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“Mátenlo y lo dejan por ahí, que lo recojan”. Ese es el mensaje que habría enviado Calarcá Córdoba, jefe de la disidencia conocida como Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF), para presuntamente ordenar el asesinato de Juan Gabriel Hurtado, excombatiente de las FARC, el 6 de enero de 2024.
El mensaje es parte de un nuevo paquete de chats del EMBF —grupo que tiene mesa de negociación con el Gobierno Petro—, divulgado por Noticias Caracol este 8 de diciembre, que fueron encontrados en los computadores incautados en un retén en Anorí hace un año.
Según los archivos, Calarcá ordenó el asesinato de Hurtado junto con un hombre al que se identifica como Chalán, quien sería uno de sus subordinados.
¿Qué se sabe de Hurtado?
La información recogida por Colombia+20, indica que Hurtado trabajaba de jornalero y cuidaba a su mamá, una mujer de la tercera edad que vivía con él. Aunque tenía pareja, se había separado hacía poco de ella y no tenía hijos. Su hermana vive en Colombia, aunque por seguridad este diario no dirá su ubicación.
De acuerdo con el mensaje que publicó en enero Indepaz, instituto que le hace seguimiento al asesinato de firmantes de paz, Hurtado fue sacado de su casa por hombres armados y asesinado en la zona de Caño Yamu, en la vereda Jordania de La Macarena, Meta.
La Defensoría, según indicó Indepaz, emitió dos alertas tempranas en las cuales se advertía que en la zona estaban ocurriendo hechos graves de violaciones a los derechos humanos. La entidad señaló que muchos de esos casos no se estaban esclareciendo con rapidez y que, en algunos casos, las amenazas buscaban obstaculizar las labores de liderazgo y los procesos de reincorporación en la zona.
👥 Nombre: Juan Gabriel Hurtado
— INDEPAZ (@Indepaz) January 9, 2024
📆 Fecha:06/01/24
📍 Lugar: La Macarena, Meta
➡️Juan Gabriel Hurtado era firmante del acuerdo de paz quien realizaba actualmente su proceso de reincorporación en el departamento del Meta. pic.twitter.com/Z6LI9EKw34
En ese momento, se le atribuyó el crimen a la disidencia Estado Mayor Central (EMC), a la que pertenecía Calarcá, que tenía un cese al fuego vigente con el Gobierno. Esta precisión es importante porque en la fecha de los hechos aún no se había dividido ese grupo armado, del que luego surgió la disidencia EMBF.
El EMC se separó en marzo de 2024 tras la orden de levantamiento del cese al fuego dado por el presidente Gustavo Petro por un ataque ordenado por Mordisco, jefe de esa disidencia, contra una comunidad en Toribío, Cauca. El grupo armado se fracturó entre quienes, a pesar de esa decisión, querían seguir en la mesa y quienes querían abandonar el proceso de paz. Calarcá y otros hombres decidieron seguir con los diálogos, pero ahora bajo el título del EMBF, mientras Mordisco dejó la negociación.
En contexto: Así nació el grupo que se separó de Mordisco y que ahora negocia la paz con Petro
Aunque el asesinato de Hurtado ocurrió antes de que el EMBF se sentara a negociar con el Gobierno Petro, los archivos vuelven a profundizar las dudas sobre las intenciones de Calarcá en la mesa y de si habría utilizado su papel en el proceso para fortalecer sus estrucruras.
Además, pone una sombra sobre el cese al fuego con esa disidencia que duró 18 meses y fue uno de los más largos que ha tenido Colombia en la historia de sus procesos de paz. En los protocolos aprobados se hablaba específicamente de no atacar a la población y, en particular, a los firmantes de paz.
Los otros hechos violentos a firmantes que dejó el EMC
El caso de Hurtado no es aislado. En marzo de 2023 unas 200 familias tuvieron que abandonar el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Mariana Páez, en Mesetas, tras amenazas del EMC, que les dio 30 días para salir del territorio.
El hecho se conoció apenas dos días después de que el presidente Petro anunciara la instalación de una mesa de negociación con esa disidencia y de que la Fiscalía levantara las órdenes de captura contra 19 de sus integrantes, incluidos algunos militantes que sí habían firmado el Acuerdo de Paz.
Tras conocerse las amenazas, el Partido Comunes emitió un comunicado en el que afirmó que de manera simultánea a ese hecho “fue retenido un firmante en Cauca y otro asesinado en Caquetá”. “Si el Gobierno no puede garantizar la seguridad a las personas que llevamos seis años firmes con la paz, ¿a quién carajos se la va a garantizar?”, afirmó entonces Luz Marina Giraldo, consejera de derechos humanos del Partido Comunes.
Casi un año después, uno de los proyectos más exitosos del proceso de reincorporación de las extintas FARC recibió un golpe. El 26 de junio se conoció un panfleto del frente Iván Díaz del EMC que advertía sobre un posible desplazamiento forzado en el antiguo ETCR de Miravalle, en San Vicente del Caguán, donde nació Remando por la Paz.
Las amenazas obligaron a los firmantes y sus familias a abandonar el territorio. La herida fue profunda. Remando por la Paz había destacado en campeonatos nacionales y se clasificó al Panamericano de Rafting, en Pucón, Chile, en las categorías mixto, femenino y pararafting, además de participar en mundiales de la disciplina. Además, según dieron a conocer los firmantes en un comunicado, el proyecto logró llevar 3.000 visitantes a la región.
“La decisión de cambiar los fusiles por los remos fue justamente para navegar hacia nuevos horizontes: construir paz, reconciliación, proteger la naturaleza y generar nuevas oportunidades. Logramos montar un proyecto turístico, atraer más de 3.000 visitantes y crear desarrollo económico en la región”, dijeron los firmantes en un comunicado.
Reclutamiento y otras revelaciones
Los recientes archivos revelados por Caracol también contienen decenas de fotos de personas secuestradas, amarradas o golpeadas, y luego acribilladas, algunas con tiros de gracia. El otro tema que sale mencionado en los chats es el reclutamiento de personas, incluidos menores de edad. Los archivos evidencian conversaciones donde un lugarteniente de Calarcá, conocido como el Mueco, reporta el ingreso de dos personas, incluida una niña de 14 años llamada Yurelli.
Hasta el momento, la disidencia no se ha pronunciado sobre las últimas revelaciones y la mesa de negociaciones sigue su curso.
Colombia+20 conoció que la delegación del Gobierno y la de la disidencia sostuvieron una reunión este fin de semana en Caquetá, con la participación del gobernador del departamento, Luis Francisco Ruiz. En la reunión Calarcá estuvo presente.
Mientras tanto la confianza en el proceso —y en las intenciones del EMBF— sigue minada.
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