hago yo”, le dijo el coautor del estudio, Andreas Bartels, neurocientífico cognitivo de la Universidad de Tubinga (Alemania), a la sección de noticia de la revista especializada Nature. “Incluso a un nivel muy bajo, las cosas se representan de forma similar en diferentes cerebros, y eso es un descubrimiento fundamentalmente nuevo”.
Estos hallazgos sugieren que el cerebro humano guarda una especie de “mapa común” para procesar color y espacio. Ese mapa se conserva entre individuos y permite, incluso, decodificar lo que alguien ve a partir de los patrones de actividad de otras personas. Para los investigadores, esta organización compartida puede ser resultado de presiones evolutivas que todavía no se comprenden del todo, pero que han llevado a que nuestra experiencia visual se estructure de una manera más unificada de lo que se pensaba. Ahora bien, eso no significa que sepamos con certeza que la experiencia subjetiva del color —el “cómo se siente el rojo”, por ejemplo— sea idéntica en todos. Eso todavía escapa a la ciencia.
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