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El ronroneo del Ruiz

La erupción el sábado pasado sólo fue de gases y cenizas. No hubo variación en los afluentes ni flujo de lava o lodo. Se retornó a la alerta naranja, es decir, con la posibilidad de una nueva erupción en cuestión de días o semanas.

Alexánder Marín Correa
01 de julio de 2012 - 09:00 p. m.

La zozobra de los habitantes del Eje Cafetero y los municipios del norte del Tolima, por la noticia de que en cualquier momento iba a hacer erupción el volcán Nevado el Ruiz, duró 45 días. A la memoria de los adultos de la región llegaron las imágenes y el terror de la erupción de 1985, cuando desapareció Armero (Tolima). La anunciada erupción ocurrió el sábado, pasada las 5:00 de la tarde.

Las autoridades activaron los planes de emergencia, evacuaron las familias que viven cerca de los ríos y cerraron los aeropuertos y las vías Manizales-Bogotá, Pereira-Medellín y Manizales-Chinchiná. En la noche del sábado se evacuaron en Caldas 26 familias de Manizales, 18 de Palestina, 91 de Villamaría y 8 de Chinchiná. En el Tolima, 90 familias de Honda, 9 familias de Venadillo, 40 de Murillo, 3 de Casabianca y 4 de Herveo. Todas las autoridades están en alerta máxima.

Se esperaba el incremento en los afluentes de los ríos. Hubo alarma entre la población y mucha incertidumbre por la falta de información precisa. Sin embargo, pasaron las horas y los temores se fueron aplacando. Luego se confirmó que la erupción fue sólo de gases y ceniza, que no hubo lava ni lodo, tampoco avalanchas ni variaciones en los ríos. El miedo por la esperada erupción del conocido “León Dormido” por fortuna fue sólo un “ronroneo” sin consecuencias graves.

“Fue un evento importante, pero afortunadamente sin flujo de lava ni lodo. Los cauces estuvieron normales. La única muestra de la erupción es la caída de ceniza, que por ahora sólo afecta municipios del suroccidente como Pereira, Cartago, Chinchiná y algunos de Armenia. Por fortuna, en Manizales todo está normal. Nuestros planes de emergencia funcionaron muy bien y las familias”, dijo David Arias, jefe de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres de Manizales (Ompad).

La alerta roja que encendió Ingeominas por la erupción duró menos de 12 horas y pese a que han manifestado que se registró una disminución en la actividad sísmica del volcán, la alerta pasó a naranja, lo que significa que nuevamente se podría dar una erupción en cuestión de días o semanas. La incertidumbre se mantiene.

Al preguntar al jefe de la Ompad de Manizales si es posible que se pueda dar una nueva erupción o si ésta pone fin a todas estas semanas de tensión, el funcionario manifestó que los expertos le han dicho que cualquier cosa puede pasar y de ahí que se mantenga la alerta en el máximo nivel. Y eso lo deja claro el Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Manizales, quien aclaró que “la actividad del volcán continúa presentando cambios importantes y no se descarta la posibilidad de nuevos eventos eruptivos”.

Según el último reporte, aunque la señal sísmica asociada con los procesos de emisiones de gases y ceniza continúa, ayer la columna de gases y cenizas era tan sólo de 500 metros de altura, con una dirección de dispersión preferencial hacia el occidente y suroccidente del volcán, a diferencia de la columna de 8 kilómetros que se observó durante la erupción.

El Comité de Emergencia de Manizales dio ayer un parte de tranquilidad a la ciudadanía explicando que no hubo cambio en los ríos y habrá normalidad frente al suministro de agua. Además, que se habilitaron todas las vías y los aeropuertos de Manizales, Pereira y Armenia. A pesar de la normalidad, se programaron sobrevuelos en el Ruiz para continuar el monitoreo de las cuencas.

Por Alexánder Marín Correa

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