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“La movilidad en Cundinamarca pasa de ideas a proyectos en ejecución”: Diego Jiménez

En menos de una década, Cundinamarca estará movilizando millones de pasajeros a través de una oferta de transporte multimodal. En entrevista, Diego Jiménez, secretario de Movilidad, explica la importancia de estos proyectos.

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Tomás Tarazona Ramírez
18 de diciembre de 2025 - 02:47 a. m.
Diego Jiménez, secretario Movilidad Cundinamarca.
Diego Jiménez, secretario Movilidad Cundinamarca.
Foto: Cortesía
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Han pasado dos años desde que el gobernador Jorge Emilio Rey y su gabinete tomaron las riendas de Cundinamarca. Entre tantos asuntos urgentes, aún hay uno que preocupa a miles de personas que transitan a diario por las vías del departamento y que, precisamente, dependen de la agilidad de esos trayectos para poder cumplir sus proyectos de vida y trabajar o estudiar.

El Espectador habló con Diego Jiménez, secretario de Movilidad de Cundinamarca, sobre cuáles han sido los picos y los valles que ha enfrentado la movilidad del departamento más transitado de Colombia. El encargado de la cartera de transporte menciona que en los últimos años se consolidó una modelo de movilidad a futuro en el que, ni las discrepancias políticas, ni los vericuetos jurídicos, podrán torpedear proyectos que, según él, además de mejorar los tiempos de los trayectos, consolidarán al departamento como un referente de movilidad sostenible y masiva.

Apuestas como el Regiotram Occidente, Tren de Zipa, Cable Aéreo de Soacha o el sistema de bicicletas compartidas son algunas de las cartas que hay en la baraja para que el departamento, que hoy conecta la capital del país y algunos municipios clave como Chía, Soacha o Facatativá, pueda integrarse a la economía a través vías y sistemas de transporte eficientes.

¿Cómo describir los éxitos y pendientes para mejorar la movilidad en Cundinamarca en este 2025?

Este año logramos concretar varias ideas y hoy son proyectos y apuestas en ejecución o estudios. Logramos la cofinanciación de COP 15 billones para el Tren de Zipaquirá, que transformará la movilidad del norte de Cundinamarca. El Regiotram de Occidente ya está en marcha también y ahora viene la financiación del Cable Aéreo que conectará Soacha, otro cable que tenemos ideado para el municipio de La Calera y un sinfín de proyectos que ya están andando para mejorar la movilidad.

Estamos avanzando en convertirnos en un referente de movilidad en el país donde, además de sistemas de transporte públicos que muevan masivamente a los ciudadanos, también tengan un componente sostenible con el medio ambiente.

Usted menciona varios proyectos: vías, trenes, buses, metro e incluso cables aéreos. ¿Cuál es el objetivo de esta apuesta de movilidad multimodal?

Todo tiene que ver con micromovilidad, caminatas, cicloinfraestructura, vías terciarias. Es toda una amalgama de proyectos que buscan únicamente mejorar las condiciones de movilidad de todos los cundinamarqueses.

En temas férreos somos el único departamento que tiene dos proyectos a su cargo: el Regiotram Occidente que conectará Bogotá con Funza, Mosquera, Madrid y Facatativá y el Tren de Zipa, donde habrá transporte entre la capital y Chía, Cajicá y Facatativá.

La apuesta es tener una oferta amplia en la que, independientemente de en qué municipio esté un ciudadano, tenga la oportunidad de acceder a un sistema que le permita movilizarse en el departamento y conectarse con Bogotá también.

Estas obras de movilidad también son proyectos de infraestructura para el departamento, y en Colombia estos proyectos enfrentan grandes retos. Desde Cundinamarca, ¿cuáles desafíos encontraron?

La movilidad no reconoce límites geográficos. Y no es únicamente hablar de un sistema en el que transportarse, sino la posibilidad de una persona de ascender económicamente. Cada proyecto ha tenido sus particularidades: tiempos de entrega, financiación, entregas, pero se han sorteado.

