En Soacha, las mujeres trabajan por la protección de humedales

"Mujeres, Plantas y Territorio aglutina a las mujeres que desde hace muchos años viven en el municipio de Soacha. Algunas llegaron en condición de desplazamiento, otras como víctimas del conflicto armado y poco a poco, han ejercido un proceso de liderazgo en la defensa territorial del municipio de Soacha", Ana Cristina Pino, CENTRAP.

Foto: Gustavo Torrijos Zuluaga

Al llegar a la Comuna 1 de Soacha, por la vía Indumil, se observan bloques y bloques de diminutos apartamentos con pequeñas ventanas donde viven cientos de familias. Casi un kilómetro después de varios conjuntos, al final de la zona residencial, se ubica un pequeño parque junto con una cancha de baloncesto. Justo al lado se encuentra lo que muchos conocen como “una laguna” pero que realmente es el Humedal Tierra Blanca.

Allí estaban Clemencia López, Priscila Riascos y Stefanny Celis organizando unas telas y fotografías para contarnos los hallazgos del diagnóstico socioambiental con enfoque de género que publicaron en agosto del 2021 sobre su municipio. En sus telas se observa un logo de una mujer, con cabellos largos, verdes y con flores, y en sus brazos un planeta tierra del que sale la frase: Mujeres, Plantas y Territorio por la vida de Soacha. Este es el nombre que recibe la organización que crearon un grupo de 12 mujeres para trabajar por su comunidad, por las violencias de género que se viven allí, pero en especial, por la conservación de su entorno. Comenzaron con el humedal Tierra Blanca, pues se encuentra muy cerca de sus casas, mencionan las mujeres, y todo lo que afecte al humedal, las afecta directamente a ellas.

Esta organización de mujeres en Soacha trabaja de la mano con la Corporación Centro de Apoyo Popular (CENTRAP) en el marco del proyecto Tejedoras del Pensamiento por la gobernanza ambiental y territorial, que nace en 2019 con CENTRAP para trabajar en el fortalecimiento organizacional de mujeres, la formación y la inclusión social de género en seis departamentos del país: Cauca, Chocó, Sucre, Antioquia, Caldas y Cundinamarca. En 12 territorios de estos lugares, se articulan como una red para buscar alternativas a los conflictos socioambientales con enfoque de género como deforestación, contaminación de ríos, manejo de residuos, cultivos de uso ilícito, entre otras.

Una de las primeras acciones en el marco de este proyecto fue realizar un diagnóstico socioambiental que, por razones de la pandemia, tuvieron que hacer de forma virtual desde cada una de las comunidades. “Con la embajada de Canadá, específicamente con el Fondo de Iniciativas Locales, logramos hacer el diagnóstico socioambiental para identificar los impactos de las problemáticas ambientales, los riesgos a las mujeres y luego, una propuesta de agenda que permite interlocutar con actores tomadores de decisión en el territorio en materia ambiental”, afirmó Ana Cristina Pino, integrante del CENTRAP y quien ha acompañado a las mujeres de Soacha en este proceso.

Durante el 2021, entrevistaron a 33 hombres y 17 mujeres entre los 18 y 69 años para conocer las problemáticas que ellos identificaban en su ecosistema. “Nos enseñaron a usar un aplicativo que se llama KoBoCollect y manejamos 50 encuestas en diferentes partes de la Comuna 1 y sectores aledaños al humedal Neuta y Tierra Blanca”, explicó Stefanny Celis. Las personas respondieron que el agua del humedal estaba muy contaminada y esto a su vez, causaba que no hubiese muchos animales, también los malos olores y enfermedades de la piel como salpullidos que venían acompañados por plagas como mosquitos y sancudos.

Por su parte, las mujeres identificaron como problemas la poca iluminación que hay cerca al humedal y que solo existe una entrada por la vía Indumil porque “eso genera bastantes casos de violación, acoso sexual, atraco y violencia”, mencionó Celis. La organización resaltó la importancia de que las mujeres compartieran sus opiniones sobre este tema, ya que muchas veces es algo de lo que poco se habla por miedo o vergüenza.

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Con los resultados de las 50 encuestas, el colectivo Mujeres, Plantas y Territorio por la vida de Soacha tejieron y pintaron, durante un mes, las problemáticas identificadas por la comunidad, las afectaciones a las mujeres y lo que ellas llaman agenda, es decir, las propuestas para llegar a una solución. “Duramos días y noches sin pasar almuerzos, sin desayuno, cosiendo las figuritas para tener todo a tiempo, nos reuníamos Priscila, Clemencia, Mari y yo a coser, a hacer las figuritas, a recortar y coser todo”, narró Stefanny sonriente mientras con sus manos señalaba el detalle en las telas.

Para la agenda, las integrantes del colectivo plantearon un punto clave para que las instituciones y actores responsables den una solución: “En el municipio de Soacha se deben revisar el Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan de Manejo Ambiental para que se mejoren, se identifiquen las problemáticas y en lo que se debe invertir”.

Un primer paso para ello se dio el 17 de febrero del 2022, cuando la organización tuvo una reunión con la dirección de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) del municipio de Soacha para presentar los hallazgos de su diagnóstico socioambiental con enfoque de género. “En un inicio se dio la presentación general de cómo se conforma el grupo de Mujeres, Plantas y Territorio por la vida, los hallazgos y el proceso en el momento de la elaboración de los diagnósticos. Fue una reunión supremamente importante, quedaron algunos compromisos en miras de construir cosas conjuntamente, realizar actividades”, comentó Clemencia López, una de las voceras de la organización.

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Nora Molina, trabajadora social de la CAR seccional Soacha, comentó que la Corporación iniciará un trabajo más cercano con Mujeres, Plantas y Territorio para la fase de socialización, concientización, conocimiento y cambio de actitud, por parte de la comunidad de la Comuna 1. “Vamos a empezar a integrar más grupos de la comunidad, en especial a los ribereños, a que conozcan el humedal y por qué son importantes”, agregó.

Para las mujeres del colectivo de Soacha, tener la posibilidad de articular esfuerzos con instituciones que tienen incidencia directa sobre las decisiones para recuperar el humedal es muy importante porque permitirá una transformación y, además, el camino para posicionar el enfoque de género en estas problemáticas. “Posicionamos la importancia de identificar y de trabajar las problemáticas ambientales desde una mirada de género porque esto va a permitir identificar dentro de estos dos géneros quién recibe los mayores impactos de una problemática”, afirmó Clemencia emocionada.

Las integrantes del colectivo tienen diferentes edades, pero un mismo sueño, que todas las personas se conviertan en guardianes del territorio, en especial, de su humedal Tierra Blanca. Priscila Riascos, una de las mujeres mayores del colectivo, mencionó que para lograr esto, se debe trabajar “desde las escuelas con los niños y las niñas para que cuiden todo este territorio que tenemos y hacer todo este proceso de pedagogía ambiental pero respaldado por la institucionalidad con recursos y campañas de largo aliento para que sea efectivo”.