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En los últimos 10 días, y tras controles sanitarios exhaustivos, las autoridades en Bucaramanga cerraron 49 establecimientos comerciales que no acataban las medidas básicas de bioseguridad para prevenir contagios de COVID-19. Entre aglomeraciones y personas sin tapabocas se encargaron de darle argumentos a la Policía y a la secretaría del Interior para tomar estas decisiones.
Un reporte oficial de la Policía Municipal es que desde el 28 de abril, fecha en la que se permitió una reapertura gradual de las actividades económicas, como las de construcción y manufactura, a lo largo de Bucaramanga se han realizado por lo menos 100 operativos de control a establecimientos comerciales y empresas para ver cómo se cumplen las medidas decretadas desde el nivel nacional.
La rigurosidad en estos operativos se debe a que de los 40 contagiados de coronavirus en Santander, 30 se localizan en la capital.
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De las 49 suspensiones, 30 se llevaron a cabo de manera voluntaria, con el compromiso de retomar las actividades cuando todas las medidas de bioseguridad se puedan cumplir al pie de la letra. Los 19 casos restantes, que incluyen a dos empresas de telefonía celular (no especificadas por la secretaría del Interior), se tendrán que someter a un cierre de 10 días.
La Policía señaló que por lo menos 10 de los establecimientos que cerraron fueron por denuncias que recibieron por parte de vecinos de estos lugares, quienes estaban molestos con el incumplimiento de la norma.
El alcalde Juan Carlos Cárdenas mantiene en pie el programa "Bucaramanga 24 horas", con el fin de impulsar la economía comercial.
Con el tema de la reactivación del sector de construcción, a lo largo de la semana ha estado en debate del Concejo la nulidad o la continuidad de las obras en los Cerros Orientales de Bucaramanga. Mientras algunos cabildantes y ambientalistas manifiestan que estas obras son un crimen contra la naturaleza, desde la Contraloría de la ciudad afirman que la vigilancia sobre estos proyectos no permitirá ningún atropello.