Denuncian presunto mal estado de elefante en Zoológico de Barranquilla

Un abogado envío un derecho de petición al zoológico para conocer la situación del elefante.

Foto: Tomada de redes sociales

A través de las redes sociales han denunciado el presunto mal estado en el que se encuentra un elefante en la Fundación Zoológico de Barranquilla. En una fotografía se aprecia que el animal está en un lugar reducido, cercado por alambre.

Tras conocerse el presunto estado de “Tantor”, como se llama el elefante, el abogado y animalista Luis Domingo Gómez envió un derecho de petición a la directora ejecutiva del zoológico, solicitando que se informe las condiciones en las que vive y fue adquirido el animal.

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“Necesitamos saber si Tantor es propiedad del zoológico o del Estado. A partir de eso se puede gestionar su traslado a otro país. Además, queremos saber cuál es su dieta alimenticia, cómo se encuentra de salud”, indicó Luis Domingo Gómez, quien hizo la solicitud.

Por su parte, Adriana Solano, quien hizo la denuncia inicial, manifestó: “Así como alzamos la voz por el toro en Corralejas, también quiero que compartamos este caso. Este es el Zoológico de Barranquilla y en estas condiciones tienen a este elefante. Esto también debería ser considerado crueldad animal”.

¿De dónde salió el elefante?

Tantor llegó al zoológico de la capital del Atlántico en abril de 1991, cuando la Dirección Nacional de Estupefacientes estadounidense lo incautó a los hermanos Ochoa, quienes lo trajeron al país en los años 80 y lo mantuvieron en la hacienda Veracruz, de Repelón, Atlántico.

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El animal fue entregado al zoológico de Barranquilla, donde fue operado en 2017 en su colmillo derecho, tras presentar una fractura. El hecho fue noticia porque para hacer el procedimiento quirúrgico esta institución inició una campaña con el propósito de recolectar los $25 millones que costaba el tratamiento.

Era necesario que viajaran especialistas de Estados Unidos, quienes ya lo habían atendido en 2012, por esta misma condición, y además un equipo de 30 personas entre veterinarios, biólogos y técnicos debió acompañar la cirugía que Tantor superó con éxito.