Jonathan Sanabria y Cristian Sánchez son dos estudiantes universitarios, Sanabria de la Universidad Autónoma del Caribe y Sánchez de la San Martín, que decidieron hacer a pie el camino entre Barranquilla y Bogotá (1004km) por la crisis que hay en sus alma máter. Comenzaron su viaje desde la puerta de la Autónoma, siendo despedidos por varios de sus compañeros el 16 de febrero, día que decidieron iniciar el viaje. Atravesar el departamento del Magdalena les tomó cuatro días.
El no pago de sueldos a los docentes desde septiembre de 2017, más unos giros injustificados de dinero a la sede en Miami, y las irregularidades del manejo contable de la Autónoma del Caribe, hicieron que Sanabria y Sánchez tomaran la decisión. “El objetivo de nuestra marcha es manifestar lo que está fallando en las universidades públicas y privadas. Ni siquiera pagando nos garantizan el derecho a la educación”, indicó Sanabria.
La iniciativa de recorrer más de mil kilómetros a pie surgió después de una reunión entre Sanabria y el rector de la Autónoma, Ramsés Vargas Lamadrid, en donde “le proponíamos una asamblea amplia donde estuvieran estudiantes, profesores y egresados, para rendir cuentas, pero él dijo que no se podía establecer, solo quería otra reunión para dilatar todo” sostuvo Sanabria. La reunión de la que habla ocurrió el 1 de febrero en donde el director le aseguró que la fiducia está embargada, lo cual le imposibilita para cancelarle lo que a la fecha les adeuda a los docentes de cátedra desde septiembre y de planta desde noviembre de 2017.
Mientras que Sánchez, quién estudia en la Universidad San Martín (sede Bogotá), intervenida en noviembre de 2014 por el gobierno, viajó a Barranquilla con el fin de organizar a los estudiantes. Cuenta que su viaje lo hizo para “hacerles la propuesta de que llegáramos caminando, porque estoy convencido de que el nivel de corrupción aquí en la costa es alto”. Para Sánchez las soluciones no están ni en la universidad ni en la ciudad, “están en el Ministerio de Educación y en el Congreso”. (Lea aquí:Por incumplimiento de pagos formulan cargos contra la Universidad Autónoma del Caribe).
A Sanabria es a quien más se le ha dificultado el viaje, porque “ahora que salimos de Bosconia, esa Ruta del Sol no tiene ni un arbolito, yo como estoy en sobrepeso me está afectando las rodillas y la insolación, estamos full quemados”. Lamenta que “en la costa no seamos tan críticos con el tema de la educación, por eso en lo que llevamos de recorrido no hemos tenido tanta acogida”. Ambos esperan que se sumen en Aguachica más estudiantes de la Autónoma, pero de la sede de Ocaña.
Los problemas de la institución comenzaron a ser públicos desde diciembre del año pasado. Sin embargo, todo se agravó el lunes 5 de enero cuando profesores, estudiantes y trabajadores se congregaron al frente de la institución en Barranquilla para protestar contra el manejo financiero que ha tenido la actual administración. El Ministerio de Educación aseguró que el pasado 16 de enero le había exigido a la universidad que normalizara los pagos a los docentes. Al no recibir la constancia de los recibos de pago por parte de la institución, el ministerio le abrió una investigación preliminar por esta y otras dos situaciones.
Esta decisión fue resultado de una reunión entre la ministra de Educación, Yaneth Giha, y las directivas de la universidad. El ministerio, además, anunció que, de acuerdo con las facultades que le otorga la Ley 1740 de Inspección y Vigilancia, decidió investigar las “presuntas deficiencias administrativas y financieras, es decir, posibles irregularidades relacionadas con contrataciones, pagos, gastos y manejo contable, entre ellos el de la sede de Florida (EE. UU.)”.
Desde la sede de la Florida hay denuncias “de una lujosa mansión de tres millones de dólares en Boca Ratón”, que compraron el rector Vargasr y su esposa María Helena en julio de 2017, un mes antes de que comenzara la crisis financiera de la institución. (Lea también:Sede de Uniautónoma en Miami cierra por problemas financieros).
Otras irregularidades que encontró el ministerio fueron “el proceso de asignación de becas, auxilios y descuentos educativos para los estudiantes, y el nombramiento de directivos sin el cumplimiento de los requisitos de la Institución”. El gobierno nombró a un inspector in situ, quien vigilará la gestión administrativa y financiera de la universidad.
Además de Sánchez y Sanabria, otros diez estudiantes también iban a viajar, pero como en ese momento no se sabía del cese de las actividades, que fue anunciado por cuatro facultades el pasado 21 de febrero, desistieron ante el temor de perder el semestre.
Por ahora, ambos siguen calculando las distancias entre cada corregimiento para programar sus paradas, cargando un par de latas de atún y panela y muchas botellas de agua, mientras continúan recibiendo giros de dinero por parte de sus compañeros. Hasta el momento han caminado más de 240 kilómetros y esperan que en Bogotá, a pesar de que no saben qué día exacto van a llegar, los reciban un gran número de estudiantes para caminar juntos a la Plaza de Bolívar y reclamarle al gobierno por la corrupción que hay en la educación.