JEP niega sometimiento del subteniente (r) Raúl Muñóz Linares, condenado a 60 años de cárcel

A pesar de que sus delitos fueron perpetrados antes del 1 de diciembre de 2016, en 2018 la JEP dijo que su caso no podía ser tratado por ese tribunal.

Foto: David Campuzano

Raúl Muñoz Linares, subteniente retirado del Ejército Nacional, lleva pidiéndole pista a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) desde 2018. Alegando que los actos criminales de los que es acusado por la justicia fueron durante el conflicto armado y antes del 1 de diciembre de 2016, la defensa del militar pidió que su caso lo acogiera el Tribunal de Paz.

Sin embargo, este domingo la JEP hizo público su rechazo a esta solicitud argumentando que Muñoz, responsable de violar y asesinar a una menor de 14 años y a sus dos hermanos de 6 y 4 años, en el municipio de Tame (Arauca), en el año 2010, busca que la competencia material que rodea a sus delitos saque ventaja sobre la vulnerabilidad e indefensión de sus víctimas.

Puntualmente, la JEP dijo que la narrativa del militar retirado es revictimizante, pues “a pesar de habérsele desvirtuado su derecho a la presunción de inocencia con las sentencias de condena de la justicia ordinaria, reitera una posición defensiva que en nada contribuye a la dignificación de las víctimas”.

Esto, según lo entiende la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, no permitiría una contribución genuina para la construcción de paz o de voluntad irrestricta de no repetición de los crímenes. Lo cual, en últimas, sería permitir que si la JEP acoge este caso habría un maltrato a las víctimas directas e indirectamente envueltas.

Sobre el modo de operar de Muñoz en estos asesinatos a menores de edad el 14 de octubre de 2010, el Tribunal de Paz indicó que el exsubteniente quiso estar “prevalido de las lógicas de la guerra, esto es, de la militarización, de la territorialidad, del patriarcado como manifestación de un sentimiento de propiedad de los cuerpos, del continuum, de la masculinidad exacerbada en entornos bélicos, condiciones estas que claramente están vinculadas con el contexto de la confrontación armada, y que fueron ejercidas de forma perversa por el solicitante”, sentenció el Tribunal de Paz.

Y es que según diferentes archivos obtenidos por la justicia ordinaria y por inteligencia militar, en este caso la sevicia de Muñoz llegó a puntos tan altos que la masacre de los tres hermanos la realizó con un machete de forma deliberada e individual. El día de los asesinatos, según relato de militares que trabajaban con él en Arauca, Muñoz habría salido de la base rumbo a la vereda Caño Limón, lugar en el que violó a la hermana mayor, para posteriormente asesinarla y desaparecerla junto con sus dos hermanos.

Ya que su solicitud de sometimiento a la JEP fue rechazada, su petición de libertad transitoria, condicionada y anticipada de los 60 años de prisión a los que fue condenado por sus crímenes de lesa humanidad, también lo fue.

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