En la Ciénaga de Guacamaya, en el Golfo de Morrosquillo los pescadores tuvieron que enterrar y arrojar al mar cientos de peces que resultaron muertos en el sector de El Francés en Santiago de Tolú (Sucre).
Aunque las causas se desconocen, los pescadores del sector creen que la mortandad se debe al uso de matamalezas y pesticidas cerca a la Ciénaga, además del bajo nivel de oxígeno generado por la tala de manglares.
En la zona considerada sala cuna de peces, se encontraron cojinúas, sardinas, róbalos y barbudos muertos, por lo que se cree que en la muerte de los peces pueda aumentar, lo que preocupa a los pescadores de la región.
“Vemos con preocupación lo que está pasando, por eso ya hemos dado aviso a las entidades competentes para que entren a inspeccionar y evitar que esta situación empeore”, dijo Julián Medina, vicepresidente de la Corporación de Pescadores del Golfo de Morrosquillo a El Heraldo de Barranquilla.
El año pasado, en la Ciénaga hubo tres derrames de petróleo. El último, en la terminal de Coveñas, Sucre que afectó a cerca de siete kilómetros de Tolú, por lo que el alcalde tuvo que decretar la calamidad pública y el cierre de las playas.