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El regreso de Salvatore Mancuso a Colombia volvió a abrir las expectativas de las víctimas sobre una serie de compromisos que el exjefe paramilitar hizo en los últimos años desde Estados Unidos, a donde fue extraditado en 2008.
Uno de los temas claves en los que Mancuso ofreció su colaboración es la búsqueda de personas desaparecidas por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En mayo de 2023, durante un acto liderado por la Cancillería, el excomandante paramilitar les pidió perdón a las víctimas de Juan Frío, un corregimiento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, donde centenares de pobladores fueron asesinados y desaparecidos en hornos crematorios construidos por las AUC.
En contexto: Video: Mancuso pidió perdón a las víctimas de los hornos crematorios de Juan Frío
En el evento, Mancuso se comprometió a contribuir en la búsqueda de las víctimas. Sin embargo, de acuerdo con organizaciones de Derechos Humanos de la región, el tema se estancó poco después.
Gestiones de Cancillería con Venezuela no tendrían avances
“Fue un acto irresponsable por parte de la Cancillería. Se les crearon expectativas a las víctimas, hicieron el evento, se tomaron la foto, pero después nadie más volvió a aparecer para avanzar en el tema de la desaparición transfronteriza, todo quedó quieto”, asegura Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, que trabaja en la región.
Esta organización tiene identificados al menos 16 lugares en la zona de frontera donde habría fosas comunes, así como cementerios ubicados en San Cristobal (Venezuela) en los que se encontrarían centenares de cuerpos colombianos.
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Entre ellos estaría el de Elvis Luis Vargas Jaimes, un joven de 17 años desaparecido en abril de 2002 que, de acuerdo con los testimonios de algunos paramilitares, fue asesinado y sepultado del otro lado de la frontera.
Gladys Vargas, la madre del joven, lleva más de dos décadas luchando por conocer su paradero. En entrevista con Colombia+20 aseguró que es urgente que Mancuso entregue información que conduzca a recuperar los cuerpos que permanecen en territorio venezolano.
En su momento, el canciller Álvaro Leyva anunció un acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores del país vecino para poner en marcha los “mecanismos institucionales necesarios” para localizar los cuerpos de las víctimas.
La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) aseguró hace más de nueve meses que estas acciones humanitarias eran “consideradas apremiantes”. No obstante, según fuentes en la entidad, un coletazo de los escándalos en la Cancillería (que tienen a Leyva suspendido actualmente) ha sido la falta de avances en estas acciones.
Este diario conoció que se creó una comisión de alto nivel, con funcionarios de los ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países y directores de instituciones, pero solo se habrían adelantado dos reuniones, en las que no se tuvo en cuenta a familiares de las víctimas ni miembros de la sociedad civil.
El llamado a la JEP
Pese a esta situación, las víctimas están a la expectativa de que tras el regreso del jefe paramilitar al país se agilicen las gestiones binacionales para esclarecer el paradero de sus seres queridos.
“Esperamos que Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le exija a Mancuso la verdad plena de los hechos que ocurrieron acá, y que los tribunales de Justicia y Paz no fueron capaces de esclarecer”, dijo Cañizares.
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El director de la Fundación Progresar añadió que, bajo el rol de bisagra entre el Ejército y los grupos paramilitares, también se espera que el excomandante cuente quiénes auspiciaron los hechos de violencia en la región.
“Necesitamos saber quiénes estuvieron detrás de masacres, desapariciones, desplazamientos, cuál fue el papel de los políticos de la región. Si hay una apersona que conoce esos detalles es él”, comentó.