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Mauricio Martínez, director del Sindicato de los Trabajadores del Sector Educativo de Santander (SES), señaló que en el presente año 26 profesores del departamento abandonaron los colegios en los que trabajaban debido a amenazas en su contra.
De los 26 maestros amenazados, 19 ya fueron reubicados en instituciones diferentes a las que trabajaban y siete están a la espera de ser reasignados en otros colegios.
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Martínez explicó a El Espectador que los maestros orientadores son especialmente intimidados por la labor que cumplen en los colegios. Estos docentes se encargan de aconsejar a los estudiantes y adelantar campañas de prevención contra fenómenos como el reclutamiento forzado, la trata de personas, la violencia sexual e intrafamiliar y el consumo de estupefacientes.
Las amenazas llegan a través de diversos medios como llamadas anónimas, mensajes de texto, panfletos, escritos en las paredes. Incluso, en una oportunidad, la intimidación contra una profesora la hicieron dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta.
Detrás de las amenazas estarían los actores armados ilegales que hacen presencia en el departamento, las bandas de delincuencia común y algunos desmovilizados de antiguos grupos al margen de la ley, según el director de SES, .
La región donde se han presentado más intimidaciones es en el Magdalena Medio (provincia Carare Opón y Yariguíes), provincia de Soto Norte (al norte de Santander) y la provincia de Vélez. En Bucaramanga, hay registro de dos maestros amenazados.
El director del SES está preocupado porque siente que el gobierno departamental no ha tomado las medidas suficientes para defender a los maestros y líderes sociales del departamento.
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“El secretario del interior se había comprometido desde mayo a que finalizando junio estaríamos reestructurando la Mesa Regional de Garantías, cosa que no se dio, y eso era retomar una promesa que se había hecho desde enero de este año”, dijo Martínez. Además, aseguró que las investigaciones que hay en la Fiscalía por las amenazas a los docentes no avanzan.
El caso más reciente de amenaza contra un maestro en el departamento fue el de la profesora Oneida Sánchez, quien trabajaba en un colegio de la zona rural del municipio de Carmen de Chucurí y hace una semana fue intimidada. Desde entonces, está en Bucaramanga donde espera para ser reubicada en otro colegio.