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                                                                                                                              La deuda pendiente en El Aro, La Granja y por la muerte de Jesús María Valle

                                                                                                                              La Corte Suprema declaró crímenes de lesa humanidad la muerte  de Jesús María Valle y las masacres de Ituango. Los pobladores de esa región se preguntan de qué sirve, si su realidad es la misma de hace 20 años. 

                                                                                                                              Alejandra Bonilla Mora / @AlejaBonilla

                                                                                                                              Jesús María Valle Jaramillo fue asesinado el 27 de febrero de 1998. / Ilustración de El Espectador.
                                                                                                                              Foto: ILUSTRACION EL ESPECTADOR

                                                                                                                              El Aro quedó acabado. Los paramilitares llegaron a este corregimiento de Ituango (Antioquia) el 22 de octubre de 1997. En el camino hicieron sentir el estruendo de sus armas y, luego en el pueblo, se llevaron a varios de sus habitantes a la plaza, los arrojaron al suelo, los pusieron en fila, los acusaron de ser colaboradores de la guerrilla, los pisotearon y los mataron. Fue la misma estela paramilitar que recorrió el nordeste antioqueño provocando desplazamientos en toda la región. En El Aro fueron 15 muertos. Entre 800 y 1.200 cabezas de ganado fueron robadas. La mayoría de las casas fueron quemadas.

                                                                                                                              Un año antes, en junio de 1996, un grupo de al menos 22 paramilitares ingresó a La Granja, también corregimiento de Ituango, y mató a cuatro personas: William de Jesús Villa García, Héctor Hernán Correa García, María Graciela Arboleda Rodríguez y Jesús Sepúlveda Arias. Ambas masacres, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos —que condenó al Estado por estos crímenes en 2006— se cometieron con la mirada cómplice de agentes estatales. “Ha quedado comprobado que las masacres ocurridas en La Granja y El Aro (...) provocaron el desplazamiento interno de muchas familias”, se señaló en el fallo.

                                                                                                                              Lea también: Las luchas de Jesús María Valle

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                                                                                                                              Le puede interesar: Declaran de lesa humanidad masacres del Aro y La Granja y el homicidio de Jesús María Valle

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                                                                                                                              Le podría interesar: La masacre de El Aro, un rompecabezas por armar

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                                                                                                                              Janeth y su familia se fueron para Puerto Valdivia. Lo mismo hicieron don Marcelino, don Tulio y otros sobrevivientes. Muchos no quieren ni recordar. Un mes después del horror, por necesidad, les tocó regresar a lo que quedó de El Aro. Hoy, en su opinión, la situación no ha cambiado. Ahí siguen la misma falta de trabajo y de vías de acceso, con el agravante actual de la crisis en la hidroeléctrica de Ituango y las amenazas de derrumbe.

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Vea: Mario y Elsa, un crimen sin castigo

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Senador Uribe pide celeridad

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Le puede interesar: Álvaro Uribe pidió a su abogado que retire solicitud de anular procesos en su contra

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                                                                                                                              Foto: ILUSTRACION EL ESPECTADOR

                                                                                                                              El Aro quedó acabado. Los paramilitares llegaron a este corregimiento de Ituango (Antioquia) el 22 de octubre de 1997. En el camino hicieron sentir el estruendo de sus armas y, luego en el pueblo, se llevaron a varios de sus habitantes a la plaza, los arrojaron al suelo, los pusieron en fila, los acusaron de ser colaboradores de la guerrilla, los pisotearon y los mataron. Fue la misma estela paramilitar que recorrió el nordeste antioqueño provocando desplazamientos en toda la región. En El Aro fueron 15 muertos. Entre 800 y 1.200 cabezas de ganado fueron robadas. La mayoría de las casas fueron quemadas.

                                                                                                                              Un año antes, en junio de 1996, un grupo de al menos 22 paramilitares ingresó a La Granja, también corregimiento de Ituango, y mató a cuatro personas: William de Jesús Villa García, Héctor Hernán Correa García, María Graciela Arboleda Rodríguez y Jesús Sepúlveda Arias. Ambas masacres, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos —que condenó al Estado por estos crímenes en 2006— se cometieron con la mirada cómplice de agentes estatales. “Ha quedado comprobado que las masacres ocurridas en La Granja y El Aro (...) provocaron el desplazamiento interno de muchas familias”, se señaló en el fallo.

                                                                                                                              Lea también: Las luchas de Jesús María Valle

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                                                                                                                              Le puede interesar: Declaran de lesa humanidad masacres del Aro y La Granja y el homicidio de Jesús María Valle

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                                                                                                                              Le podría interesar: La masacre de El Aro, un rompecabezas por armar

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                                                                                                                              Janeth y su familia se fueron para Puerto Valdivia. Lo mismo hicieron don Marcelino, don Tulio y otros sobrevivientes. Muchos no quieren ni recordar. Un mes después del horror, por necesidad, les tocó regresar a lo que quedó de El Aro. Hoy, en su opinión, la situación no ha cambiado. Ahí siguen la misma falta de trabajo y de vías de acceso, con el agravante actual de la crisis en la hidroeléctrica de Ituango y las amenazas de derrumbe.

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Ahora surge otra esperanza: que con la decisión de la Corte Suprema finalmente se llegue a establecer quiénes fueron los responsables. Lo mismo que afirma el abogado Sergio Ocazionez Merchán, de la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), quien lleva el caso de Jesús María Valle en la justicia ordinaria. Hasta el momento, sólo se ha producido la condena de los hermanos Francisco Antonio y Jaime Alberto Angulo Osorio como determinadores, según falló el Tribunal Superior de Medellín en 2017. “Por eso es importante el reconocimiento que ha hecho la Corte, teniendo en cuenta el contexto de persecución a los defensores de derechos humanos de los años 90”, señaló el abogado.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Ocazionez explicó que esta declaratoria de lesa humanidad se da también en el marco de otras que ha hecho la Fiscalía, como los homicidios de Jaime Garzón, Eduardo Umaña, Mario Calderón y Elsa Alvarado, cometidos entre 1997 y 1999. “Pero ahora lo que se debe esclarecer es la participación de funcionarios públicos, de la Policía de Antioquia, de la Brigada (IV) que allá operaba y de la Gobernación que encabezaba Álvaro Uribe”, agregó. La CCJ busca constituirse como víctima en el expediente ordenado contra el senador Álvaro Uribe en la Corte Suprema.

                                                                                                                              Vea: Mario y Elsa, un crimen sin castigo

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El pasado viernes, después de conocerse la decisión respecto a las masacres de Ituango y del crimen de Jesús María Valle, el expresidente Álvaro Uribe, a través de sus redes sociales, precisó que quiere que lo investiguen rápidamente. “Nada de dilaciones de mi parte. Sigo buscando pruebas sin manipular testigos, como lo dice el grupo de detractores”.

                                                                                                                              Senador Uribe pide celeridad

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El senador Álvaro Uribe, gobernador de Antioquia para la época en que ocurrieron las masacres de El Aro y La Granja, siempre ha asegurado que no tuvo responsabilidad en las incursiones paramilitares. El expresidente, indagado de manera preliminar en la Corte Suprema por estos hechos y por la presunta conformación de grupos paramilitares, pidió que avancen rápidamente las investigaciones en su contra. Además, pidió retirar una solicitud de nulidad del proceso que había radicado por medio de su abogado.

                                                                                                                              Le puede interesar: Álvaro Uribe pidió a su abogado que retire solicitud de anular procesos en su contra

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