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Las fuertes lluvias presentadas en Risaralda ya dejan afectaciones en más de 2400 viviendas, en cultivos de 800 familias, en 110 puntos viales y en 27 instituciones educativas. Por este motivo, ayer se realizó un Consejo de Gestión del Riesgo y Desastres con el gobernador y los alcaldes de los municipios, y se declaró la calamidad pública en el departamento. Esta figura contempla la elaboración de planes de acción específicos para la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas.
La declaración de calamidad pública también permite a la gobernación tomar medidas especiales de contratación, suspender procesos ejecutivos o negociar de forma directa, lo que ayuda a que los procesos de reconstrucción y contención sean más rápidos. Con esta medida se pretende realizar intervenciones integrales de índole económica, agropecuaria, ambiental, vial, de vivienda y de acueducto.
De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), las probabilidades de surgimiento del fenómeno de La Niña en el país son del 93%. Al respecto, el gobernador de Risaralda, Victor Manuel Tamayo, aseguró que es necesario prepararse para esta temporada, por lo que en las próximas 24 horas se continuará con el censo de las afectaciones y se establecerán las líneas de acción en materia económica y social.
Por su parte, el alcalde del municipio de Santuario, Adrián Bedoya, señaló la importancia de trabajar en conjunto con la gobernación para anticiparse al Fenómeno de la Niña.
La emergencia más reciente se produjo en el municipio de Belén de Umbría, debido a una fuerte ventisca que afectó gravemente los cultivos de café y plátano de 32 veredas. Más de 80 viviendas resultaron afectadas y 120 predios agrícolas terminaron destruidos.
Por otro lado, en el municipio de Guática, las constantes granizadas han generado pérdidas de por lo menos 1.000 millones de pesos, debido a la destrucción de cultivos y a los derrumbes en vías. Además, los habitantes del corregimiento de San Clemente se encuentran sin servicio de agua, gracias a las afectaciones del sistema de acueducto.
Pereira, capital del departamento, también se ha visto devastada por las tormentas. Según Alexander Galindo, director de Gestión del Riesgo de Desastres, se han presentado lluvias de grandes intensidades —85 milímetros—.