Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Aunque no estuvo rodeada de tensiones visibles, la salida de Camilo González como jefe de la delegación del Gobierno en la mesa con la disidencia Estado Mayor de los Bloques y Frentes (EMBF) marcó un momento de transición en el manejo del proceso. González lamenta que no se haya prorrogado el cese al fuego y advierte que los territorios siguen apostándole a la paz. Hoy, desde su rol en la sociedad civil, dice que sigue acompañando.
¿Qué motivó su renuncia como jefe de la delegación del Gobierno en el proceso con la disidencia Estado Mayor de los Bloques y Frentes (EMBF)?
La reorganización comenzó en enero con lo de Catatumbo (el ataque del ELN y las confrontaciones con el frente 33). Todo lo que pasó lo definió una comisión por fuera de la delegación y de la mesa. Eso se dio completamente fuera de mi órbita y de mi competencia. Era una comisión especial y muy reservada. Esas decisiones uno no las comparte, pero las respeta, porque son parte de lo que puede hacer el comisionado de Paz, pero eso hizo que los problemas más importantes de la mesa, de la delegación, quedaran por fuera de mi coordinación.
Luego de eso se vino la decisión sobre ampliar o no el cese al fuego. Hicimos un evento en la Macarena, donde se definió toda una estrategia de revitalización de la selva y compromisos con las comunidades. Se le propuso al señor presidente una prórroga del cese por seis meses, pero no aceptó. Ahí todo dio un viraje y la atención se concentró en Catatumbo. Eso modificó las circunstancias, y dije: desde Indepaz soy más útil.
Dice que algunos temas de esa comisión especial quedaron fuera de su coordinación. ¿Qué temas, por ejemplo?
Todos, todos los asuntos relacionados con Catatumbo quedaron por fuera de la delegación y de mi coordinación. Por eso me pareció conveniente propiciar que se hiciera una reorganización con los criterios nuevos.
¿Por qué cree que desde un principio se tomó la decisión de que no fuera parte de la comisión especial?
No lo sé. Tengo suposiciones, pero no tengo claridad al respecto.
¿Cuál fue la razón por la que el presidente no avaló el cese al fuego? ¿Qué argumento dio? Si bien en esta mesa no había avances totales, sí los había parciales…
No lo sé. Creo que fue un conjunto de cosas. Muchos no entendieron que el cese al fuego no implicaba tolerancia con las economías ilegales y la extorsión. Entonces decían que se seguía extorsionando, y sí, pero eso no estaba dentro de los protocolos, es decir, que la Fuerza Pública no estaba maniatada, como muchos decían, para combatir eso. Y, lamento decir, que eso no cambia nada levantando el cese al fuego, porque el cese era sobre todo para la población civil, compromisos de respeto a la población y de presencia de las instituciones en el territorio, que es la clave. El cese sirvió mucho, salvó vidas. Por eso la gente de los territorios del conflicto siempre decía que se mantuviera el cese. En cambio los que siguen desde Bogotá y hacen estadísticas por PowerPoint, atacaron al Gobierno y atacaron la política, atacaron cosas sin conocimiento.
¿Cree que se equivocó el presidente Petro al no prorrogar el cese al fuego con la disidencia de “Calarcá”?
Sí, creo que se equivocó.
¿Cómo quedó la mesa tras su salida? ¿Cuál sería su balance?
La mesa está en redefinición y en una serie de situaciones críticas que empezó con el incidente de Anorí (fueron capturados disidentes en carros de la UNP que no podían usar). Luego eso se agudizó con lo de Catatumbo, y entonces ahí se generó una incertidumbre de cuál era el papel de la mesa. Después vino la terminación del cese al fuego, y “Calarcá” decidió, tras esa no prórroga, dedicarse a la guerra con “Mordisco”, a fortalecer sus finanzas y toda su estrategia de control en Guaviare. Eso ha colocado a la mesa en una situación bastante frágil que requiere una reorganización profunda, que creo que en eso estará. Ya en los asuntos más de fondo teníamos una agenda para tratar otros temas estratégicos, incluyendo desarme y georreferenciación, y eso se vio bastante congelado, sobre todo después de abril, cuando no se renovó el cese bilateral.
