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Entre los municipios de Galán y Palmar, en Santander, se registró una creciente súbita por las frecuentes lluvias en la quebrada La Oroco y arrastró un vehículo en el que se transportaban cinco personas en la tarde del sábado 6 de septiembre.
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Cuatro de los pasajeros perdieron la vida. Fueron identificados como Orfidia León, de 46 años; James Afanador, de 8 años; Clemencia Reyes, de 47 años, y Pastora Olarte, de 42 años.
Un hombre de 47 años identificado como Arnulfo Torres Ardila continúa desaparecido. Los equipos de socorro mantienen el operativo para localizarlo, pero las condiciones de la zona han dificultado las labores de búsqueda.
La alcaldesa de Galán, Sofía Medina, se pronunció y lamentó la pérdida de esta familia. “Esto se ha venido presentando diariamente. Se ha hecho llamado de apoyo para que nos acompañen en la solución a esta problemática que tenemos con las avalanchas que están ocurriendo hace más de un año en este sector”, aseguró la mandataria local.
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Por su parte, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz a través de sus redes sociales informó que están apoyando la situación y también lamentó la muerte de estas cuatro personas. “Estamos en el territorio, no solo con palabras de aliento, sino con acciones concretas de apoyo, orientación y respuesta humanitaria. En estos momentos de dolor, reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de cada santandereano. Hoy más que nunca, estar al lado de nuestra gente es un deber institucional y un acto de humanidad”, expresó.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) advirtió que las lluvias continuarán en el departamento e hizo un llamado a la ciudadanía a evitar desplazarse por las vías durante lluvias intensas, en especial en estos sectores por donde atraviesan quebradas. Además, recomendaron a las familias que suelen bañarse en estos afluentes, abstenerse de visitarlos para evitar emergencias.
Un hecho similar se registró hace un mes en el municipio de Salazar de las Palmas, Norte de Santander, luego de que una creciente súbita del río Peralonso dejara un saldo de cinco personas muertas, entre ellas dos menores de edad. Otras cinco fueron rescatadas y trasladadas a centros asistenciales.