Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hoy, un habitante de Soacha debe abordar varios vehículos y hacer múltiples trasbordos, para desplazarse entre su casa y su lugar de trabajo o estudio en Bogotá. Y lo hace, además, en un sistema público colapsado, cuya oferta se quedó corta ante el acelerado aumento poblacional (que prácticamente se duplicó en 20 años). Por ello, el avance de tres grandes proyectos de movilidad, que cuentan con el respaldo del gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, alienta a miles de habitantes que padecen a diario los eternos trancones y la dificultad para acceder a un transporte público de calidad.
Se trata de las Fases II y III de la troncal sur de TransMilenio, el Puente Tibanica y el Cable Aéreo hasta Cazucá. Con estas obras, no solo se busca ampliar las rutas y las conexiones con Bogotá, sino también convertir a la séptima ciudad más poblada de Colombia en un referente de transporte masivo sostenible, según el mandatario departamental. Aunque el reto es inmenso, como lo señala Diego Jiménez, secretario de Movilidad de Cundinamarca, fue precisamente esta magnitud la que motivó al gobernador a priorizar e impulsar estas obras, que sin duda mejorarán la calidad de vida de sus habitantes y la de los municipios vecinos.
Fases II y III de Transmilenio: a toda marcha
Por más de una década, la expansión de la troncal de TransMilenio en Soacha estuvo en vilo. La primera fase, con solo cuatro estaciones, no dio abasto para movilizar a casi medio millón de personas. La incertidumbre llevó incluso a que la Contraloría incluyera el proyecto en la lista de “elefantes blancos” del país.Sin embargo, tras años de espera, la obra está a punto de finalizar y de convertirse en alternativa real para los soachunos y los residentes de municipios como Sibaté, que también se beneficiarán.
El proyecto enfrentó retrasos e inconvenientes al inicio, además de la paralización causada por la pandemia. Hoy reporta un 64,09 % de avance en las obras de ampliación de la troncal y del colector sur, el cual, según la Empresa Férrea de Cundinamarca, acabará con las inundaciones por lluvias. El cronograma indica que la troncal estaría operando a mediados de 2026 y los beneficios serán inmediatos. De acuerdo con la Gobernación, el TransMilenio Soacha descongestionará la Autopista Sur —por donde circulan hasta medio millón de vehículos— y permitirá que un millón de ciudadanos accedan a un sistema con capacidad ampliada, gracias a 296 biarticulados.
El proyecto también contempla la construcción de puentes peatonales en puntos clave y zonas adecuadas para que los transeúntes y los biciusuarios se muevan con seguridad. Se estima una reducción de 70.000 vehículos en la principal arteria vial del municipio, que conecta con el sur de Bogotá. “Esta no es solo una obra de infraestructura. Es una inversión en bienestar para miles de familias que se movilizan cada día entre Soacha y Bogotá. Es un compromiso de ofrecer una movilidad moderna, digna y sostenible”, comentó Rey.
Puente Tibanica: una obra necesaria para el futuro
Una inversión de $100.000 millones mejorará la conexión de Soacha con el sur de Bogotá y con otras rutas de Cundinamarca, uniendo la localidad de Bosa, la Avenida Ciudad de Cali y la Av. Terreros con otras vías que conectan al resto del departamento. Se trata del puente Tibanica, con una extensión de 90 metros, que ofrecerá una vía alterna a miles de vehículos que actualmente están obligados a circular por la Autopista Sur y atavesar Soacha, para entrar o salir de la capital del país.
Aunque el proyecto se encuentra en su etapa inicial, ya cuenta con avances significativos, como la adquisición predial (uno de los pasos más complejos), una declaratoria de utilidad pública del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y el compromiso de recursos de la Gobernación, la Región Metropolitana y la Alcaldía de Bogotá para su desarrollo.
El secretario de Movilidad de Cundinamarca explicó que se estima que en 19 meses se tendrán avances notables en la obra. Esta generará un “impacto dominó” al descongestionar el sur de la ciudad, mejorando los tiempos de trayecto para miles de vehículos que transportan a 1,5 millones de personas. Como beneficio adicional, habrá una intervención de 38.400 metros cuadrados con andenes, pasos ciclopeatonales y conexión directa con el TransMilenio Troncal Sur.
El cable: desarrollo por aire
El crecimiento demográfico en las laderas de Soacha llevó a que ni TransMilenio ni otros medios de transporte pudieran satisfacer la demanda de habitantes de zonas como Cazucá o La Florida. El cable aéreo, una estructura de 3,5 km de extensión, busca suplir esta necesidad. Apuesta a que los soachunos, en lugar de gastar dinero en transportes informales y hacer innumerables paradas, puedan llegar en un solo trayecto a los puntos céntricos de conexión. La administración calcula que, una vez en operación, podría movilizar a cerca de 29.000 personas al día.
Aunque la idea está aún en el papel, se han dado pasos importantes, como el desarrollo de los estudios financiados por la Gobernación y la Agencia Francesa de Desarrollo. La meta es que el cable se conecte directamente con la troncal de TransMilenio e, incluso, supere los beneficios del cable de Ciudad Bolívar.
Rey y el equipo de la Gobernación lo definen como una apuesta a largo plazo. Se acelerarán los trabajos para dejar el mayor avance posible de este proyecto. Según Rey, las primeras obras podrían verse entre 2028 y 2030, y los cables estarían transitando por los cielos de Soacha para 2031.
Para el gobernador, estas obras son un plan de largo aliento que, sin importar quién ocupe la Gobernación, ofrecerá desarrollo y preparará a Soacha para el continuo crecimiento poblacional. Además, la posicionarán como una metrópoli que no solo ofrece vivienda a casi un millón de personas, sino que espera convertirse en un epicentro de inversión, empleo y educación.
*Contenido desarrollado en alianza con la Gobernación de Cundinamarca