¿Entonces en los últimos meses “Calarcá” no ha estado participando de la mesa? ¿Dijo que está concentrado en la guerra con “Mordisco”?
Hemos estado hablando con los delegados. Con Leopoldo Durán, hablamos permanentemente. Fue una comunicación constante, permanente, cotidiana, diaria. Pero en abril, cuando no se renovó el cese, “Calarcá” dijo: “Si hay ofensiva, yo me escondo”, entonces no volvió a aparecer. Es decir, hay un canal de comunicación que mantuve a través de sus asesores, pero en tono directo, ese canal quedó muy suspendido.
Hablemos de la Zona de Ubicación Temporal (ZUT), que justamente el lunes terminará el plazo de 45 días para el tránsito de los hombres a ese lugar. ¿Qué tan involucrado estuvo en esa decisión?
Los acuerdos y la resolución a los que se llegaron no se hicieron con la mesa ni con la delegación, sino con la comisión especial que le conté.
¿Quién estaba en esa comisión?
Gloria Quiceno, que es delegada de la mesa, y otras personas que asignó el comisionado de Paz.
¿Ve viable esa Zona de Ubicación Temporal? El lunes vencerá uno de los plazos...
En la parte sustantiva está que habrá unos protocolos, pero se dice que son reservados. Como son reservados, pues solamente los conocen los de la comisión especial. No tengo la menor idea de cómo se va a tratar. Para mí es mejor esperar y no dar opiniones precipitadas. Mi posición es no ser palo en la rueda de esa experiencia que es excepcional, muy particular y muy delicada. Eso tendrá que instalarse en el próximo mes, o dos próximos meses, y ahí podríamos hacer una evaluación. Desde ya tengo una postura independiente desde Indepaz, pero para opinar con conocimiento de causa y para ayudar. Hay que ayudar, hay que tener un espíritu de construcción, porque ahí hay situaciones interesantes, importantes y muy delicadas.
¿Cree que alguien dentro de la delegación del Gobierno tuvo algo que ver con su salida?
No. No, no creo.
¿Entonces por qué lo marginaron de decisiones tan importantes como la ZUT?
Lo que me comunicaron, lo comunicó el comisionado, que era una decisión del presidente de manejarlo en una comisión especial. Y pues eso está dentro de las funciones del comisionado o del presidente, dar orientaciones a los delegados y a los coordinadores. Entonces ellos decidieron acortar las funciones de la coordinación. Eso está dentro de sus competencias.
Esta semana el presidente frenó la extradición de Willinton Henao, conocido como “Mocho Olmedo”. Es la segunda entrega a EE. UU. que se frena de una persona que negocia la paz total. ¿Qué opina de estas decisiones?
Es un tema que cruza asuntos de política interna y de política internacional, y encima las relaciones con Estados Unidos. El presidente ha dicho que frena esas extradiciones, dentro de la expectativa y el compromiso de que estas personas avancen en la paz y en la sustitución de economías ilícitas. El tema, para mí, es que eso no va a durar para siempre. El presidente no puede llegar y decir: “Sí, me comprometo que en el otro gobierno tampoco habrá extradición”. Eso tendría que ser un asunto del Congreso.
Además: Araña, John Mechas y Chuky, otros extraditables que serían beneficiados por paz total de Petro
Alcanzó a estar en la reunión donde se habló del marco jurídico, y según conoció este diario el Ministerio de Justicia alista un proyecto de ley de sometimiento para presentar en el Congreso el próximo 20 de julio. ¿Qué sabe de ello?
Con la delegación hicimos varias reuniones, incluso con asistencia de delegados internacionales y observadores militares, para mirar el tema del marco jurídico, que para mí ha sido una preocupación permanente. Nos presentaron alternativas que han estado sobre el tapete, desde una ley estatutaria de algunos expertos y penalistas que hicieron la propuesta en ese sentido. La otra propuesta de ampliación de la Ley 975 de 2005 (Justicia y Paz). Y otra alternativa es un proyecto más de justicia transicional, que toma de varios elementos. Eso es algo bastante difícil, porque cada grupo tiene sus pretensiones. Esp tiene que colocarse como uno de los puntos importantes de la agenda. Hemos conformado un pequeño grupo de temas para hacerle seguimiento si se abre el debate en la próxima legislatura.
✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; pmesa@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.
