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Un nuevo feminicidio alertó a los habitantes del barrio La Manga, en el Suroccidente de Barranquilla. En la madrugada del pasado domingo 28 de septiembre murió Yolanda Estefany Arias Santos, de 25 años, a quien presuntamente su pareja sentimental habría ahogado con una almohada.
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Familiares de Arias Santos señalaron que la pareja había estado la noche anterior en un asado organizado por la madre de él. En la madrugada del domingo, la joven fue encontrada por su hermano, sobre su cama, tapada con una sábana y con una almohada en su cabeza.
“Me dicen que la asfixió, que le puso una almohada encima, la asfixió y por eso murió. Cuando se dieron cuenta ya había pasado como una hora. Su hermano Jainer, que trabaja en vigilancia, fue el que la encontró. Él llegó como a la hora, porque siempre en la mañana le traía un dedito, dice él, y cuando la fue a llamar la encontró con las almohadas en la cara”, dijo a El Heraldo Iris de Jesús Abad, madrastra de la joven.
Arias Santos alcanzó a ser trasladada a un centro asistencial en la zona, en el que confirmaron que presentaba signos de asfixia mecánica, pero falleció poco después de ser atendida. A la par, se conoció que la pareja, Jairo Samuel Páez Muñoz, huyó en la motocicleta de la mujer.
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Sobre esto, las autoridades indicaron que hicieron el seguimiento del vehículo a través del GPS, por lo que rápidamente hallaron al hombre en Salgar, Puerto Colombia, donde fue capturado. “Según entendí, cuando a él lo encuentran, ya había escrito una carta donde estaba pidiendo perdón y confirmando que la había matado”, añadió Abad. Al parecer, Páez Muñoz tendría planeado lanzarse al mar cuando la Policía de Barranquilla lo capturó.
Sobre la relación de la pareja, Ramón Arias, padre de Yolanda, aseguró a Caracol Radio que “ella vivía con un joven hace dos años. Era muy celoso, demasiado, y parece que la maltrataba. Yo no sabía eso, porque si lo hubiese sabido, frenaba esa relación enseguida”.
Por esto, Abad hizo un llamado a las mujeres a no callar, mientras que Ramón Arias pidió justicia en el caso de su hija. “Que se ponga mano dura con él, que lo condenen como debe ser. Mis hijos no son de problema. Me quitaron a una hija buena, noble, que solo quería vivir”.