Lo que debemos hablar hoy es que hemos logrado que todos los proyectos a futuro, si no los dejamos adjudicados o contratados, los próximos gobiernos sí puedan hacerlo, porque cuando lleguen encontrarán todos los estudios y papeleo para continuar con estas iniciativas que, a fin de cuentas, son necesidades para los ciudadanos.

Usted menciona que la movilidad no tiene límites geográficos, pero la geografía de Cundinamarca sí. ¿Cómo han sorteado ese reto de adaptar medios de transporte a paisajes tan dispares, montañosos o alejados?

Aquí estamos hablando de límites topográficos que están presentes en todo Colombia. Somos un país en formación geológica; un territorio joven en donde los suelos hasta ahora se están consolidando y eso aumenta los desafíos de infraestructura.

Solo por mencionar ejemplos: en la Vía Perimetral de Oriente hay 42 puntos de emergencias por la ola invernal. La Vía al Llano cuenta con más de 92 alertas. Lo mismo sucede con el trayecto Bogotá - La Mesa.

Los desafíos siempre van a estar, pero hemos logrado encontrar soluciones aceptables para sortearlos y dar con una respuesta ambientalmente efectiva. Nosotros quisiéramos construir viaductos que conecten a todo el departamento, pero eso costaría el presupuesto completo de Cundinamarca. Por ahora, hemos encontrado soluciones seguras, sostenibles y que resuelvan los problemas.

Documentos estatales y de política pública han asegurado que Cundinamarca es uno de los departamentos donde más elementos contaminantes se emiten a la atmósfera a causa del transporte. ¿Estas apuestas de movilidad le apuntan a cambiar ese panorama?

Hay que ofrecer más contexto, pues Cundinamarca concentra gran actividad que genera emisiones y contaminación. Pero hay que ser claros en que movilidad no consiste únicamente en un desplazamiento, así como está relacionada directamente con el ascenso económico de las personas, también lo está con el de los territorios.

La relación de Cundinamarca y sus municipios con Bogotá ya no es de dependencia, sino de interdependencia. ¿Qué queremos con los trenes o estas apuestas sostenibles? Que las personas migren del transporte particular al sistema público masivo y que además sea sostenible y amigable con el medio ambiente. Claramente tendrá impactos en la reducción de la contaminación.

En 2026 existirá la particularidad de las elecciones presidenciales, en la que los esfuerzos y la opinión pública se centrarán en quién llegue a la Casa de Nariño. ¿Cómo lograr que la atención también se enfoque en los proyectos de movilidad de Cundinamarca?

Hemos hecho un trabajo juicioso y técnico donde coincidimos con Bogotá para hablar de lo que se requiere para la movilidad. Estamos dejando documentos e instrumentos de planeación en donde, sin importar gerente, gobernador, presidente o secretario, se sepa lo que hay que hacer.

En 2017, en Bogotá, se dejaron los cimientos de todo lo que hoy está pasando y se está construyendo. Allí se definió troncal Av. 68, Av. Ciudad de Cali, la Avenida Caracas en el sur. Pasaron tres gobiernos, cada uno con su matiz, pero hoy se están construyendo.

En Cundinamarca eso es lo que estamos haciendo. Va a ser muy difícil no respaldar y darle continuidad a estos proyectos y no coincidir política, técnica y administrativamente con este tipo de proyectos.

La necesidad de movilizar gente deja de ser sentido común y se vuelve en una necesidad para cualquier gobernante, sea local o nacional. Ahora serán los próximos administradores quienes continúen ampliando la oferta en el futuro.

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Olegario (51538)Hace 6 horas
En 2017 se dejó planeado todo lo que hoy vemos que se construye en infraestructura y que tiene a la Capital vuelta un caos. ¿Adivinen quién era el alcalde? Les doy una pista: no fue el señor Petro quien ya había entregado en 2015, con el cuentazo del tal "cemento inútil". Peñalosa: ejecutor; Petro: hablador de ñoña.
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