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Con un acto simbólico en el Cementerio Jardín Universal, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Alcaldía de Medellín anunciaron la construcción del Memorial de Identidades Ausentes, un espacio de memoria que albergará cerca de 300 nuevos osarios para la preservación digna de cuerpos de personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado en Antioquia.
Este memorial tendrá como propósito garantizar la custodia respetuosa y segura de los cuerpos no identificados o identificados pero no reclamados, así como de los objetos y prendas personales encontrados durante las exhumaciones y labores de recuperación.
Según explicó la UBPD, estos elementos —aunque fragmentarios— pueden contener pistas fundamentales para avanzar en los procesos de identificación y, en muchos casos, son los únicos vestigios que las familias tienen de sus seres queridos.
“Estos osarios no solo resguardarán restos humanos, sino también la esperanza de cientos de familias que siguen buscando a sus seres amados. Representan un acto de dignidad, de compromiso con la verdad y la justicia”, dijo la UBPD en su comunicado oficial.
El memorial es resultado de un proceso de codiseño participativo liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en articulación con la Unidad de Búsqueda, como parte del proyecto ‘Construcción de sitios de memoria y de intervención digna de cuerpos de personas dadas por desaparecidas’. La iniciativa tiene como objetivo no solo abordar el tratamiento forense y humanitario de los cuerpos, sino también promover espacios simbólicos y físicos para el duelo, la memoria y la reparación colectiva.
Una deuda histórica con las víctimas
Antioquia, y en especial Medellín, se ha convertido en uno de los territorios más emblemáticos en la búsqueda de personas desaparecidas en Colombia.
Durante décadas de conflicto armado, miles de personas fueron enterradas de manera clandestina o anónima, muchas de ellas en fosas comunes como las ubicadas en La Escombrera o en el Cementerio Universal, epicentros de la desaparición forzada urbana.
En estos lugares se ha desarrollado una de las intervenciones forenses más complejas del país, impulsada por decisiones judciales, medidas cautelares y exigencias de organizaciones de víctimas como Mujeres Caminando por la Verdad.
Justamente el día del anuncio sobre los nuevos osarios, esa organización también realizó una rueda de prensa para, entre otras cosas, hablar del último año de las excavaciones en La Escombrera, considera da la fosa común a cielo abierto más grande a Latinoamérica.
En contexto: La Escombrera: los hallazgos y las disputas en el año de mayor avance de las excavaciones
Según la Corporación Jurídica Libertad, en esa zona podría haber más de 400 cuerpos de personas desaparecidas de la Comuna 13, unos 100 de los cuales fueron víctimas de la Operación Orión. En este primer año de excavaciones se han removido más de 43.000 metros cúbicos de tierra y escombros para intervenir un polígono de 10.700 metros cuadrados, luego de que la JEP ordenara, en mayo de este año, la ampliación del área.
Durante las rueda de prensa de las mujeres buscadoras también se lanzó un mensaje de alerta frente a la pugna entre la JEP y la UBPD por la búsqueda en La Escombrera y señalaron que la génesis del asunto fue la ruptura de los protocolos de comunicación para entregar información sobre los hallazgos en esa montaña de la Comuna 13 de Medellín.
El Memorial de Identidades Ausentes surge como respuesta a esta realidad, en un contexto en el que las familias de personas desaparecidas han denunciado la desprotección, el abandono estatal y la precariedad en la conservación de cuerpos recuperados. Este nuevo espacio busca revertir esa situación y consolidarse como un referente nacional en buenas prácticas de dignificación e identificación.
Los cerca de 300 módulos que serán instalados en el Cementerio Jardín Universal estarán diseñados para conservar, de manera diferenciada y bajo estándares técnicos, restos óseos, ropas, objetos y material asociado hallado durante las labores de búsqueda.
Estos módulos estarán acompañados de placas con datos básicos y referencias a los procesos investigativos en curso, siempre garantizando el respeto por la privacidad de las víctimas y sus familias.
Además, el memorial contará con espacios de memoria y acompañamiento psicosocial, concebidos para las familias y organizaciones que lideran procesos de búsqueda. Se espera que también sea un espacio pedagógico para reflexionar sobre las causas, impactos y resistencias frente a la desaparición forzada.
En Medellín, donde aún permanecen cientos de cuerpos sin identificar bajo custodia institucional o enterrados en cementerios, el memorial permitirá una gestión más humana, técnica y simbólicamente potente de estos restos.
También permitirá ampliar la capacidad forense de la ciudad, en momentos en que la UBPD ha emprendido nuevas intervenciones en sitios como el Cerro El Volador, La Arenera y el sector de La Pradera en San Cristóbal.
Según cifras de la Unidad, más de 10.000 personas permanecen desaparecidas en Antioquia, lo que convierte al departamento en uno de los más críticos en términos de búsqueda e identificación. El Memorial de Identidades Ausentes se propone, así, como un espacio de transición entre el horror del conflicto y las exigencias de la justicia restaurativa, la memoria y la reparación.
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