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Kelly Jhoana De Arco Hurtado fue asesinada en la madrugada del lunes 6 de octubre por su expareja en el conjunto residencial Metro Centro ubicado en la Ciudadela 20 de Julio en Barranquilla. La víctima ya había denunciado al presunto feminicida, Eduar Alfonso Castro Daza, alias “el negro” o “máquina”, por agresiones y amenazas previas. El padre de la mujer, Carlos De Arco, relató lo sucedido el día del asesinato ya que se encontraba acompañándola.
El padre contó que el día anterior salió con su pareja actual y con su hija a comer. “Eso como que fue la despedida de mi hija, porque para qué, ese día la pasamos de maravilla, y me decía: ‘Papi, gordito lindo, yo sí te quiero’. Y le decía a la mujer con la que salgo: ‘Yo lo único que te agradezco es que me cuides a mi papá… Eso es lo más lindo que yo tengo, cuídamelo’“, dijo a El Heraldo.
Tras regresar al conjunto donde vivía Kelly, según el relato del padre, ella le pidió que se quedara y el aceptó. La víctima le entregó las llaves del apartamento y le indicó que subiera y fuera abriendo la puerta. Fue ahí cuando en las escaleras se encontró con el presunto feminicida de su hija pero no lo reconoció. “Ella se quedó hablando abajo con la muchacha y me dijo: ‘Papi ves abriendo tú’ y me dio la llave…Cuando yo voy llegando ya al quinto piso de ella, yo veo que alguien sale… Como no tengo la costumbre de ir a la casa de ella, pensé que era alguno de los que vivían ahí o que trabajaba, hasta que me doy cuenta cuando ella dice: ‘¿Tú qué haces aquí, negro?’”, expresó el padre.
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En su relato dijo que cuando escuchó el nombre de “el negro”, bajó las escaleras, pero no alcanzó a llegar cuando ya había escuchado el primer disparo y luego los demás, y al llegar a la primera planta estaba su hija tendida en el piso llena de sangre. “Yo lo vi y salí corriendo a la portería, le grité: ‘¡Maldito, me mataste a mi hija!’. Salí corriendo atrás de él, pero estaba armado…Ya cuando cruzó la portería, me regresé para auxiliar a mi hija, pero mi acompañante como es enfermera me dijo: ‘Papi, ya está muerta’, entonces llamamos a las autoridades competentes para que hicieran el levantamiento”, agregó.
Por su parte, la hermana de la víctima, Wendy De Arco, reveló que Kelly había sido agredida por el mismo sujeto días antes en su mismo apartamento. La mujer mencionó que las agresiones iniciaban con insultos, luego la “estrujaba” y después le pegaba. “Ella colocó la denuncia y estaba esperando respuesta de la denuncia. Y no”, dijo la hermana, asegurando que nunca recibió respuesta.
Además, la víctima dejó una hija, menor de edad. Según el padre, la custodia será asumida por la hermana. “Mi hija es la que se va hacer cargo de mi nieta, porque así se lo pidió. Ella dice que le cumplirá todo, que la niña se gradúe, vaya a la universidad y salga adelante”, dijo.
Por otro lado, el general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, dijo que la víctima no había denunciado las agresiones de días anteriores. Además, confirmó que el presunto feminicida se entregó en la estación de Policía del barrio El Bosque con el arma de fuego con el que habría cometido el crimen. Este hombre, al parecer era integrante del grupo criminal “Los Costeños” y tendría anotaciones judiciales por lesiones personales en 2013, por porte ilegal de armas en 2014 y por homicidio en 2015.
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Mientras que la secretaria de la Mujer del Atlántico, María Lourdes Dávila, cuestionó la ineficacia de las medidas de protección y aseguró que fue un feminicidio que pudo evitarse. “El feminicidio que ocurrió fue un hecho reprochable que se hubiera podido prevenir, ya que esta mujer tenía una medida de protección. Lo condenamos enteramente”, afirmó.
También, aseguró que existen “cuellos de botella” en las rutas de atención y pidió condenas ejemplares para los agresores. “Es nuestra misión trabajar con los entes garantes de derecho para que la ruta sea viable y permita a las mujeres tener acceso a la justicia”, agregó la funcionaria.
Finalmente, el padre de la víctima pidió que el crimen no quede impune. “Que se haga justicia, porque sinceramente la muerte de una hija es algo muy doloroso… Uno no sabe cómo hace uno. Porque yo fui papá y mamá para ella. La mamá de ella murió en un accidente, y duré con ellos, con mis tres hijos, casi siete años cuidándolos y dándoles todo, no es justo que me la quiten así”, concluyó.