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El Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación (MVMV), que sigue de cerca los diálogos de paz que avanzan entre el Gobierno y el Estado Mayor de los bloques disidentes de las FARC que continúan en el proceso de paz, fue reinstalado hace unos días por esa mesa de diálogos.
Con la medida se busca hacerle seguimiento y verificación al cese al fuego pactado entre el Gobierno y los bloques Jorge Suárez Briceño, Gentil Duarte y el frente Raúl Reyes, todos de las disidencias de Calarcá Córdoba.
Este mecanismo de verificación se había suspendido tras la ruptura de diálogos entre el Gobierno y la fracción disidente de Iván Mordisco en marzo de este año.
Al quedar en la mesa solo la disidencia de Calarcá, la nueva instancia fue instalada formalmente con los acuerdos que ya se habían firmado y con la el alto al fuego que se extendió en julio pasado por seis meses.
“La nueva instancia nacional del MVMV, está conformada por delegados del gobierno nacional y de la guerrilla en la Mesa de Diálogos de Paz, el ministerio de Defensa Nacional, las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y la Oficina del Consejero Comisionado de Paz”, se lee en el comunicado.
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Una Misión de Verificación de la ONU y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA también acompañarán los diálogos, así como la Conferencia Episcopal de Colombia.
Para la delegación del Gobierno nacional, “el funcionamiento de este Mecanismo de carácter técnico, implica el compromiso de las partes para avanzar en el proceso de negociación y evitar las confrontaciones y afectaciones a la población civil y los retrocesos que podrían poner en peligro la búsqueda de la paz. Además, crear condiciones de seguridad para las actividades conjuntas de la Mesa de Diálogos de Paz”.
Por su parte, la delegación de los bloques disidentes que aún están en la mesa asegura que uno de los objetivos principales del mecanismo de verificación es seguir de cerca el cese al fuego en las zonas de influencia de las disidencias de FARC.
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Este monitoreo constante en los territorios también ayuda a detectar cualquier tipo de incumplimiento o accionar violento que vaya en contra de lo pactado en los acuerdos y que traiga consecuencias negativas para las comunidades.
“Esto demuestra el compromiso de las partes para avanzar en el proceso de negociación, evitar las confrontaciones y afectaciones a la población civil y los retrocesos que puedan poner en riesgo la búsqueda de la paz”, mencionó la coronel de la reserva activa de la Policía, Genny Calvo Olmos, quien es representante de la mesa de diálogos en el mecanismo de verificación nacional.
La delegada también manifestó que durante los procesos no se han registrado violaciones a los acuerdos por parte de los grupos armados que se mantienen en la mesa.
* Esta pieza periodística hace parte de la iniciativa “Comunidades que Transforman” de El Espectador, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ por su sigla en inglés) y la Embajada de la Unión Europea. Esta es una alianza para producir contenidos que narran los esfuerzos de las organizaciones comunitarias, las autoridades y el sector privado en la construcción de paz.
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