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Hace unos días, se realizó el Congreso por la Paz, una iniciativa de la Delegación del Gobierno en los suspendidos diálogos con el ELN para escuchar a sectores de la sociedad civil que sigue pidiendo salidas negociadas al conflicto, y también acciones en pro de la reconciliación.
“Nos han llegado muchos mensajes de regiones, de organizaciones con diversas preocupaciones por el diálogo, porque las confrontaciones se agudicen, Haciendo caso a ese clamor, llamémoslo así, dijimos vamos a convocar a la sociedad para escucharla. Lo que vamos a hacer es propiciar un espacio, escucharnos, reflexionar, sobre temas que emergieron como qué piensa la gente frente al diálogo, la crisis humanitaria, las situaciones en la región, las transformaciones, la cultura de paz; es decir, los temas de los que se ocupa la paz”, dijo sobre el evento hace unos días a este diario, Vera Grabe, jefa de la delegación de Gobierno en el proceso con el ELN.
Un movimiento para detener la guerra
Como resultado del Congreso, se propuso la creación de un Movimiento por la Paz, una plataforma ciudadana que articule y promueva acciones concretas contra la guerra y las violencias, tanto en zonas rurales como urbanas. Este movimiento impulsará encuentros sectoriales y territoriales durante los próximos meses, cuyas conclusiones se presentarán en el segundo Congreso por la Paz previsto para septiembre de 2025.
La iniciativa busca ser un catalizador de las múltiples expresiones de paz en Colombia: desde la paz territorial y social, hasta las espiritualidades y culturas de paz que ya florecen en los rincones más golpeados por el conflicto.
De esa reunión también salieron 11 peticiones que quieren trazar hoja de ruta concreta para avanzar en la superación del conflicto armado.
En el encuentro estuvieron varios representantes de comunidad internacional como Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia; y delegados de países acompañantes y garantes en algunos procesos de paz.
“Colombia tiene una historia de resiliencia y perseverancia en la búsqueda de la paz. La situación hoy en los territorios requiere más que nunca ese espíritu. Naciones Unidas seguirá acompañándoles”, dijo Ruiz en el encuentro.
Colombia tiene una historia de resiliencia y perseverancia en la búsqueda de la paz. La situación hoy en los territorios requiere más que nunca ese espíritu. Naciones Unidas seguirá acompañándoles. Nunca nos equivocamos en seguir construyendo la paz. #CongresoPorLaPaz pic.twitter.com/xt4Lu8BSIW
— Carlos Ruiz Massieu (@CGRuizMassieu) April 5, 2025
Defensa de los acuerdos y llamados urgentes
Otra de las peticiones que salieron del Congreso fue la defensa irrestricta del Acuerdo de Paz de 2016, firmado entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC. Los participantes insistieron en la necesidad de garantizar su cumplimiento y proteger a quienes han apostado por la paz, especialmente los firmantes del acuerdo y líderes sociales, cuyas vidas siguen en riesgo.
Además, se hizo un llamado contundente al Estado colombiano y a los grupos armados para que respeten el derecho internacional humanitario, cesen las hostilidades, protejan a la población civil y adopten acuerdos humanitarios urgentes en los territorios más afectados por la violencia.
Diálogo, víctimas y transformación
El Congreso también exhortó a las partes a persistir en los diálogos de paz y reactivar las mesas de negociación suspendidas. Insistió en que el respeto a los derechos de las víctimas debe ser un eje fundamental de cualquier nuevo acuerdo, como garantía de no repetición.
Asimismo, se propuso abrir un diálogo nacional sobre las transformaciones territoriales necesarias para superar las raíces estructurales del conflicto, con miras a incidir en la agenda del actual gobierno y en el debate presidencial que se avecina.
En el plano cultural y ciudadano, el Congreso anunció la convocatoria a una movilización nacional por la vida y los diálogos de paz, así como el impulso de una campaña que involucre a artistas y medios de comunicación para visibilizar la urgencia de acabar con la guerra.
Finalmente, se reiteró que cualquier proceso de superación del conflicto armado pasa por un acuerdo nacional amplio. Sin él, advirtieron, será inviable avanzar en puntos críticos como la implementación de los acuerdos de paz, la transformación de los territorios, la legalización de las drogas o el desmonte definitivo del paramilitarismo.
Desde el Congreso por la Paz reafirmamos que el diálogo, la vida y los territorios son el camino. Nace el Movimiento por la Paz: una plataforma social y ciudadana para unir voces y acciones contra la guerra. pic.twitter.com/kvpzIZGgox
— Delegación de Paz del Gobierno de Colombia (@DelegacionGob) April 6, 2025
Paz local, impacto global
Desde una perspectiva internacional, los participantes señalaron que Colombia debe mantenerse firme en la demanda global de soluciones diplomáticas y políticas a los conflictos armados, como ejemplo para otros escenarios de violencia en el mundo.
El Congreso por la Paz dejó claro que, pese a los obstáculos, el anhelo de reconciliación sigue vivo. La paz en Colombia no es solo una aspiración, sino una tarea diaria y colectiva. Y como lo dejó en evidencia este encuentro, sigue siendo posible cuando se construye desde la base, con convicción, persistencia y voluntad ciudadana.
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