El pasado viernes, se presentó una emergencia por el derrame de crudo en la “Quebradahonda”, en zona rural del municipio Guachetá, en la vereda Ranchería. El incidente ocurrió luego de que un grupo de personas abriera un orificio en el ducto. De acuerdo con la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR), la perforación es de aproximadamente 7/16 de pulgada y provocó el vertimiento de combustible sobre 1,5 kilómetros sobre el cauce del río.
(Lea: Emergencia en Guachetá por ruptura de ducto de petróleo en una quebrada)
La CAR Cundinamarca y Ecopetrol hacen presencia en el lugar con el monitoreo del río y el acordonamiento del perímetro afectado. La empresa petrolera activó su plan de contingencia, por lo que pasadas las 12:30 del día se cerró la fuga. Sin embargo, la zona aún está en peligro, la emergencia ambiental sigue en pie y las personas que habitan en lugares aledaños deben abstenerme de consumir agua para evitar problemas en la salud.
Por su parte, Néstor Guillermo Franco González, director general de la CAR Cundinamarca, explicó que: “dentro de las afectaciones se percibe olor fuerte de combustible en la zona y una fina capa del líquido sobre el espejo de agua. Por eso, recomendamos a los residentes de la zona aledaña, abstenerse de tomar agua de dicha fuente, para evitar riesgos a la salud”. Los municipios de Fúquene, Guachetá y Chiquinquirá son los que pueden resultar afectados por el derrame.
Así mismo, Rafael Robles, asesor en Gestión del Riesgo de la CAR Cundinamarca, afirmó que “estamos trabajando aguas abajo del derrame, pues en el punto de la emergencia no hay acceso debido a las condiciones explosivas que se pueden presentar”.
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