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La vida de la Institución Educativa Comercial del Norte (IECN), ubicada en la Comuna 2 de Popayán, cambió en mayo de 2011, cuando los docentes decomisaron 10 armas blancas. El colegio, contrario a lo que hubieran hecho otros centros educativos en Colombia, no expulsó a los estudiantes que las portaban. El problema no era menor: las pandillas que operaban en los alrededores de la institución habían cooptado a 15 alumnos y el centro educativo no podía ser indiferente ante esta realidad.
La pregunta que rondaba las mentes de los docentes era cómo lograr que los jóvenes vieran oportunidades distintas a las que les ofrecían los grupos delincuenciales. Un mes después del decomiso de las armas surgió el proyecto “Planes de vida, ambientes de paz y calidad educativa”.
En un primer momento, los educadores se acercaron a los estudiantes que tenían identificados como miembros de pandillas y les dijeron que, a pesar de saber sobre sus actividades, les querían ayudar. Gloria Lucía Cortés, docente de ciencias sociales y líder del proyecto, recuerda que al principio “algunos eran rehacios, pero nos fuimos acercando poco a poco, a tal punto que nos hicieron entrega de más armamento, que entregamos a la Policía”.
Los acercamientos continuaron y el diálogo fue la prioridad, lo que generó mayor confianza entre las partes. A la par, los profesores empezaron a trabajar el proyecto de vida de los estudiantes a partir de preguntas que los llevaran a pensar en las personas que eran en ese momento y lo que querían ser en el futuro.
La iniciativa trascendió hacia nuevas propuestas, como “Yo cuento, tú cuentas, que no se quede en el cuento”, la cual buscaba que niños y adolescentes de la institución mejoraran sus aptitudes personales y académicas. También se realizaron actividades encaminadas a disminuir los malos tratos entre los mismos estudiantes.
En la institución educativa recuerdan con tristeza que dos estudiantes que hacían parte del proceso de rechazo a la violencia no llegaron a las clases en febrero del 2012. El colegio perdió su rastro. Sin embargo, el trabajo continuó.
Con gran orgullo dicen que los otros 13 jóvenes se graduaron de bachilleres en 2013 y siguen estudiando en instituciones como el Sena, con resultados que han sido reconocidos a nivel nacional. “El problema de muchos de ellos es que están despistados porque la sociedad no les ha ofrecido alternativas, tienen familias fragmentadas o no han crecido con el amor que necesitan”, afirma Cortés.
Un nuevo triunfo del proyecto se dio ayer. Édgar Meneses, rector de la IECN, y la profesora Gloria Cortés recibieron en Bogotá el premio Constructores de País en Ambientes Educativos” en la categoría Iniciativas de Instituciones Educativas, un galardón que entregan Colombia 2020 y sus aliados en su primera edición.
Los premios
En una ceremonia que se desarrolló en el norte de Bogotá, dos iniciativas recibieron el premio Constructores de País en Ambientes Educativos”, un reconocimiento que desde este año entregará Colombia 2020 en asocio con la Unión Europea y con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, La Conversación Más Grande del Mundo y la Cámara de Comercio de Bogotá. La dirección técnica del galardón estuvo a cargo de la Pontificia Universidad Javeriana.
El director del diario El Espectador, Fidel Cano, expresó su agradecimiento a las 50 iniciativas que se presentaron durante 2016: “Somos conscientes de que la paz la construimos entre todos y las instituciones educativas son escenarios claves para lograr ese objetivo”.
Lisa Neisa, jurado del premio, concluyó que “la empatía, el trabajo en equipo y otras habilidades para construir paz se aprenden en el colegio, y eso es lo que se tiene que fomentar en los ambientes educativos”.
Los docentes galardonados
La iniciativa Semana por la Paz “Tejiendo, tejiendo mis valores voy construyendo” fue galardonada con el premio en la categoría Iniciativas de Docentes Constructores de Paz. Hace seis años, ocho profesores del colegio José Félix Restrepo de la localidad de San Cristóbal (Bogotá) se propusieron construir ciudadanía, convivencia y paz, y lo lograron. A esta institución asisten más de 2.200 estudiantes, de los cuales cerca de 50 tienen limitaciones visuales.
El proyecto ha logrado recuperar más de 20 kilómetros del río Fucha por medio del empoderamiento de los estudiantes y de la comunidad. Además recibió este año el premio Latinoamérica Verde en Guayaquil (Ecuador) y un reconocimiento de la Secretaría de Educación y del Jardín Botánico por construir ciudadanía y fomentar la convivencia.
La categoría de Iniciativas Estudiantiles de primaria y secundaria se declaró desierta debido a que solamente fue postulada una iniciativa, que no cumplió con los requisitos establecidos para recibir el galardón.