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Desde mañana 20 de diciembre, cuando se inaugure el nuevo puente Pumarejo, que conectará a los departamento del Atlántico y Magdalena, barranquilleros y samarios podrán chicanear ante el resto del país por poder gozar de una infraestructura que tiene tres carriles por sentido y una ciclorruta. Es el quinto puente más ancho del mundo.
El tramo de 3,2 kilómetros de longitud parte desde barrio La Chinita, en el suroriente de Barranquilla, y finaliza en el corregimiento de Palermo (Magdalena). Como dato curioso, el área total del pavimento de la infraestructura equivale a quince veces el tamaño de la cancha del estadio de fútbol Metropolitano de Barranquilla.
Esta obra, que no estuvo ajena a las controversias entre el Gobierno y el contratista, fue ejecutada por la empresa española Sacyr Ingeniería e Infraestructuras y mejorará la navegabilidad en el río Magdalena, pues permitirá el paso de buques de mayor tonelaje gracias a los 45 metros sobre el nivel del agua que tiene el puente. Sacyr, constructora del nuevo puente Pumarejo, fue seleccionada mediante licitación pública y además adelanta doce proyectos en nueve departamentos del país, sumando una inversión directa de aproximadamente US$3.000 millones.
Por ejemplo, Sacyr fue la encargada de ejecutar las obras del puente Hisgaura, en Santander, proyecto que ha sido blanco de críticas por las ondulaciones en las zonas laterales del puente. Este problema derivó en el aplazamiento de la obra un año más, aumentando el valor del contrato en más de $20.000 millones.
El nuevo puente Pumarejo no fue la excepción, la constructora Sacyr incumplió las fechas estipuladas en el contrato. Por esta razón, Invías le impuso una multa por $1.854 millones. En octubre de 2018 el Ministerio de Transporte anunció una adición por $140.000 millones para terminar la obra, que al final costó casi $800.000 millones.
Altibajos en la construcción
La obra del nuevo puente Pumarejo comenzó en mayo de 2015, durante el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. En el contrato se estipuló que la entrega sería en 2018; sin embargo se presentaron inconvenientes que se tradujeron en un año más de operaciones en la construcción. Según Sacyr, asuntos como el licenciamiento ambiental, predial y arqueológico fueron los motivos principales para ajustar el cronograma de obras que culminan este mes.
La constructora le dijo a El Espectador que lo más complejo durante el desarrollo del nuevo puente Pumarejo fue la construcción de los pilotes, pieza larga que se entierra en la superficie para asegurar los cimientos de una construcción. El proceso duró cerca de año y medio, debido a la complejidad de las condiciones del terreno y de logística. En este proceso se usaron remolcadores y barcazas, que permitieron fijar los pilotes de 2,8 metros de diámetro a sesenta metros de profundidad.
Otro de los problemas fue la inconformidad de los residentes del barrio La Chinita y el corregimiento de Palermo. Los habitantes de ese barrio de Barranquilla bloquearon el acceso a los obreros, porque con el desarrollo de la construcción se obstaculizaron cinco vías de ingreso al barrio. Además, por las lluvias, el arroyo de la carrera 10 representaba un peligro para 400 viviendas aledañas. Luego de diálogos entre los afectados, Invías y la Alcaldía de Barranquilla se logró un acuerdo en el que el distrito se comprometió a adelantar los procesos correspondientes para canalizar el arroyo.
Las molestias de los vecinos de Palermo fueron por la inundación de algunas viviendas y el deterioro material de otras. Problema que se solucionó con la indemnización de 127 familias, que recibieron ayuda económica para el traslado y restablecimiento de las actividades productivas. Según la constructora, se gastaron cerca de $1.694 millones para apoyar a los afectados.
Memorias del viejo Pumarejo
El 6 de abril de 1974 fue inaugurado el antiguo puente Pumarejo. La construcción de esta obra significaba un hito histórico para el desarrollo del Caribe. Según archivos del Banco de la República, la infraestructura fue construida gracias al trabajo de 500 operarios, quienes invirtieron más de tres millones de horas durante 42 meses para materializar el sueño de una región.
En ese momento la construcción de un puente para unir al departamento de Atlántico con el Magdalena era una necesidad para poder activar las dinámicas económicas del Caribe.
Las características del antiguo puente Pumarejo solo quedarán en los archivos y en la memoria de los que un día lo conocieron. Datos de la Cámara de Comercio de Barranquilla indican que el diseño del puente estuvo a cargo del italiano Ricardo Morandi. El antiguo puente tiene 3.383 metros de longitud, 16 metros de altura y está sostenido por 56 columnas.
Aún no se ha oficializado qué pasará con la vieja obra. Por el momento se espera el pronunciamiento del presidente, Iván Duque, o del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, para conocer el destino del antiguo puente Pumarejo.